La visión macroeconómica de un 2023 que defraudó las expectativas de muchos inversores deja el campo abierto para lo que será un 2024 extremadamente desafiante en materia de renta fija, activos alternativos y en campos como la inteligencia artificial, comentaron los expositores en el LATAM Consult US Miami & Beyond celebrado el 5 y 6 de octubre en el Playa Largo Resort & Spa de Florida.
“Lo que tenemos todos en común es que somos latinoamericanos, no importa donde estemos viviendo, pero estamos sirviendo a inversores latinos. Por eso esta conferencia va a ser mitad en español mitad en inglés”, comentó Verónica Rey, CEO de LATAM Consult Us en el discurso de bienvenida.
La fundadora repasó la historia de su firma que comenzó junto a María Camacho hace siete años en Montevideo y resaltó que cuando se pensó en la agenda del evento se hizo pensando en “qué es lo que necesita un asesor para hablar con su cliente respecto de su portafolio y de los acontecimientos que están sucediendo y que sucederán”.
El evento que contó con la participación de asesores financieros especializados en clientes latinoamericanos y gestoras que expusieron sobre diversos temas entre los que se destacó la visión macro tanto de este 2023 como lo que se espera para el 2024. Además, la inversión en renta fija, los activos alternativos, la inteligencia artificial y el análisis de datos fueron tópicos que captaron la atención.
En este sentido Ryan Issakainen, Exchange Traded Fund Strategist de First Trust aseveró que todavía se está “en la cúspide de una probable recesión”.
Por esta razón, Issakainen llamó a invertir en valores de mediana y pequeña capitalización considerándolo un movimiento estratégico, especialmente si se vislumbra una recesión en el horizonte.
Por otro lado, llamó a tener en cuenta que la Inteligencia Artificial (IA) tiene el potencial de transformar varios sectores, como la salud y la biotecnología. No obstante, advirtió del peligro de invertir en un único valor o sector relacionado con la IA. Recomendó un enfoque diversificado, potencialmente a través de ETFs o fondos centrados en la IA.
Por último, recomendó la inversión en infraestructuras como las fábricas de vehículos eléctricos y las fundiciones de semiconductores. Según Issakainen, estas inversiones están respaldadas por una importante financiación gubernamental y la necesidad de reorientar las cadenas de suministro, junto con las preocupaciones geopolíticas.
Por el lado de Thornburg, Ben Kirby, Head of Investments, en un panorama de inversión cada vez más marcado por la incertidumbre y la inflación, las acciones que pagan dividendos ofrecen una vía estable y relativamente de baja volatilidad para los rendimientos.
El experto en inversiones dijo que un aspecto fundamental a tener en cuenta es que los dividendos han representado históricamente la mitad de la rentabilidad total del mercado bursátil. A medida que los bancos centrales siguen ampliando sus balances, lo que conduce a un entorno de mayor inflación, un flujo creciente de ingresos procedentes de los dividendos puede servir de colchón financiero.
En la presentación de Fidelity Investments, Claus Te Wildt alertó que la economía aún no está en recesión.
Sin embargo, aunque el panorama económico actual pueda parecer tranquilizador, «la historia nos enseña que la complacencia puede ser perjudicial. Tanto la crisis financiera de 2008 como la pandemia del COVID-19 nos recuerdan que las economías pueden cambiar repentina y drásticamente», comentó.
Es imperativo que los profesionales se mantengan alerta, especialmente cuando las expectativas actuales del mercado estadounidense de una inflación del 3 o 4% divergen de los objetivos de la Reserva Federal del 2% o 3%.
Según el experto, «un factor revelador es la caída media del S&P del 2,9% durante una recesión, que parece baja, y lo es porque la gran corrección se produce en realidad antes del periodo técnico de recesión, lo que subraya la necesidad de una gestión proactiva de la cartera durante el ciclo tardío, cuando el mercado ve venir la recesión».
Además, Kirby alertó que aunque el mercado estadounidense ha mantenido su dominio, es crucial no ignorar los mercados internacionales, que presentan oportunidades infravaloradas en valores que pagan dividendos. Los inversores a largo plazo deberían considerar la posibilidad de ampliar sus horizontes y carteras, teniendo en cuenta que la valoración por sí sola no es un indicador fiable de los rendimientos futuros.
Andrew Harvie, portfolio manager de Columbia Threadneedle Investments EMEA APAC compartió «cierto optimismo, cierta esperanza, sobre dónde está la oportunidad de alpha en los mercados de renta variable en este momento».
Según el estratega se debe desafiar la narrativa común de que el “equity market está dominado únicamente por un puñado de gigantes tecnológicos”. Para Harvie existen vías alternativas para obtener fuertes rentabilidades, en particular en las empresas de pequeña capitalización, que actualmente cotizan con un descuento significativo en comparación con sus homólogas de gran capitalización.
También llamó a pensar en la evolución del panorama en una economía post COVID-19 y aconsejó a los inversores que equilibren estratégicamente los riesgos macroeconómicos cíclicos con las oportunidades de crecimiento estructural.
En ese sentido coincidió con sus colegas sobre el auge de la IA y también resaltó los desafíos demográficos, la acción climática y la automatización son factores clave que configuran el futuro de la inversión.
Jason Singer, partner de Apollo Global Management, explicó cómo «añadir alternativas generalmente reduce la volatilidad”. Sin embargo, reducir la volatilidad no significa renunciar a la rentabilidad total, aseguró.
“Así que, desde nuestro punto de vista, podríamos ver un mundo en el que las carteras de los clientes en los próximos dos años podrían tener entre un 25% y un 50% de la cartera en alternativos, pero, de nuevo, no hay almuerzo gratis, el almuerzo al que estás renunciando es a la liquidez», ejemplificó.
Apollo destacó el potencial de un enfoque híbrido, que combina inversiones públicas y privadas para optimizar el rendimiento de las carteras. Se hizo especial hincapié en las estrategias semilíquidas dentro de las alternativas, como la renta variable privada, el sector inmobiliario y el crédito, que ofrecen una prima de iliquidez a la vez que mitigan el efecto de la curva.
Por último, Apollo está avanzando en la democratización de las inversiones alternativas a través de la educación y la innovación. En ese sentido, Apollo Academy cuenta ya con más de 10.000 suscriptores que invierten activamente su tiempo en aprender sobre venture capital y alternativos.
Brett Collins, de Nomura Asset Management destacó un aspecto del actual mercado de alto rendimiento es su resistencia frente a una posible recesión. «Las empresas mantienen cada vez más efectivo y amortizan deuda, garantizando así una elevada cobertura de intereses y bajas tasas de impago», comentó Collins.
Aunque los impagos pueden aumentar de forma incremental, el ritmo lento permite a los participantes del mercado seguir siendo optimistas, especialmente dada la evolución de la composición del mercado de emisores de mayor calidad crediticia y menor emisión de la calificación CCC.
De cara al futuro, las tendencias del mercado sugieren una contracción del mercado de bonos de alto rendimiento, atribuible a las mejoras y a la menor emisión. Sin embargo, el mercado sigue siendo atractivo para los inversores, en particular para los que abandonan el efectivo, ya que ofrece un aumento significativo de la rentabilidad, agrega el experto.
«En comparación con la última década, los beneficios actuales en el sector de alto rendimiento se encuentran entre los más baratos, a pesar de encontrarse en un mercado de mayor calidad. A la vista de estas tendencias, el mercado de alta rentabilidad tiene un atractivo innegable para los inversores exigentes», concluyó Collins.
Completaron la agenda Clearbridge Investments y Brandywine Global como representantes de Franklin Templeton; Kraneshares; Edmond De Rotschild; Vanguard; Fidelity; Amundi; Wellington Management; Nomura y Virtus.