Ocorian, firma de servicios corporativos y fiduciarios, gestor de fondos y mercados de capitales, ha detectado un aumento en el número de gestoras estadounidenses que le piden apoyo para captar capital alineado con la Sharia. Según su experiencia, para tener éxito en el enfoque de este tipo de inversión es necesario primero hacer frente a numerosos desafíos estructurales y culturales.
«El mercado financiero islámico ha estado creciendo con fuerza, impulsado por una creciente población musulmana que busca instrumentos financieros que cumplan con la Sharia y la credibilidad ética de la industria. De hecho, registró una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,8 % entre 2014 y 2019 y se prevé que los activos financieros islámicos aumenten a 3,69 billones de dólares para 2024, con un crecimiento impulsado tanto por los países musulmanes como por los no musulmanes», explica Marc van Rijckevorsel, responsable de BD para Servicios Corporativos y de Fondos de la Región de Américas en Ocorian.
Según destaca, a través de su oficina en Dubai, han experimentado un número creciente de gestores fondos de EE. UU. que están incrementando sus esfuerzos de recaudación de fondos en la región, incluida la contratación local para promover las relaciones con los inversores. «Se sigue viendo a EE.UU. como la región con los gestores de fondos más especializados y sofisticados, y, por tanto, se convierte en el destino favorito para los inversores ricos en capital de Malasia y la región del CCG, especialmente los de Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. Estos inversores están buscando rendimiento para artículos de gran valor, incluso en los EE.UU.», añade Rijckevorsel.
En este sentido, el responsable de la firma recuerda que este tipo de inversión tiene «limitaciones» sobre dónde y en qué invertir para cumplir con los principios de la ley Sharia, que «no solo descarta invertir en cosas como el alcohol y los juegos de azar, sino que también prohíbe recibir pagos de intereses». En su opinión, «eso significa que los inversores de GCC tienden a favorecer los activos reales en propiedades e infraestructura».
A la hora de dar respuesta a esta tipo de demanda, desde Ocorian explican que las gestoras estadounidenses pueden optar por establecer una estructura de fondos que cumpla con la Sharia, para atraer específicamente a los inversores que lo requieran. En los últimos años, han detectado que cada vez más gestoras estadounidenses atraen primero a los inversores y luego establecen una estructura específica y adaptada a sus necesidades. Por último, matiza que, según sus estimaciones, aproximadamente el 80% de las veces estas inversiones se estructura con un asesor legal.