Para los fondos mutuos y de pensiones de América Latina, 2017 fue uno de los mejores años en cuanto a captación de activos, que alcanzó cifras record. Fue gracias a que los inversores ignoraron la incertidumbre política y se enfocaron en la mejora de las economías de la región.
El aumento de activos de los seis principales mercados de asset management de América Latina ascendió a 314.000 millones de dólares (US$314 Bn), la mayor cifra registrada hasta la fecha. Esta es la principal conclusión del informe “Latin American Distribution Dynamics 2018: Nuevas oportunidades para productos transfronterizos”, llevado a cabo por Cerulli Associates y la firma de investigación independiente Latin Asset Management.
Los fondos onshore de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú sumaron 190.000 millones de dólares en activos en 2017, finalizando el año con 1,24 billones de dólares (US$1,24 Tn).
Mientras tanto, los mercados privados de pensiones de los países andinos, junto con México atrajeron 84.000 millones de dólares en activos bajo administración y finalizaron el año con 504.000 millones de dólares (US$504 Bn). Por su parte, los fondos de pensiones corporativos en Brasil añadieron otros 40.000 millones de dólares.
Por primera vez en varios años, las gestoras internacionales también disfrutaron de un fuerte aumento del negocio en Latinoamérica durante 2017 y principios de 2018, ya que la reducción de los tipos de interés localmente provocó que los inversores eligieran feeder funds que invirten a nivel internacional.
Amnistías fiscales
La búsqueda de diversificación por parte de los inversores tax-compliant se produce cada vez más en los mercados locales, gracias a los programas de amnistía y repatriación de capital instituidos en toda la región.
«Las empresas internacionales con visión de futuro se han movido para aprovechar esta tendencia, especialmente en México, Chile y Brasil, donde han concentrado sus actividades de distribución», explicó Thomas V. Ciampi, fundador y CEO de Latin Asset Management.
Ciampi destacó que la transparencia tributaria y el aumento de la formalidad en América Latina han reducido la tensión que rodea la venta y distribución de activos offshore. Los gobiernos han flexibilizado sus restricciones sobre la oferta privada de UCITS a través de divisiones de banca privada y los multi-family offices que operan en capitales latinas, al tiempo que facilitan a los proveedores locales la creación de productos regulados localmente que pueden competir con los UCITS.