Brasil, Colombia, Chile y México están afianzando un marco de referencia y regulatorio de la aplicación de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el proceso de inversión de los gestores de activos, señala Fitch Ratings.
La calificadora considera que los marcos regulatorios recientes promoverán de manera significativa la movilización de recursos hacia proyectos asociados al desarrollo sostenible, al dar respuesta al desafío general de falta de información relevante, de divulgación por parte de los emisores sobre sus aspectos ESG, o la divulgación incompleta o de información no estandarizada.
En Colombia, el gobierno presentó un esquema de clasificación estandarizada (Taxonomía Verde) en marzo de 2022, que promueve y facilita la canalización de recursos hacia inversiones sostenibles y define los lineamientos primarios para el desarrollo de las finanzas verdes. La Taxonomía Verde fue adoptada formalmente por el regulador financiero (SFC; Superintendencia Financiera de Colombia) en abril de 2022. También, en 2022, SFC expidió las circulares externas 008 y 020 que imparten instrucciones sobre el contenido del prospecto de bonos ambientales, sociales –vinculados al desarrollo sostenible–, y/o de economía naranja (industria creativa y del conocimiento), bajo estándares internacionales de revelación de información.
En México, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (compuesto por representantes del Banco de México o Banxico y autoridades del sistema financiero y tributario) creó en abril de 2020 el Comité de Finanzas Sostenibles, para apoyar en la transición hacia las finanzas sostenibles.
Entre el cuarto trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021, organismos mexicanos impulsaron varios proyectos que apoyarán aún más las iniciativas ESG, como: 1) Taxonomía Sostenible (Secretaría de Hacienda y Crédito Público); 2) Aprovechamiento de Oportunidades de Movilización de Capital (Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro o Consar y Banxico); 3) Medición de Riesgos ESG (Banxico), y 4) Divulgación de Información y Adopción de Estándares ESG (CNBV; Comisión Nacional Bancaria y de Valores).
En abril de 2022, la CNBV lanzó una herramienta de autodiagnóstico voluntario ESG y riesgos relacionados con el clima para las instituciones financieras, que informarán sobre el estado general de integración de factores ESG en la operación y divulgación de entidades financieras y potencialmente a sentar las bases para el desarrollo de normativa ESG a mediano plazo. La CNBV presentará resultados agregados de esos diagnósticos y llevará a cabo una aplicación piloto de la taxonomía con la participación de instituciones financieras voluntarias, con tres objetivos principales: cambio climático, inclusión financiera e inclusión de género.
En Brasil, la Comisión Bursátil y de Valores expidió la Resolución 59 en diciembre de 2021, con el fin de alinear los requerimientos de revelación de factores ESG con estándares internacionales. Entre otros cambios, la resolución amplía las exigencias para la divulgación de información sobre los factores ESG para compañías listadas públicamente. La resolución entrará en vigor en enero de 2023 basada en información a diciembre de 2022.
Además, la Asociación Brasilera de Entidades del Sector Financiero y de Capital (Anbima) amplió los requerimientos de autorregulación para los fondos de renta fija y de acciones. Los fondos con un mandato de inversión sustentable en su totalidad deben usar el sufijo IS (Investimento Sustentável) en el nombre del fondo. Los fondos que consideran los factores ESG en el proceso de inversión pero que no tienen IS como objetivo primario, no pueden usar dicho sufijo. Sin embargo, pueden usar el comentario “este fondo integra aspectos ESG en su gestión”. En estos casos, el gestor debe divulgar la metodología ESG y cómo integra los factores ESG en el proceso de inversión, entre otros procedimientos.
En Chile, a finales de 2021, la Comisión para el Mercado Financiero expidió la Norma 461, cuyo objetivo es elevar los estándares de divulgación y estandarización de información a las entidades supervisadas. La normativa busca que exista más información relevante en materia de factores ESG en favor de las decisiones de inversión de los inversionistas. La norma entrará en vigor gradualmente a partir de diciembre de 2022.
Fitch Ratings considera que los avances destacados anteriormente deberían impulsar una mayor transparencia y estandarización de la información ESG dentro y entre estos mercados, que, a su vez, debería contribuir a desplegar de forma más eficiente el capital orientado a la inversión sostenible y responsable dentro de estos mercados. En consecuencia, se esperaría que los administradores de inversiones locales fortalecieran las capacidades ESG de sus procesos de inversión conforme los mercados avancen más al respecto.