Una de las mayores prioridades para los bancos argentinos será la de convencer a los evasores fiscales que aceptaron el acuerdo de amnistía y han declarado cerca de 7.000 millones de dólares, de que deben mantener el dinero en el país, según las declaraciones de Martín Zarich, CEO de BBVA Banco Francés.
Los argentinos pueden escoger entre pagar un 10% de multa, o comprar bonos del gobierno y fondos ‘closed-end’ para financiar las inversiones de la economía local. Existe el requerimiento de mantener los fondos congelados en Argentina por seis meses, al no ser que se realicen ciertas compras de capital.
“Ahora es el turno de los bancos de retener a los clientes más allá del periodo inicial y asegurarse que estos fondos se conviertan en parte de nuestra capacidad de préstamo”, comenta Zarich en declaraciones recogidas por Bloomberg. “Esto significa que se deben ofrecer mayores opciones de inversión a los clientes y enfocarse más en asesorar al cliente minorista, especialmente a los clientes ‘premium’. Esperamos ver un crecimiento en el mercado de fondos mutuos y en bonos corporativos”.
El plan de amnistía del presidente Mauricio Macri busca capturar unos ingresos estimados de 500.000 millones en activos en el exterior que pertenecen a residentes argentinos para impulsar los ingresos del gobierno y la inversión local en medio de una recesión.
Para Zarich, los impuestos recaudados podrían resultar en una mayor demanda para los bonos corporativos y ayudar a impulsar el préstamo para la pequeña y mediana empresa.
Las empresas argentinas han vendido unos 6.000 millones de dólares en bonos en lo que va de año, conforme se aprovecharon de un aumento de la demanda por títulos de nación, después de que Macri puso fin a una larga batalla legal con los acreedores de la deuda del país.
“El incremento de las emisiones corporativas, que hemos comenzado a ver en este año, es beneficioso para el sector productivo, y es también beneficioso para los inversores retail que buscan opciones”, comenta Zarich. También espera que la emisión de hipotecas se eleve en 2017, si la inflación continúa desacelerándose.