Desde que salió de la sombra de AFP Habitat Chile, el holding financiero Administradora Americana de Inversiones SA (AAISA) ha estado disfrutando del sol. En tres años y medio, desde la restructuración que la dejó a cargo de las AFP del grupo chileno en Perú y Colombia, la firma ha estado consolidando su posición, clavando su bandera en las industrias de fondos en Chile y Perú, bajo la marca Prudential (uno de sus accionistas mayoritarios), y entrando al mercado colombiano de seguros. Mirando hacia delante, la ambición sigue viva, preparándose para acelerar el ritmo de crecimiento en asset management, navegar las incertidumbres de las reformas previsionales andinas y lanzarse a conquistar el negocio colombiano de rentas vitalicias.
La firma –controlada por Inversiones La Construcción (ILC), el brazo financiero de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), y la estadounidense Prudential Financial– se constituyó a mediados de 2021, separando las aguas entre el negocio previsional del grupo en Chile y sus demás operaciones. Desde entonces, “muchas de las cosas han sido en función de lo esperado”, según relata David Gallagher, gerente general del grupo financiero, en su primera entrevista desde que constituyeron AAISA. “Todo está dentro de los planes que nosotros teníamos”, agrega.
En su conversación con Funds Society, en la oficina corporativa de la compañía en el corazón comercial de la comuna de Providencia, el ejecutivo habla con orgullo de los buenos resultados que ha tenido el holding y los negocios que han logrado consolidar. “En estos últimos tres años, hemos sido capaces de expandir la presencia en América Latina”, destaca.
Desde la formación de AAISA, han creado cuatro compañías: la matriz, las gestoras de fondos en Chile y Perú –llamadas Prudential AGF y Prudential SAF, respectivamente– y el nuevo proyecto de la firma: la aseguradora Andina Vida. También se han dedicado a la gestión de las AFP que ya tenían fuera de Chile: AFP Habitar Perú, formada en 2012, y la colombiana Colfondos, adquirida en 2019.
Se ha cumplido el objetivo
La restructuración que derivó en la creación de AAISA tenía dos propósitos principales. “Por un lado, aumentar la visibilidad del resultado fuera de Chile”, explica el CEO de la firma. Como AFP Habitat Chile es “una compañía muy grande, consolidada, con 40 años de historia”, indica, separar las gestoras previsionales en Perú y Colombia las haría más visibles para la gestión. En segundo lugar, le ofrecería a los accionistas “una mayor libertad para explorar actividades complementarias al negocio de administración previsional”, dadas las estrictas regulaciones de giro único por las que se rigen las AFP en la plaza chilena.
¿Se ha cumplido el objetivo, a tres años de la operación?
“A cabalidad”, recalca Gallagher.
La creación de AAISA, indica, les ha permitido operar las compañías de una forma más directa, ya que ahora hay equipos específicos para resolver los problemas de las empresas, independiente de lo que suceda en Habitat Chile. “Tienen una identidad propia”, subraya.
Además, han estado reportando “muy buenos resultados últimamente”, en opinión del máximo ejecutivo. A junio de 2024 registraron un resultado neto de 22.424 millones de pesos (aproximadamente 23 millones de dólares), lo que representa un crecimiento de 20% respecto al año anterior. Este auge se vio replicado en el Ebitda del holding. “Han sido buenos números, en general”, acota Gallagher.
AAISA es controlada por la sociedad Administradora de Inversiones Previsionales (AIP), que también es accionista mayoritaria de AFP Habitat. En ambas firmas tiene una participación de 80%, con el 20% restante en manos de inversionistas minoritarios. AIP, por su parte, es propiedad –en partes iguales– de ILC y Prudential. Su director ejecutivo, Cristián Rodríguez, actúa como CEO del grupo.
AM: preparando el crecimiento
La competitividad y sofisticación del negocio de asset management le han puesto difícil el camino de crecimiento a la firma en ese rubro. Hacia delante, eso sí, prevén apretar el acelerador: “Esperamos crecer más rápido de lo que hemos crecido”, en palabras de Gallagher. El CEO de AAISA describe su impronta como centrada en el conocimiento en inversiones que el grupo estadounidense ha acumulado en sus 150 años de historia.
En esa línea, el ejecutivo destaca que prefieren no segmentar a sus clientes. “A través de la AGF no vamos específicamente al cliente de más dinero, pero tampoco hacemos referencia explícita a que vamos al de menos dinero. No queremos sesgar, sino que queremos reforzar, a través de la confianza y la experiencia, que con nosotros tendrán una asesoría súper transparente, a costo razonable”, comenta, agregando que la idea es atender a todos con el mismo estándar, independiente de si son altos patrimonios o clientes masivos.
En su experiencia con la AGF chilena y la SAF peruana, dos compañías que construyeron de cero, la estrategia ha sido la cautela con el desarrollo del negocio, dedicándose a conocer la industria y sondeando alianzas. “Estamos comenzando con 50 millones de dólares en activos bajo gestión. Nuestro objetivo es alcanzar los 1.000 millones de dólares en AUM en un plazo de tres a cuatro años”, señala Gallagher.
Además del viento a favor que anticipan a medida que se normalicen las tasas de interés –subiendo su competitividad frente a los depósitos a plazo–, están sondeando oportunidades de inversión adicionales. “De forma orgánica, es difícil llegar a ese número”, explica el gerente general, dando luces de una posible adquisición. “Hemos estado estudiando alternativas”, señala, acotando que están “súper abiertos” a encontrar una firma que les permita acelerar el paso.
Más que un perfil de compañía –una boutique, una fintech, una firma incipiente, etc–, se están fijando en el “carácter de los socios” y cómo complementan las capacidades que ya tienen las gestoras de Prudential, agrega.
Una oferta más osada
Este espíritu tentativo también se ha visto reflejado en la oferta de las gestoras de fondos de AAISA. De momento, tienen vehículos bastante “plain vanilla”, con una colección de estrategias clásicas de money market, renta fija y renta variable. “No hemos innovado mucho en fondos, porque estamos buscando, primero, armarnos algo de track record”, sostiene Gallagher.
La AGF en Chile ofrece seis fondos mutuos: Liquidez Pesos, Renta UF, Renta Internacional, Acciones Chile, Acciones Mundo y Corporativo Pesos. En el horizonte, eso sí, anticipan ampliar la oferta. “En el mediano plazo, pensamos desarrollar algo más parecido a alternativos. Fondos inmobiliarios, cosas de ese tipo”, adelanta el CEO de la firma. En 2025 esperan lanzarse a desarrollar productos adicionales, añade.
En el caso de Perú, han tenido un poco más de espacio para la innovación, con algunos vehículos balanceados y un fondo estructurado, estrategia de renta fija con un plazo determinado. “Allá se compite por los aportantes con las compañías de seguros, con las rentas privadas, que son rentas no vitalicias”, explica el máximo ejecutivo de AAISA. De momento, la oferta en la plaza limeña se concentra en los vehículos Renta Variable Global Fondo De Fondos, Deuda Global Fondo de Fondos, Corto Plazo soles FMIV, Corto Plazo dólares y Renta Segura Dólares I.
¿Y qué hay de Colombia? Ese negocio de asset management todavía no lo exploran en la firma, aunque hay una arista interesante por el lado de las gestoras previsionales. En los negocios de ahorros voluntarios y cesantías hay espacio para hacer productos innovadores, indica el CEO, que no necesariamente repliquen los fondos de pensiones administrados por las AFP.
AAISA ya participa en esa arista, según destaca Gallagher. Colfondos tiene aproximadamente el 6% de la industria en el negocio voluntario y el 10% en cesantías. Ambos productos suman poco más de 1.000 millones de dólares en AUM. Prudential AGF es liderada por el gerente general Michele Silvestro, mientras que Prudential SAF estaba en búsqueda de un CEO al momento de esta edición, bajo el mandato interino de María Gracia del Rio.
AFP: lidiando con los cambios
Es imposible hablar de gestión de fondos de pensiones en la región andina sin discutir los cambios al sistema previsional que se están impulsando en Perú y Colombia. “El tema de las reformas es un tema grande”, concuerda Gallagher. AAISA tiene un pie firmemente plantado en este negocio en ambos países.
En Colombia, Colfondos –con Ricardo Guerra al mando, como gerente general– es el tercer actor del mercado, con 1,7 millones de afiliados y en torno de 700.000 cotizantes, además de 14.000 millones de dólares en AUM. Por su parte, AFP Habitat Perú – donde Mariano Álvarez de la Torre es CEO desde su fundación, en 2011– ocupa el cuarto lugar en ese mercado. La firma cuenta con 1 millón de afiliados y alrededor de 700.000 cotizantes, totalizando 4.000 millones de dólares en AUM.
“La meta que tenemos es reinventarnos lo que sea necesario para poder proteger lo que tenemos y ojalá hacerlo crecer”, asegura el CEO de la matriz de ambas AFP. Mirando los cambios propuestos en ambos países andinos, el máximo ejecutivo del holding mira con preocupación una serie de iniciativas que podrían generar efectos adversos.
La reforma en Colombia
En el caso del sistema colombiano, la reforma como ley ya se promulgó, pero se trata de un marco de referencia general, por lo que faltan los decretos que regularán aspectos específicos. De todos modos, la cosa no pinta un buen panorama, según la visión de Gallagher: “Creemos que la reforma es perjudicial y es inviable para la industria de pensiones colombiana y para el país en sí mismo”.
Para el ejecutivo, el principal problema con la iniciativa es demográfico. El sistema público, de prima media – que compite con el régimen privado, de ahorro individualidad con solidaridad–, es uno de beneficio definido. Este modelo, indica el profesional, funciona en países con poblaciones crecientes, con generaciones jóvenes que contribuyen a las pensiones. Este no es el caso de Colombia. En 2002, ilustra el CEO, nacían 22 personas por cada 1.000 habitantes en el país. En 2022, esa cifra llegaba a 14 por cada 1.000 personas. “Y sigue cayendo”, advierte.
Además, está el componente fiscal, con un gasto de alrededor del 20% del presupuesto anual del gobierno destinado a las pensiones. Esto equivale al 3,5% del PIB. Como referencia, este gasto en Chile era de 2% del PIB antes de la creación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y, tras la inclusión del pilar solidario, se elevó al rango en torno a 3,5%. Aunque en AAISA delinean las problemáticas en torno a las reformas, también destacan las oportunidades, como el ahorro voluntario en Colombia.
A esto se suma que el universo de aportes con el que trabajan las AFP se volverá más pequeño. Con la reforma, señala Gallagher, cada trabajador tiene que contribuir hasta 2,3 sueldos mínimos a la entidad pública, Colpensiones. El remanente será gestionado por la AFP de elección de cada contribuyente. Eso, advierte el ejecutivo, “te restringe mucho el ámbito de acción de las AFP y te obliga a ser afiliado al sector público”. Considerando que el 80% de los trabajadores en Colombia gana menos de dos salarios mínimo, la medida deja a las gestoras privadas “con un quinto de la industria”, indica el CEO.
De todos modos, no todo es sombrío. En AAISA están atentos a las oportunidades que podrían presentarse. Por ejemplo, como la reforma disminuirá el aporte del Estado a las personas de mayores ingresos, eso podría llevarlos a buscar formas de complementar su pensión. “Uno debería esperar que el negocio de ahorro voluntario en Colombia, o de inversiones en general, mejore. Ahí hay una oportunidad que todos están viendo, no sólo las AFP”, comenta Gallagher.
El caso peruano
En cuanto a la reforma impulsada en Perú, el CEO hace eco de un comentario frecuente en la industria local: al menos detuvo los retiros. Tras las siete ventanas de rescates –incluyendo una realizada en 2024– que se han llevado a cabo en el país, se estima que se han liquidado cerca de 30.000 millones de dólares. Esto ha dejado a tres de cada cuatro trabajadores sin saldo en sus cuentas.
Los mercados y negocios que AAISA está mirando
Si hay una forma de describir la forma en que Administradora Americana de Inversiones (AAISA) –matriz que concentra los negocios del grupo Habitat fuera de la AFP que tienen en Chile– lleva sus negocios en la región andina, es cuidadosa.
“No queremos equivocarnos”, explica David Gallagher, gerente general del holding financiero, asegurando que han sido cautos en “aprender a operar el negocio antes de innovar tanto”. En entrevista con Funds Society, el ejecutivo asegura que entienden la necesidad de fortalecer la operación y mejorar la eficiencia, además de adaptar sus modelos de negocios a lo que resulte de las reformas de pensiones en Perú y Colombia.
Actualmente, la firma participa en los negocios de pensiones –a través de AFP Habitat Perú y Colfondos, en Colombia– y administración de fondos –a través de la chilena Prudential AGF y la peruana Prudential SAF– y están entrando al negocio de seguros en Colombia, a través de la compañía Andina Vida. Eso sí, la precaución no implica no sondear oportunidades. Si bien la alianza estratégica entre Inversiones La Construcción y Prudential –controladoras de AAISA– considera sólo los tres principales mercados de la región andina, están explorando posibilidades fuera de esa área.
“Hemos estado mirando otros países que no están explícitamente dentro de la alianza, como México y Uruguay, pero sin tener una directriz de ingresar a esos países”, indica Gallagher. En el caso de México, miran con interés la reforma de pensiones que aprobada recientemente –“con cosas buenas”, recalca el ejecutivo, como una mayor contribución a las cuentas individuales– y la promesa del nearshoring. Uruguay, por su parte, ofrece cercanía, solidez institucional y orden –“se parece a Chile en muchas de esas cosas”, describe–, aunque el tamaño le juega en contra.
Respecto a otros negocios, también están sondeando si hay cosas interesantes en industrias como los multi-family offices y la banca privada. No han pensado entrar en la banca en sí misma, explica el CEO de AAISA, pero sí “sofisticar y apalancar los conocimientos que tenemos de inversiones y servicio y la fortaleza de las marcas de ILC en Chile y de Prudential a nivel mundial”.
“Es difícil desconocer el apoyo que representaron para mucha gente los retiros durante la pandemia. Pero también es innegable el impacto que ha tenido en la debilidad previsional que va a tener esta generación, producto de los mismos retiros”, dice el máximo ejecutivo de AAISA. En ese sentido, el profesional describe la prohibición de retiros estipulada en la reforma como “uno de los aspectos positivos”. Sin embargo, esto no quiere decir que el riesgo regulatorio ha desaparecido por completo. “Si bien ya no existe la ley que te vuelva a permitir los retiros, el riesgo está. No es que esté escrito en piedra”, advierte.
Gallagher también rescata que la reforma “no cambia todo el sistema”, pero acota que hay “un montón de cosas que todavía están por reglamentar”. Dentro de estos pendientes, destaca el premio por performance, cuya magnitud se desconoce, y las licitaciones de stock de afiliados, cuyas condiciones aún no están claras. “Estamos muy cautos a ver qué pasa”, comparte el ejecutivo. Desde la promulgación de la ley, a fines de septiembre de 2024, hay un plazo de 180 días hábiles para emitir los reglamentos pendientes. En AAISA esperan que alrededor de septiembre del próximo año esté la ley completa.
En el entorno actual, es difícil hacer proyecciones. “Va a depender de cómo se reglamente y qué parámetros pongan”, indica el gerente general del holding, aunque ya anticipan que también se busque darle más protagonismo al sistema público. En este contexto, el ejecutivo describe una industria de pensiones que se ha vuelto más ágil. “También se van a poder abrir algunas oportunidades y hay que estar súper atentos a cambiar la estructura, a prepararnos”, comenta.
Seguros: un nuevo horizonte
La búsqueda de nuevas oportunidades llevó a AAISA a expandir sus redes más allá de la gestión de fondos y pensiones, eligiendo Colombia como el domicilio para su nueva aseguradora, Andina Vida.
También decidieron partir de cero con esta compañía y ya cuentan con la autorización de existencia y 30 personas contratadas, bajo el liderazgo del CEO Christian Mora. Ahora, queda pendiente la autorización para funcionar. “Si todo anda bien, esperamos en el corto plazo tener luz verde para poder salir a operar”, relata Gallagher, quien califica el proceso como “una buena experiencia”.La compañía de seguros de vida se dedicará exclusivamente a las rentas vitalicias, de momento, pero anticipan ampliar la oferta a futuro. “Esperamos abrir otros ramos en el mediano plazo”, adelanta el ejecutivo principal del holding.
El origen de esta compañía está en la dinámica del mercado de rentas vitalicias en Colombia. Aunque el profesional indica que “no es muy líquido”, sí hay una base de pensionados crecientes en el tiempo. Por ejemplo: en Colfondo tienen alrededor de 35.000 pensionados, mientras que los afiliados –que eventualmente se van a pensionar– llegan a 1,7 millones.
A esto se suman las capacidades de los controladores de AAISA, ya que tanto ILC como Prudential tienen conocimiento del negocio de rentas vitalicias. “Se abrió una oportunidad de crear una compañía que resuelva parte de las necesidades que tienen nuestros afiliados”, narra Gallagher, agregando que, ante esa coyuntura, “el grupo estuvo dispuesto a correr el riesgo”.