La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) sigue apoyando e incentivando a los inversores minoristas para que comprendan y se acerquen más al mundo de las inversiones. Con este motivo ha publicado un documento titulado Estrategia de inversión minorista: elementos positivos para los inversores europeos y otros que deberían reconsiderarse, en el que plantea una batería de iniciativas e ideas.
“Aunque la propuesta abarca varios aspectos que deberían ayudar a los inversores, como la divulgación de información digital, normas comparables para los productos de inversión y seguros, la mejora de la educación financiera y la lucha contra los influenciadores financieros, otras medidas son contraproducentes y deben abordarse”, sostienen desde Efama.
En este sentido proponen, por ejemplo, eliminar las referencias cuantitativas de la “relación calidad-precio”, que van demasiado lejos hacia la fijación de precios de mercado, y en su lugar introducir evaluaciones de valor cuantitativas y cualitativas en toda la cadena de valor (incluidos los fabricantes y distribuidores de productos), supervisadas por los supervisores nacionales y basadas en los requisitos ya existentes de la MiFID. Así como eliminar la prueba del «mejor interés», que se solapa con las normas de idoneidad de la MiFID, y mantener en su lugar la prueba de mejora de la calidad existente, ampliándola a los productos de seguros.
“En lugar de prohibir las comisiones en las operaciones de solo ejecución, lo que podría limitar el acceso a las plataformas de negociación digital que dependen de ellas en su modelo de negocio, aplique más bien la prueba de mejora de la calidad a estas operaciones, para garantizar que las comisiones mejoran los servicios a los inversores. Además de añadir cuadros de mando potencialmente poco claros o repetitivos a los documentos de información al inversor, como el PRIIPs KID”, propone el documento.
Otra de las ideas que lanzan desde Efama es en lugar de limitar el régimen de «idoneidad simplificada» a los asesores independientes, aplicarlo más bien a los productos de inversión altamente regulados y relativamente seguros, como los UCITS, con independencia del distribuidor que haya elegido el inversor.
Por último, proponen establecer un plazo de aplicación dinámico de 18 meses después de que la AEVM elabore las normas técnicas esenciales, para garantizar una aplicación clara y sin problemas.
A raíz de estas propuestas, Tanguy van de Werve, director general de Efama, señala que si queremos aumentar la participación minorista en los mercados de capitales, el debate en torno a la estrategia de inversión minorista debe centrarse en algo más que las comisiones y los costes. “Tenemos que hablar de crear valor para los inversores, evaluando sus diferentes necesidades y objetivos, y contemplando toda la cadena de valor de la inversión. Aunque en la propuesta no se contemplan palancas clave, como los sistemas de pensiones y los incentivos fiscales, aún podemos hacer mucho para mejorar la estrategia. Esperamos que las propuestas que presentamos contribuyan positivamente al debate en curso sobre cómo servir mejor a los inversores minoristas en el futuro”, sostiene Werve.