AXA Investment Managers (AXA IM) ha presentado el primer informe del «AXA IM For Progress Monitor», que comprende un conjunto de indicadores que hacen un seguimiento del progreso de la empresa en relación con sus objetivos de cero emisiones netas en su actividad inversora y empresarial. El documento se compone de ocho métricas con objetivos intermedios, seleccionados por su importancia estratégica y su contribución material a los objetivos relacionados con la sostenibilidad de AXA IM.
En este sentido, uno de esos compromisos internos era lograr que el 100% de los empleados asistieran a una sesión de aprendizaje y concienciación sobre ESG y sostenibilidad para finales de 2022 y según la gestora, el objetivo ha sido alcanzado. «Este logro se puede atribuir al programa de concienciación de la AXA Climate Academy para empleados y nuevos empleados, a los que se ofrecen módulos de aprendizaje electrónico introductorios y más profundos en materia de ESG y clima. En 2023, el objetivo es que al menos el 70% de los empleados asistan a sesiones de sensibilización adicionales», afirman. Otro de los logros alcanzado ha sido reducir la intensidad de carbono de la cartera corporativo en un 25% para 2025 y según indica la firma, en 2022 se redujo un 28,7%. Este logro es atribuible a una mayor exposición a sectores de bajas emisiones, así como a una menor exposición en la intensidad media de carbono de los sectores de altas emisiones.
En esta misma línea, la gestora se ha marcado el objetivo de reducir para 2025 (vs 2019) en un 20% la intensidad de carbono operativa de los activos de capital inmobiliario gestionados directamente, con un volumen de activos bajo gestión de unos 64.000 millones de euros para 2025. La inversión en nuevos sistemas de construcción, el aumento de la interacción con los administradores de propiedades y las nuevas certificaciones de construcción, así como la rotación de la cartera contribuyeron a este progreso. Observaron que no se trata de una métrica «comparable», sino de una métrica absoluta de la intensidad de carbono de la cartera que tiene en cuenta una base de activos subyacente cambiante y, aunque se trata de un progreso significativo, las carteras no son estáticas. La adquisición de activos de menor rendimiento con el objetivo de mejorar su rendimiento y, potencialmente, la eliminación de activos de alto rendimiento, podría afectar a esta métrica en el futuro.
Siguiendo una visión más amplia, su objetivo es mantener el 50% de los activos bajo gestión inmobiliarios directos en línea con la trayectoria del CRREM para 2025. En este sentido, explican que el 50% de los activos bajo gestión se mantiene a finales de 2021, en base a la cartera de referencia que se describe a continuación. «El progreso se define como mantener una proporción definida (50%) de activos bajo gestión para estar alineados con la trayectoria de CRREM para 2025, sabiendo que cada año la trayectoria de CRREM se vuelve más ambiciosa y más difícil de alinear y considerando la rotación de la cartera», matizan.
Para 2021 y 2022, se refieren a la rentabilidad de una cartera modelo de referencia, que representa aproximadamente el 19% de los activos dentro del perímetro, donde la rentabilidad se mantiene alineada con el umbral de rentabilidad esperado en 2025, para más del 50% de la cartera. Tras los cambios introducidos en la metodología CRREM en el segundo trimestre de 2023, se está probando una metodología perfeccionada cuyos resultados se esperan para finales del cuarto trimestre de 2023.
En el campo de las emisiones, son varios los objetivos que se ha marcado AXA IM: reducir la huella de carbono en un 26% para 2025, lograr que el 70% de las emisiones financiadas en los sectores materiales estén sujetos a un marco de compromiso para 2025 y el abandonar toda la inversión en carbón en los países de la OCDE para 2023. Además, la gestora se ha propuesta destinar 500 millones de dólares a soluciones de capital natural para 2028.
«Estamos orgullosos de informar sobre nuestra primera edición del AXA IM For Progress Monitor, ya que nos comprometemos a rendir cuentas de nuestro camino hacia el cero neto con todos nuestros grupos de interés. Estas métricas complementan nuestros objetivos financieros como indicadores significativos de nuestros éxitos y desafíos como inversor y como empresa. Se ha avanzado constantemente hacia la consecución de nuestros objetivos. Debemos seguir impulsando un progreso significativo. Estos objetivos son parte de la hoja de ruta estratégica de nuestra compañía y se revisarán anualmente para garantizar que sean adecuadamente ambiciosos y reflejen nuestros objetivos comerciales más amplios», ha señalado Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA IM.