UBS Asset Management concluye en el balance de su programa de compromiso con el cambio climático que las empresas de energía y servicios públicos deben mejorar la articulación de su estrategia empresarial para resistir al cambio climático y fortalecer los sistemas de gobierno para supervisar los riesgos y oportunidades relacionados con un mundo con temperaturas más cálidas.
La gestora también ha señalado que las empresas de energía y servicios públicos podrían mejorar la disponibilidad de datos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) directas e indirectas y la claridad de los objetivos de reducción, así como aumentar la exposición a la energía renovable.
Con el cambio climático como uno de los mayores riesgos sistémicos a los que se enfrenta nuestro planeta, las empresas se verán indudablemente afectadas por las alteraciones del medio ambiente. UBS AM lanzó su programa de compromiso con el clima en septiembre de 2017, impulsado en gran medida por el papel en la sociedad que la empresa tiene como gestora de activos a gran escala, así como el hecho de que la generación de energía representa el 42% de todas las emisiones globales de GEI. Desde entonces, sus analistas se han reunido en cuatro continentes con 50 empresas de los sectores energético y de servicios públicos.
Utilizando una combinación de análisis cualitativos y cuantitativos, UBS AM identificó las tendencias que ayudarán a dar forma a su compromiso continuo en el futuro. Algunas de las conclusiones son que más de la mitad de las empresas que participaron no detallan la resistencia de su estrategia actual frente al cambio climático y los posibles impactos a largo plazo del calentamiento global en sus negocios.
El informe también señala que hasta el 62% de las empresas han incorporado las cuestiones medioambientales en la compensación de los ejecutivos. Sin embargo, sólo dos tienen métricas de remuneración explícitamente alineadas con el escenario de dos grados establecido por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
El 72% de las empresas revelan emisiones GEI de alcance 1, 2 y 3, pero menos de la mitad han reducido su número en los últimos cinco años. Además, sólo el 52% valida los datos de emisiones de forma independiente. Asimismo, el análisis concluye que el 68% de las empresas han establecido objetivos cuantificables para reducir las emisiones GEI, pero sólo 12 han establecido lo que consideran que son objetivos basados en la ciencia.