El gerente de Economía y Estrategia BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua, analizó el primer semestre del año y dio sus recomendaciones para el segundo en el webinar «Mercado global y local en perspectiva: claves para invertir».
Senzacqua afirmó que los mercados se están comportando mejor en cuanto a la renta fija y a la renta variable, destacando en mayor medida Europa frente a EE.UU., aunque Latinoamérica ha estado más difícil “con algunos tropezones” a principios de años, pero con mejores cifras respecto del año pasado. Explicó que ante tasas de renta fija que se mantienen altas y sin expectativas de mayor generación de utilidades futuras por parte del sector corporativo, “las acciones tienden a perder atractivo en comparación a la renta fija”.
Por el lado de la renta fija nacional, Senzacqua dijo que 2022 fue un muy buen año, con retornos muy fuertes, pero en gran parte explicados por el alza de la UF y esa tendencia continuará. Así, la oportunidad de largo plazo seguiría siendo en renta fija en UF, pues “esperamos la primera baja de tasa de parte del Banco Central en septiembre, llegando a fin de año a niveles de 9,25%. Mientras que, en el corto plazo, creemos que hay una oportunidad en instrumentos en pesos por alto devengo, aunque de largo plazo sigue siendo estructural nuestra recomendación de renta fija en UF”.
Añadió que la política monetaria seguirá restrictiva por lo menos este semestre “y pensamos que en octubre o noviembre podría bajar la tasa cuando la economía entregue señales. Bajar la inflación de 11% no va a ser tan difícil bajarla a 5%, pero llevarla a 3% ahí está lo difícil. Porque ¿qué pasa si llegamos a 5% y aflojamos la tasa antes? Esto hace que la decisión de haber recortado antes sea muy costosa”.
Cautela con la renta variable internacional
Respecto de la renta variable internacional, el experto afirmó que “lo que estamos recomendando es que todavía hay noticias que son más para estar cautos. El comportamiento del mercado de renta variable, si bien está positivo, aún baja por preocupaciones mundiales y por las noticias de que los bancos centrales no van a aflojar la política monetaria. Y eso significa que las condiciones financieras seguirán restrictivas con impactos en el consumo y en la inflación”. Agregó que “eso está generando turbulencias en algunas economías, pues se observa un trasvasije de depositantes quienes están retirando sus dineros para ir a otros instrumentos y hacia bancos más grandes. Por lo mismo, los bancos pueden tener un manejo más conservador. Esto no hay que ignorarlo; no hay que pensar que ya pasó lo peor y mirar hacia adelante, no aún. Las decisiones tienden a favorecer la renta fija más que la renta variable”, enfatizó.
Aumenta el riesgo de recesión en Estados Unidos
Es así que la recomendación es continuar teniendo una menor exposición a renta variable respecto de la renta fija, ante el riesgo de revisión a la baja en las utilidades corporativas y riesgos de recesión.
“Creemos que los riesgos de recesión en EE.UU. han aumentado luego de la mayor tensión registrada en el sector financiero en marzo. Al mismo tiempo, valorizaciones elevadas y perspectivas de bajas utilidades nos llevan a suponer que el mercado accionario continuaría con volatilidad en el presente año”, dijo el experto.
“No vemos mucho espacio para la renta variable, mientras que sí vemos una oportunidad de ir construyendo posiciones en renta fija, tanto local como internacional en la medida que la tendencia al alza de las tasas de interés se estabilice. En el caso de un perfil balanceado, recomendamos un 65% de exposición a inversiones de renta fija y 35% a renta variable”, agregó.
En renta fija Internacional, “favorecemos deuda de empresas de buena clasificación de riesgo en EE.UU. y mercados emergentes. Si bien existe un nivel alto de tasas de interés en el high yield de EE.UU., estimamos que hay riesgo de corrección por débil contexto económico. Y en renta variable, preferimos mercados emergentes por sobre desarrollados donde encontramos mayor protección ante posibles caídas, ya que mantienen niveles de valorización más atractivos”.
Asimismo, recomendó complementar las inversiones tradicionales con activos alternativos o productos estructurados permite mejorar el perfil de retorno de un portafolio, aunque sacrificando liquidez. “Creemos que agregan valor y fortalecen más el portafolio los activos alternativos y los productos estructurados”, finalizó.