La nueva edición de la encuesta a selectores profesionales de fondos (Global Survey of Professional Fund Buyers) de Natixis Investment Managers fue realizada en el ámbito internacional a 200 selectores de fondos, entre los que se encuentran los encargados de escoger los fondos que se comercializan a través de entidades de banca privada, aseguradoras, fondos de fondos y otras plataformas minoristas. El estudio revela que un 82% de los encuestados creen que sus objetivos de rentabilidad para 2019 son realistas a pesar de la constante incertidumbre geopolítica y económica y el persistente entorno de bajas rentabilidades.
Sin embargo, los selectores de fondos han reducido sus supuestos de rentabilidad a largo plazo a una media del 7,7%, frente al 8,4% de 2018. Con este transfondo incierto, y con el fin de alcanzar estas expectativas de rentabilidad, los selectores de fondos están mostrando una clara preferencia por la gestión activa.
Ante un entorno de incertidumbre, los selectores de fondos eligen la gestión activa
Los selectores de fondos están cada vez más preocupados por factores como el alza de los tipos de interés y la mayor volatilidad bursátil, y sus resultados sufren presiones derivadas del desmantelamiento de la relajación cuantitativa por parte de los bancos centrales, la inestabilidad geopolítica y los conflictos comerciales. Tres cuartas partes de los encuestados están de acuerdo en que cada vez resulta más difícil conseguir alfa en los mercados a medida que estos se vuelven más eficientes, por lo que están dispuestos a pagar comisiones más elevadas por la posibilidad de batir al mercado. Además, coinciden en que la coyuntura en 2019 probablemente favorezca a la gestión activa de carteras.
Con motivo de la presentación de los resultados de la encuesta, Matthew Shafer, responsable del negocio mayorista de Natixis Investment Managers, comentó: “Si el debate entre la gestión activa y pasiva no desaparece, los selectores de fondos verán cada vez más el valor a largo plazo que puede generar la gestión activa. Una gran parte de los selectores de fondos globales (62%) están de acuerdo en que las inversiones gestionadas de manera activa superan a las carteras pasivas en el largo plazo, ya que el 72% de las carteras de inversión se gestionan activamente, una participación que esperan se mantenga relativamente constante durante los próximos tres años. Incluso en sus gestiones pasivas, más de la mitad (55%) está asignando más a beta inteligente que hace tres años, lo que confirma que los selectores de fondos globales están diversificando las posiciones pasivas tradicionales en otras estrategias «.
En líneas generales, se mantiene el rumbo en los activos de riesgo: inversiones alternativas como medio para conseguir rentabilidades y diversificación
El estudio pone de manifiesto que los selectores de fondos no pretenden introducir grandes cambios en la asignación de activos en 2019, en la que prevalece el sesgo hacia los activos de riesgo. La renta variable y la renta fija siguen siendo, con gran diferencia, las clases de activos preferidas, aunque los selectores de fondos pretenden reducir 1,2 puntos porcentuales su exposición total a la renta variable, hasta el 43% (frente al 44% de 2018). También pretenden aumentar el peso de las inversiones alternativas (+19% en infraestructuras; +15% en deuda no cotizada; +17% en inmuebles), con un 70,1% de las asignaciones totales a estas inversiones en activos líquidos. Las inversiones alternativas se consideran herramientas valiosas que contribuyen a alcanzar los objetivos de rentabilidad, gestionar el riesgo y diversificar las inversiones.
La inversión ESG, un año más cerca de su generalización
Dos tercios (67%) de los selectores de fondos encuestados afirmaron estar de acuerdo en que la inclusión de factores ESG será algo habitual en todas las gestoras de inversiones dentro de cinco años. La mitad de ellos (49%) cree que los factores ESG son importantes en su proceso actual de selección de gestores y dos tercios señalaron que aumentarán el peso de las estrategias ESG en 2019.
Más de la mitad (57%) sostiene que la inversión con criterios ESG puede generar alfa. Los selectores de fondos están incorporando cada vez más las consideraciones ESG a la toma de decisiones de inversión y al análisis para poner en consonancia sus estrategias de inversión con sus valores empresariales. Sin embargo, entre sus preocupaciones destacan el conflicto entre los objetivos de rentabilidad a corto plazo y los objetivos de sostenibilidad a largo plazo, la falta de históricos de rentabilidad demostrables y el miedo a que las empresas puedan estar haciendo marketing “verde” engañoso para mejorar su imagen pública.
Matthew Shafer comenta: “El apetito por las inversiones ESG está aumentando año tras año, y los inversores buscan cada vez más reflejar sus valores personales en sus estrategias de inversión al tiempo que los efectos positivos de la sostenibilidad en la rentabilidad a largo plazo con cada vez más reconocidos. . Sin embargo, también oímos y compartimos la inquietud de los selectores de fondos acerca de los “falsos reclamos verdes”. Una clasificación sólida y clara, unas normas de designación para todo el sector y comunes a las diferentes jurisdicciones y transparencia en los informes sobre ESG son elementos fundamentales para mantener la integridad de los productos de inversión ESG. Como líderes en gestión activa, estamos plenamente convencidos y consideramos que el diálogo con los equipos directivos en torno a las cuestiones ESG y el consiguiente ejercicio de los derechos de voto forman parte de la inversión activa y las rentabilidades a largo plazo”.
Cambios más significativos dentro de las clases de activos: menos renta variable estadounidense y más mercados emergentes
Algo menos de la mitad (44%) de los selectores de fondos asegura que pretende reducir la asignación a renta variable estadounidense y las opiniones sobre la renta variable europea están bastante igualadas. Un porcentaje considerable (39%) de los selectores de fondos indicó que planea aumentar su exposición a la renta variable emergente en 2019. Los selectores de fondos esperan un mejor comportamiento relativo de los sectores de servicios financieros, atención sanitaria y tecnologías de la información, y esperan que materiales e inmuebles queden rezagados. Las actitudes en relación con la asignación a renta fija prácticamente no han cambiado con respecto al año anterior. La excepción más notable es el menor interés por los bonos de alto rendimiento debido a la inquietud relacionada con las alzas de los tipos de interés y la capacidad de los emisores de estos títulos para atender sus obligaciones de pago.
La encuesta también reveló que los factores de riesgo más destacados para las carteras son los tipos de interés, la volatilidad y las burbujas en los mercados: así, un 58% de los selectores de fondos encuestados apuntó al alza de los tipos de interés como uno de los riesgos más importantes para las carteras en 2019; en este sentido, el 78% de los selectores de fondos prevé que los tipos de interés suban durante el año. La volatilidad es otra de las grandes preocupaciones de los selectores de fondos: el 84% de los encuestados espera que aumente la volatilidad en los mercados de renta variable en 2019.
Casi dos tercios de los selectores de fondos (un 60%) creen que el marco normativo instaurado después de la crisis financiera no ha ayudado mucho a mitigar los riesgos de mercado actuales y futuros. Además, los selectores de fondos siguen teniendo muy presentes las burbujas en los mercados. Identifican a las criptodivisas como el mayor peligro, además del sector tecnológico, los bonos y los mercados inmobiliarios.