El CEO de BlackRock, gestora a la vanguardia de la adopción de estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) en el mundo empresarial, ha dejado de usar el término porque se ha vuelto demasiado politizado.
Pero el administrador de activos más grande del mundo no ha cambiado su postura sobre los problemas de ESG, dijo Larry Fink el domingo pasado en el Aspen Ideas Festival, según informa la agencia Reuters.
Los políticos republicanos han abierto una batalla contra los criterios de inversión ESG, que consideran una forma de imponer la agenda progresista dentro de las empresas. Por su lado, los demócratas defienden la adopción de estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
En este contexto, BlackRock ha sido objeto de investigaciones por parte de algunos estados controlados por los republicanos e incluso de un boicot a las inversiones en Texas.
«Ya no uso la palabra ESG, porque se ha convertido en un arma tanto por parte de la extrema izquierda como de la extrema derecha», dijo Fink.
Pero el ejecutivo afirmó que la política de fondo de la gestora no cambiará y para 2030 al menos tres cuartas partes de sus inversiones serán con emisores de valores que tienen objetivos científicos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en forma neta.
Según Reuters, Fink dijo el pasado mes de enero que BlackRock había perdido alrededor de 4.000 millones de dólares en activos administrados como resultado de la reacción contra ESG, una pequeña porción de sus nueve billones de dólares bajo administración. Pero el dirigente de BlackRock reiteró en la conferencia de Aspen que no hubo un impacto material en el negocio de la gestora.
«Tuvimos uno de los mejores años de la historia, pero me avergüenzo de ser parte de esta conversación», dijo Fink, y agregó que sus cartas anuales a los inversionistas que abordaban temas de ESG nunca tuvieron la intención de ser declaraciones políticas.