El enfoque de crédito de las carteras de deuda high yield, y, por tanto, el mayor grado de riesgo idiosincrásico comparado con la mayoría del resto de estrategias de renta fija, sugiere que el active share puede ser una medida del riesgo particularmente relevante para este tipo de carteras.
Si consideramos el caso de la deuda high yielden relación con la renta variable de gran capitalización de Estados Unidos, ¿cuál se considera entonces el nivel adecuado de gestión activa en una cartera de deuda high yield?, se preguntan los expertos de MFS. Como forma de abordar esta cuestión, la gestora ha examinado una serie de escenarios para distintas carteras basándonos en el índice Barclays US High Yield 2% Issuer Capped, que, a 28 de julio de 2015, tenía 1.055 emisores.
En el gráfico se muestra un rango de active share para cada uno de los nueve escenarios. Este rango se calculó con carteras de 150, 200 y 250 emisores invertidos de tres maneras, sobre la proporción de nombres que figuran entre los 250 nombres de referencia más importantes (70%, 80% o 90%) y la proporción de los nombres de la cartera aleatoriamente distribuidos entre los 805 nombres de referencia más pequeños. El saldo es el de los 1.055 nombres de los emisores y los 250 principales nombres de los emisores (30%, 20% o 10%).
“Los 250 primeros nombres de referencia representan el 70% del peso del índice de referencia global, lo que sugiere una cantidad razonable de concentración entre los nombres de los principales índices. Los 250 nombres más grandes fueron elegidos como el centro para estos portafolios, en gran parte porque las restricciones de liquidez significan que, cuánto más crece el tamaño de un portafolio, más forzado se verá a incluir estos nombres” dicen los autores del estudio.
Por ejemplo, como muestra el gráfico, una cartera de 250 emisores, con un 80% de los emisores elegidos entre los 250 nombres más importantes y el 20% de los 805 nombres más pequeños, generaría un active share en ese tramo de entre el 58% al 63%. “La matriz indica que la gestión activa incrementa a lo largo de estas dos dimensiones –el número de emisores y la proporción de los 250 nombres de referencia más altos– reduciendo el número de emisores en cartera y aumentando la proporción de los nombres más pequeños”, apuntan David P. Cole, Investment Officer, Joseph C. Flaherty, Chief Investment Risk Officer, y Sean A. Cameron, CFA, analista cuantitativo.
“Estos escenarios muestran que en los rangos típicos de parámetros de cartera, uno generalmente agrega de 3 a 5 puntos porcentuales de participación activa aumentando la proporción de los nombres más pequeños en 10 puntos porcentuales adicionales y se añade 4-8 puntos porcentuales de active share disminuyendo el número de emisores en la cartera hasta 50,5”, añaden
Para terminar, los tres gestores de MFS señalan que los niveles de gestión activa referenciados en los escenarios de la cartera de deuda high yield no se aplicarán necesariamente en otros segmentos del mercado de renta fija. Por ejemplo, un TIPS (Treasury Inflation Protected Securities) o una cartera de créditos gubernamentales / hipotecarios probablemente tendría una participación activa mucho más baja que los ejemplos de alto rendimiento arriba mencionados, en parte debido a la homogeneidad de los emisores en estas carteras.