Se acaba de cumplir en 2025 un año desde el nombramiento de Philippe Setbon como CEO de Natixis IM, que ya tiene un patrimonio de 1,3 billones de euros globalmente. Además de vivir un año de suscripciones netas récord para Natixis IM, Setbon ha lidiado en estos 12 meses con el proceso de adquisición de Generali, que no podía revelar más detalles sobre cómo será la integración, más allá de que ambas compañías están implicadas “en una discusión activa”.
“Claramente la operación de Generali va a acelerar nuestro crecimiento, es nuestra respuesta a la necesidad creciente de capital que presenta nuestra industria”, añadió Setbon, que anticipó que inversores y clientes deberán estar preparados para escuchar por parte de Natixis IM “más anuncios” en esta línea de consolidación dentro de la industria.
Setbon dio la conferencia inaugural del foro Natixis IM Thought Ledership Summit celebrado recientemente en París con medios de toda Europa, en la que describió el contexto actual para Natixis IM como competidor en el mercado financiero y habló de dónde ve oportunidades de negocio para la firma. Recordó que los cuatro pilares de crecimiento que se definieron para la compañía en 2024 siguen en pie y seguirán guiando todas las decisiones de negocio en este sentido: la adaptación del modelo de distribución; la transformación de la oferta de inversión para clientes, con una participación cada vez más activa de la compañía en el área de activos privados; mejorar la eficiencia de la organización en términos de costes; y, por encima de todo, Setbon se refirió a la necesidad de alcanzar lo que él denomina “la habilidad crítica”, que se refiere a que la compañía deberá alcanzar “un nivel crítico de ventas para que nuestro coste de producción sea competitivo en nuestro mercado”, de ahí el anuncio anticipado de que Natixis IM puede estar dispuesta a irse de compras.
Cómo adaptarse al nuevo mundo
Setbon mostró su satisfacción por el regreso del entorno de tipos de interés normalizados después de una década de entorno “lower for longer”, al considerar que unos tipos más elevados “son absolutamente clave, porque permiten crecimiento, y porque el modelo de Natixis IM está adaptado a este entorno”.
Sin embargo, también es consciente de que nos dirigimos a un entorno de inflación estructuralmente más elevada que está teniendo consecuencias particulares para la industria de la gestión de activos: las compañías financieras se van a ver obligadas a emplear más capital para hacer inversiones con las que satisfacer “nuevas necesidades de nuestros clientes que son más costosas”, pero al mismo tiempo deben lidiar con las fuertes presiones a la baja sobre las comisiones. Esto ha provocado, en palabras del CEO de Natixis IM, la industria de la gestión de activos haya sido “de las pocas sin capacidad para trasladar el alza de costes a los clientes”, de ahí el proceso de consolidación en el que lleva envuelta varios años ya.
Para el experto, la consolidación no ha sido en términos del número de competidores que operan en la industria, también ha afectado a la propia organización de los negocios; habla de una “convergencia” entre gestores y dueños de los activos que remite una vez más a la necesidad de emplear más capital “para desarrollar nuevas formas de invertir”, una tendencia cuyo inicio sitúa tras la crisis financiera de 2008 y que considera que seguirá dando forma a la industria de gestión de activo en la próxima década.
Otro elemento que Setbon incluye en su definición de nuevo mundo para la inversión es el final de los tratados de libre comercio tal y como los hemos conocido en los últimos 30-40 años: “Ahora necesitamos adaptarnos a un nuevo mundo de tipos más elevados y ver cómo generamos rentabilidad en cada región”, indicó por un lado.
Como consecuencia de estas tendencias de convergencia en la industria y de reversión de la globalización, Setbon anticipa que los clientes tendrán necesidades “cada vez más locales”, obligando a las gestoras a tener más capacidades a nivel local en las distintas regiones, lo que también tendrá su reflejo en un aumento de los costes.
La era de las altas convicciones
La conferencia de Setbon también giró en torno a cómo la gestión activa, realmente activa, puede contribuir a ayudar a los clientes en este entorno desafiante para la inversión. El experto hizo énfasis en la necesidad de aplicar una gestión auténticamente activa, de altas convicciones, pues considera que durante años numerosos competidores han estado proporcionando a sus clientes carteras de gestión activa, pero con un tracking error bajo frente al índice, por lo que al final lo que han hecho muchos ha sido “cobrar como un gestor activo, pero generar un retorno de gestión pasiva”, algo a lo que se opone para el modelo de Natixis IM. “Nuestra convicción se aplica tanto para los activos cotizados como para los privados, solo invertimos donde tenemos convicción” enfatizó.
En este sentido, afirmó también que los clientes de la firma no son los que se tienen que adaptar, sino ser la propia firma la que adapte su gama para satisfacer las necesidades de los clientes y satisfacer sus expectativas. “Los clientes, necesitan alfa. Ya no quieren pagar por el índice”, declaró.
Por tanto, a modo de conclusión, al avanzar qué otros pasos puede dar Natixis IM en el futuro Setbon volvió a la idea “cliente-céntrica” que ha guiado su mandato hasta ahora: “En la búsqueda de respuestas a esta necesidad creciente de capital, debemos organizarnos para que el cliente esté en medio de cualesquiera que sean las decisiones que tomemos. Los clientes no pueden ser solo una línea en una presentación de powerpoint”, concluyó.