Una semana después de que el Banco Nacional Suizo descolocara los mercados de divisas rompiendo con el techo de 1,20 CHF/EUR la resaca continúa. Las víctimas de la decisión se cuentan por decenas, y aunque el mercado comprende que el Banco Nacional Suizo no tenía otra opción, muchos han criticado a la entidad por realizar el cambio de manera tan brusca e inesperada. La propia Christine Lagarde, directora del FMI, se mostraba «sorprendida» de que el BNS no le hubiera avisado al respecto.
Las víctimas del franco suizo: brokers de divisas y hedge funds
Apenas veinticuatro horas después de la liberalización del tipo de cambio del franco suizo, dos brokers especializados en trading de divisas anunciaban su quiebra. La entidad británica Alpari se declaraba insolvente –aunque posteriormente se desdecía anunciando que está considerando otras opciones, como la venta-. Poco antes la neozelandesa Excel Markets también había declarado su insolvencia. Sus clientes negociaban apostando por arbitrar las diferencias mínimas que se producían entre la cotización CHF/EUR con un altísimo grado de apalancamiento. Al romperse la “paridad”, los clientes no pudieron hacer frente a sus margin calls y la deuda ha pasado al bróker, provocando su insolvencia. Un día más tarde, la cotización de uno de los brokers de divisas mayores del mundo –FXCM– se desplomaba un 90% en el NYSE. Desde el pasado viernes ha conseguido asegurar una línea de crédito de 300 millones de dólares para cubrir sus pérdidas y ahora se perfila como un potencial comprador de la británica Alpari, según recoge Reuters.
Como mínimo, estos acontecimientos a buen seguro van a generar mucho trabajo a los reguladores de estas entidades, tanto en Europa como en EE.UU., máxime cuando han ido “enganchando” a inversores retail que estaban especulando en el mercado de divisas como si fueran brokers profesionales.
La apuesta por arbitrar el franco suizo contra el euro no ha afectado solo a los brokers de divisas, sino también a poderosos hedge funds cuya estrategia ha fallado, llevándose por delante el fondo debido, como siempre, al apalancamiento. Es el caso del fondo Global Fund de Everest Capital, la gestora de hedge funds de Marko Dimitrijevic, basada en Miami. Bloomberg anunciaba el sábado que Dimitrijevic había decidido cerrar su hedge fund, con 830 millones de dólares en activos bajo gestión, debido a las pérdidas generadas por la fluctuación del franco suizo. Everest Capital es una gestora especializada en mercados emergentes, y sigue manejando siete fondos con 2.200 millones de dólares en activos bajo gestión.
Otros hedge funds afectados son Comac Capital, una gestora de estrategias macro con 1.200 millones de dólares en activos gestionados con sede en Londres cuyo fondo cayó un 8% por la volatilidad del franco suizo, y Bluecrest Capital Management, gestora que con 15.000 millones de dólares en activos gestionados ha decidido cerrar su libro de trading de divisas manejado por el ex director de estrategias de divisas global de Credit Suisse, Peter von Maydell, según ha publicado Financial Times.
Clientes de banca privada
Al previsible efecto negativo sobre el PIB suizo ante la pérdida de competitividad de su economía, se suma la reducción de la tasa de depósito que provocará, según los expertos, un escenario deflacionista y una brecha aún mayor de la remuneración que ofrece el franco suizo sobre el dólar. Así, la división de banca privada de UBS ya ha alertado sobre la previsible salida por parte de sus clientes del franco suizo para invertir en dólares, divisa que consideran ahora más segura y mejor remunerada que el franco suizo. Además, “al cliente de banca privada no le gustan las sorpresas, y la incertidumbre asociada con la decisión del banco central suizo ha incrementado la preferencia de nuestros clientes por el dólar estadounidense”, comentaba el director de inversiones para UHNW de UBS en Zúrich en una entrevista realizada en Singapur que recoge Bloomberg.
James Stanton de deVere Group tiene una opinión similar: “Los inversores no olvidarán de la noche a la mañana lo que ha sucedido; la corriente de volatilidad va a continuar durante varias semanas hasta que los mercados se ajusten al nuevo escenario. La abrupta ruptura de la paridad por parte del BNS ha generado una huida hacia los activos refugio, y el franco suizo ya no lo es. Así, esperamos que el dólar se revalorice de forma significativa a medida que los inversores de todo el mundo acuda a esta divisa como valor refugio”.
La banca suiza a examen
Los bancos suizos están “analizando el impacto” de la volatilidad de la divisa sobre sus cuentas de trading y sus ratios de solvencia. Julius Baer comentaba ayer, a través de un comunicado, que no había sufrido pérdidas a nivel grupo en los dos días que siguieron a la liberalización del tipo de cambio del franco suizo contra el euro, y que sus ratios de capital no se habían visto afectados negativamente. También aseguraba que el banco está vigilando el desarrollo de los acontecimientos y espera implementar a la mayor brevedad posible las medidas adecuadas para defender la rentabilidad del banco ante el nuevo escenario de la divisa suiza.
Por su parte, EFG International ha cifrado en “un efecto porcentual negativo de un único dígito” el efecto sobre su beneficio antes de impuestos “si el tipo de cambio del franco suizo se mantiene a niveles actuales». Credit Suisse ha sido menos concreto y ha dicho que su sensibilidad al tipo de cambio del franco suizo sigue siendo la misma que en octubre –cuando publicó sus últimos resultados trimestrales-, sin especificar si la volatilidad de los últimos días ha generado quebrantos a sus cuentas.
El fundador del Foro Mundial Económico de Davos, Klaus Schwab, desvela en una entrevista a Bloomberg TV que ofrecemos a través de youtube (video embebido) cómo vivió el momento de la noticia, asegurando que no le sorprendió demasiado. Como especialista en competitvidad, resulta interesante su opinión acerca de cómo afectará el encarecimiento del franco suizo a la economía y los servicios suizos. Según Schwab «aún estamos en fase de shock, pero siempre habrá quien esté dispuesto a pagar una prima por la calidad».