Un parón súbito en la inversión extranjera es algo que cada vez preocupa más a las naciones emergentes. The Economist ha realizado un índice combinando cuatro factores (déficit por cuenta corriente, nivel de deuda externa a corto plazo en relación al nivel de reservas de divisas, crecimiento del crédito y apertura de los mercados financieros) que harían a un país más vulnerable a un frenazo en el flujo de inversión externa.
El índice se ha aplicado a 26 mercados emergentes para medir su grado de vulnerabilidad y los resultados pueden verse en este gráfico, que está en su versión interactiva en este link (mostrando el ranking por países de cada uno de los factores)
En verde aparecen las economías ricas en petróleo, que tienen cierta protección a una congelación del capital, o bien economías con un superávit por cuenta corriente muy alto, grandes masas de reservas de divisas y una economía muy cerrada a prueba de desbandadas de capital extranjero, como China.
En ámbar están buena parte de las economías más grandes del mundo emergente. India, por ejemplo, ya está sufriendo un desplome de la rupia debido a la retirada de capital extranjero. México se cita en el artículo como una nación que por ahora ha aguantado bien, aunque el alto nivel de crecimiento del crédito y la apertura de su mercado financiero son problemas potenciales de cara al futuro.
Perú y Chile caen dentro de la zona ámbar, aunque Chile está muy cerca de la zona roja, en parte por la apertura de su mercado aunque también tienen un déficit por cuenta corriente abultado, según los datos manejados por The Economist.
En terreno de alarma, la zona roja, caen varias economías latinoamericanas. Colombia, Argentina, Brasil y Venezuela. Estas últimas dos economías han sufrido una importante depreciación frente al dólar de sus respectivas monedas en los últimos doce meses. La vulnerabilidad de las divisas latinoamericanas queda patente.