La Asociación Europea de Fondos (Efama, por sus siglas en inglés) ha publicado la 15ª edición de su informe sobre gestión de activos. El estudio ofrece un análisis en profundidad de las tendencias recientes del sector y muestra los beneficios de las gestoras para los inversores y la economía europea. Uno de los datos más reveladores que muestra es que, según sus estimaciones, las gestoras cerrarán el año con 29 billones de euros en activos en Europa.
Una cifra que los responsables del informe celebran, teniendo en cuenta las tesituras por las que han pasado los mercados estos últimos años. El total de activos gestionados en Europa cayó un 13,8% en 2022, hasta 27,8 billones de euros. Según señalan desde Efama, este descenso se atribuyó principalmente a la ralentización de la economía mundial, junto con la caída de los mercados bursátiles y de renta fija provocada por la invasión rusa de Ucrania. Al recuperarse la confianza de los inversores, apuntan, los mercados bursátiles se recuperaron durante los tres primeros trimestres de 2023, lo que se tradujo en un aumento de los activos bajo gestión hasta los 28,6 billones de euros a finales de septiembre de 2023, según las estimaciones de Efama.
La gestión de estos activos se concentra, al menos el 85%, en seis países: Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia. Según Efama, el Reino Unido es el mayor mercado europeo de gestión de activos, seguido de Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia. “Esta concentración se explica principalmente por la presencia de grandes centros financieros en esos países”, explica el informe.
Los activos gestionados pueden dividirse en dos grandes categorías: fondos de inversión y mandatos discrecionales. Y una de las tendencias que recoge el informe es que la cuota de los fondos de inversión sobre los activos totales gestionados ha aumentado constantemente entre 2012-2018 -y de nuevo en 2021-, alcanzando el 56,5% a finales de 2022. Según Efama, esta evolución se debe a la mayor proporción de renta variable en la asignación de cartera de los fondos de inversión, en comparación con los mandatos discrecionales, combinada con la subida de los mercados bursátiles hasta 2021. Ahora bien, la caída de las cotizaciones bursátiles frenó esta tendencia en 2022.
A finales de 2022, los activos de fondos de inversión y mandatos discrecionales gestionados en Europa ascendían a 15,7 billones de euros y 12,1 billones de euros, respectivamente, es decir, el 56,5% y el 43,5% de los activos bajo gestión totales.
Sobre la industria de inversión
El informe pone el énfasis en el papel que tienen las gestoras al canalizar el ahorro hacia instrumentos del mercado de capitales para lograr un objetivo de inversión específico. Efama defiende que apoyan la economía financiando nuevos proyectos y aportando liquidez a los mercados y se comprometen con las empresas en las que invierten y mejoran su gobernanza, aumentando así el valor a largo plazo de las empresas para los inversores. “También están a la vanguardia de la transición hacia una economía más sostenible asignando cada vez más capital a empresas y actividades sostenibles. Las gestoras invierten con el objetivo de obtener un rendimiento para sus clientes que sea proporcional a su nivel de preferencias de riesgo”, argumentan.
Fruto de este compromiso con la financiación de la economía, a finales de 2022, los fondos de inversión de la zona del euro poseían 2,626 billones de euros en títulos de deuda y 1,011 billones de euros en acciones cotizadas emitidas en la zona del euro. Para Efama, estas cantidades confirman que “los gestores de activos contribuyen significativamente a financiar la economía europea”.
La segunda tendencia dentro del negocio de las gestoras es que paulatinamente el inversor minorista gana más peso. Según el informe de Efama, los clientes minoristas aumentaron su cuota sobre los activos totales bajo gestión del 26% en 2020 al 30%, gracias a su fuerte demanda de fondos de inversión en 2021 y 2022. “Los fondos de pensiones y las compañías de seguros les siguieron en orden de importancia con una cuota del 24% y el 22%, respectivamente”, indican.
Otro dato relevante es que el patrimonio gestionado para clientes nacionales representaba el 68% a finales de 2022, frente al 72% en 2018. “La proporción de clientes que tienen su sede en otro país respecto a la de su gestor de activos no ha dejado de aumentar en los últimos años, pasando del 27,7% en 2018 al 32,1% a finales de 2022. Los clientes extranjeros tienden a ser más prominentes en el mercado de mandatos que en el de fondos. Esta creciente cuota de clientes extranjeros está en consonancia con el objetivo clave de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) de reforzar la integración de los mercados nacionales de capitales en un auténtico mercado único”, indica el informe.
Respecto a la asignación de activos, la proporción de bonos disminuyó constantemente en el patrimonio de los fondos europeos, pasando del 40% en 2018 al 35% en 2022. Esto ocurrió en paralelo con un aumento de la cuota de renta variable del 28% en 2018 al 32% en 2022. Las otras categorías de activos gestionados por los gestores de activos son menos líquidos, activos alternativos (26%) y efectivo e instrumentos del mercado monetario (7%).
También se ha producido un importante cambio en la asignación de activos con la llegada de la inversión sostenible y el Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR), que dio lugar a la aparición de dos nuevas categorías de fondos: fondos del artículo 8, con características de sostenibilidad; y fondos del artículo 9, con objetivos de sostenibilidad. Según el informe, la gestión de los fondos del artículo 9 del SFDR se concentra principalmente en Francia y Suiza. “Los mercados de SFDR ya han experimentado cambios importantes desde su creación, sobre todo en 2022, ya que cantidades significativas de fondos del artículo 9 se reclasificaron como fondos del artículo 8. A medida que los gestores de fondos sigan adaptándose a las nuevas orientaciones políticas, en particular a definiciones más claras y mejores datos ESG, es probable que estos mercados sigan cambiando en los próximos años”, indica el documento.
Con todas estas conclusiones sobre la mesa y dada la visión a largo plazo de las inversiones, Tanguy van de Werve, director general de Efama, considera que los inversores institucionales están en una posición ideal para financiar la transición hacia la sostenibilidad. “Al confiar sus activos a gestores de inversiones, pueden beneficiarse del rápido crecimiento de la experiencia ESG y de las capacidades de compromiso de nuestro sector”, sostiene.
“Para seguir siendo competitivos, los gestores de activos deben adaptar su modelo de negocio para beneficiarse de la IA, convertir los principales retos de sostenibilidad en oportunidades y ofrecer productos de mercado privado a los inversores minoristas. Al asumir estos retos, asumirán un papel aún mayor a la hora de atender las necesidades de los inversores, financiar a las empresas europeas y contribuir a la transición hacia una economía más ecológica”, añade Bernard Delbecque, director de Efama.