Las inversiones de impacto cada vez son un tema más conversado, con un creciente número de convencidos e iniciativas, pero todavía queda camino por recorrer. Y quienes estén dispuestos a avanzar por esa avenida tendrán acceso a las “empresas del mañana”, según el grupo global de familias empresariales The ImPact.
Para la iniciativa, una comunidad de membresía de grandes fortunas que en 2021 cumple cinco años, uno de los principales desafíos para esta clase de activos está por el lado de la oferta.
Liliana Manns, directora de comunidad de The ImPact en Santiago de Chile –una de las tres coordinadoras presentes en América Latina–, señaló en un webinar de inversiones de impacto organizado por BTG Pactual que actualmente hay una percepción de que no hay muchos negocios de impacto disponibles en la región.
Esto en un contexto en que la inversión de impacto en la región es escasa, representando menos del 1% de la clase de activo a nivel global, y donde la mayor demanda se da a través de productos ESG.
Sin embargo, para la representante de la red internacional de impacto, este segmento generalmente asociado al venture capital en la región ofrece oportunidades únicas. “Las nuevas oportunidades de negocio son en estos temas, porque efectivamente son las cosas que van a resolver alguna problemática que esté hoy día, como el cambio climático”, comentó la ejecutiva.
Las empresas dedicadas a solucionar problemas sociales y medioambientales, destaca Manns, “van a ser las empresas del mañana”, como sucedió ya con sectores como la energía solar, que era considerado como altamente riesgoso en el pasado.
En esa línea, la ejecutiva de The ImPact asegura que será relevante para los inversionistas identificar qué sectores serán los que vayan creciendo con el tiempo.
De todos modos, Manns señala que la posibilidad de los grandes family offices de la región de llegar al nivel que tiene la inversión de impacto en el mundo desarrollado, donde algunos actores ya tienen portafolios completamente orientados al impacto, es menor, dada la falta de oferta.
Para poder lograr eso, es necesario que los grandes patrimonios puedan tener opciones de inversión en impacto suficientes para diversificar sus portafolios por liquidez y por clase de activos. “El desafío es que la industria siga creciendo, para tener distintas oportunidades para que se pueda lograr armar un portfolio de impacto de 100%”, señala.
Distintos partícipes
The ImPact es una iniciativa dirigida a las grandes fortunas familiares, un segmento que tiene más espacio para participar de esta clase de activos que los inversionistas institucionales, según Matías Claro, CEO de Grupo Prisma, family office de la familia empresarial chilena Claro que forma parte de la red.
En ese sentido, Claro sostiene que las familias tienen más espacio para definir la estrategia en base a variables de impacto, mientras que los inversionistas institucionales tienen una forma de operar distinta, con criterios de inversión y mandatos establecidos.
Ahora, eso no quiere decir que este segmento no tiene un espacio en esta clase de activos. “En la parte institucional ha crecido mucho este tipo de inversión porque se ve como una forma de disminuir riesgos”, señala, porque las empresas más “responsables” han tenido un mejor desempeño.
The ImPact fue fundado por los herederos de algunas de las fortunas más grandes del mundo: Justin Rockefeller, de la mítica familia empresarial estadounidense; Liesel Pritzker Simmons, de la familia fundadora de los hoteles Hyatt; y la familia brasileña Scodro. Actualmente cuentan con más de 70 miembros, repartidos en más de 20 países del mundo.