Los ponentes de las gestoras internacionales reunidos en el VIII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por Inverco, Deloitte y la APD recientemente en Madrid, ofrecieron a los oyentes una gran dosis de realismo, sobre todo para el inversor conservador, que lo tendrá muy difícil en este entorno. Los expertos dibujaron un entorno más volátil e incierto, con grandes retos de mercado y regulación, en el que las rentabilidades pasadas no se repetirán y aseguraron que renuncian a impulsar al ahorrador hacia productos de mayor riesgo y prefieren apostar por una gran labor de educación financiera.
Entre sus productos para 2017 –al igual que las gestoras nacionales- destacan fondos mixtos y perfilados, pero también nuevas propuestas en el ámbito del retorno absoluto, en nuevos activos, temáticas como la ISR o activos alternativos, solamente para aquellos clientes que puedan asumir esas inversiones desde un punto de vista de tolerancia al riesgo.
“El entorno es muy complicado: los tipos nos están machacando y no nos permiten gestionar como nos gustaría. Donde vemos nicho es en el asesoramiento mandatado, donde las casas globales podemos aportar valor, entender a los clientes y realizar una labor de educación financiera, muy necesaria”, decía Luciano Díez-Canedo. presidente de UBS Gestión. “No vamos a desarrollar una política de incorporar más activos de riesgo a las carteras para obtener más retornos. Hay que explicar al cliente el ciclo y la necesidad de una cartera diversificada, pero no le animaremos a dar un paso adelante en términos de riesgo y tampoco haremos una política de “product pushing”. Como los tipos no dan retornos, se puede apostar por estructurados, o alternativos como el private equity o los hedge funds pero no haremos campañas de producto”, afirmó.
Mariano Arenillas, Head de Global Client Group para Iberia en Deutsche Asset Management, también apuntó hacia los activos alternativos y reales, pero solo para clientes que se puedan permitir la prima de iliquidez, como los institucionales: infraestructuras, real estate o private equity pueden ofrecer oportunidades si el perfil de riesgo y el plazo de inversión lo permiten. En caso contrario, habla de soluciones en el ámbito del retorno absoluto o productos mixtos y perfilados, con una gran variedad de instrumentos. “El espacio para un cliente conservador es muy limitado, pues incluso invertir en renta fija con duración puede llevarle a tener una mala experiencia y que se quede fuera del mercado. Hay que hacer hincapié en la perfilación del cliente”, añadió. El entorno, dice, obliga a ser más táctico a corto plazo y dar mucha más flexibilidad a los gestores.
En la misma línea crítica con el inversor conservador se mostró Gonzalo Rengifo, director general de Pictet Asset Management: indicó la necesidad de explicarle las claves del entorno, con bajas rentabilidades y alta volatilidad, es decir, que “lo tiene muy complicado”, pero no incrementar el riesgo en las carteras cuando perfil no lo aconseja, pues algunos solo quieren preservar capital. “Preguntarse qué va a pasar con el inversor conservador es como preguntarse qué pasará con la industria en España, pues el 80% del patrimonio gestionado en fondos está en sus manos. Hemos de tener humildad para aceptar que necesitamos reinventarnos porque las herramientas y reglas hasta ahora empiezan a parecer obsoletas y poco aplicables al entorno que viene”, indicó. En este sentido, “la asignación de activos tradicional está muerta, no es aplicable en los próximos tres años y debemos ser generadores de ideas y soluciones”.
Porque, según un estudio de la firma, en los próximos cinco años las rentabilidades esperadas en el mejor de los escenarios (que supone que el gestor acierte en sus decisiones tácticas este tiempo) serán del 2%-3% o menores. De ahí la necesidad de darle soluciones: “Tenemos un ahorrador que ha de convertirse en inversor y necesita nuestra ayuda”.
Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Investment Partners, también incidió que las rentabilidades futuras serán menores que las pasadas y optó por nuevas soluciones: “En un entorno de volatilidad fuerte, en nuestra estrategia de gestión buscamos una asignación por volatilidades, tanto en productos mixtos como puros. También apostamos por nuevas historias –por ejemplo, en renta fija, apostamos por diversificar más y buscar rentabilidades en otros mercados como el hipotecario en EE.UU. o temas préstamos-; y productos con inversión responsable”, preguntándose por qué renunciar a una rentabilidad social más allá de la puramente financiera. “Se puede aportar mucho valor en grandes temas (cambio climático, falta de recursos hídricos, eficiencia energética…)”, aseguró.
Ideas y no productos
En la necesidad de generar soluciones coincidió con Rengifo otro profesional, Javier Alonso, director general de Credit Suisse Gestión: “Hemos de pensar en términos absolutos y no relativos, no tiene sentido sacar garantizados al 0,5%. Las entidades deben ver que hay periodos de transición, donde el margen se ralentiza y sufrimos, pero estamos generando activos para el futuro: no se puede ganar siempre y hay años en los que hay que salir a empatar”. Alonso defendió el concepto de valor y se mostró crítico porque las gestoras no han sabido capaces de generar ni transmitir la generación de valor, razón por la que reducen sus márgenes. “A los clientes les vendemos productos no ideas, no realizamos una labor pedagógica, nos centramos en qué toca vender ahora. En vez de ser supermercados financieros debemos ser generadores de ideas”. Como ejemplo de ideas, habló de los futuros sobre dividendos, más que fondos que invierten en empresas que dan dividendos.
Oportunidad de futuro
Alonso, que pidió arquitectura abierta también para las gestoras nacionales en España y no solo para las internacionales -porque “casi todas las casas tienen las mismas carteras de fondos”-, de cara al futuro se mostró convencido de la necesidad de la industria, en un entorno complejo y de envejecimiento de la población en el que los depósitos no dan respuestas. Algo en lo que coincidió Carlos Pérez Parada, director general de Andbank: “La industria de gestión de activos en España tiene por delante una gran oportunidad de crecimiento. En 5-10 años, seremos el epicentro del sistema financiero porque asumiremos responsabilidades que tenían antes otras entidades”, dice. “Ante la regulación y la tecnología, la transformación será imparable y estamos en una situación envidiable para hacer esta transformación porque las gestoras tenemos una gestoras estructura pequeña, no somos bancos ni aseguradoras enormes”, indicó.
Sobre MiFID II…
Sobre este tema, Rengifo advirtió de que con la regulación podría morir el asesoramiento independiente y dominar en dependiente en el mercado español, para mantener los ingresos por retrocesiones. Fue muy crítico con la normativa y apeló a la “labor social” de la industria de la gestión y las redes de distribución: “El dar acceso al asesoramiento financiero, a los productos financieros y soluciones de ahorro vía redes de distribución es una labor social y se cobra”, dijo, aludiendo a Reino Unido, donde 6 millones de personas han quedado sin acceso a ese servicio tras la RDR. “El reto de MiFID es dejar claro lo que se compra y se paga, con transparencia, un ejercicio beneficioso. En España habrá dos modelos: mandatos de gestión discrecional y otro de venta guiada-comercialización para que la mayoría de ahorradores tengan acceso a productos financieros vía redes de distribución”, apostilló.