La inteligencia artificial (IA) y las compañías de pequeña y mediana capitalización, junto al manejo de las emociones a la hora de invertir fueron uno de los focos centrales del V Funds Society Investment Summit de Houston, un evento que reunió a inversores profesionales de Texas y California el jueves 6 de marzo.
Las gestoras de fondos internacionales M&G, State Street Global Advisors y Vanguard presentaron oportunidades de inversión en empresas relacionadas a la IA como tecnología emergente, aseguraron que, de acuerdo a datos históricos, las acciones de las small & médium caps estarían posicionadas para ofrecer más valor, y el ponente de la última de estas firmas habló de la importancia de mantener la calma y la disciplina, sobre todo en momentos de turbulencias en los mercados, mediante el coaching conductual.
El evento contó también con la participación de las gestoras Thornburg Investment Management y Muzinich & Co, que hicieron foco en la renta fija.
La IA, una innovación destinada a seguir creciendo
“¿Creemos que este es un buen momento para invertir en IA? La respuesta es absolutamente sí”, dijo al principio de su exposición Jeffrey Lin, Head of Thematic Equities de M&G, quien presentó el M&G Global Artificial Intelligence Themes Fund, un fondo temático de acciones globales lanzado en noviembre de 2023.
El experto abordó la temática desde una perspectiva histórica, y explicó que en los años ‘50 y ‘60, los científicos informáticos empezaron a pensar en la posibilidad de la inteligencia artificial. En otras palabras, en una computadora que pueda tomar decisiones que los humanos normalmente pueden tomar.
De formación Licenciado en Ingeniería Eléctrica, Lin dijo: “no vemos que esta innovación se detenga en el futuro. Y a medida que aumenta la potencia de procesamiento, el mercado potencial de procesamiento sigue aumentando”. Aseguró después que “mientras la tecnología siga mejorando su rendimiento, habrá demanda de ella”.
En su opinión, el desarrollo tecnológico de la Inteligencia Artificial se centra ahora en la IA generativa, y la siguiente fase será la IA con agentes. “En otras palabras, estos sistemas realmente comienzan a razonar, a conversar mucho más con los humanos”, describió, y es algo «que puede mejorar mucho la experiencia del usuario». También se refirió a los coches autónomos, “que cada vez están más cerca de ser una realidad”.
M&G cree la IA está en sus primeras etapas en comparación con los ciclos de innovación anteriores, como el de la aparición de los microprocesadores y la PC, o el de Internet y los teléfonos móviles. Por eso, remarca la oportunidad de inversión a futuro.
El fondo divide la oportunidad de inversión en IA en tres grandes categorías: los facilitadores (las empresas que proporcionan la tecnología básica subyacente para la IA); los proveedores (las compañías que utilizan tecnología facilitadora para crear un producto o servicio mejorado con IA); y los beneficiarios (no son necesariamente de empresas de tecnología en un sentido tradicional, pero hay compañías que pueden usar esta tecnología para aumentar el crecimiento de los ingresos y/o volverse más rentables).
La ponderación objetivo para cada categoría está en el rango del 25% al 40%. Sin embargo, a la hora de gestionar la estrategia, encontraron que estas grandes categorías no se mueven juntas al mismo tiempo. “Tenemos un gran universo de empresas para analizar y, en cualquier momento dado, podemos cambiar dinámicamente entre esos pocos grupos. Para los inversores, creemos que la oportunidad de crecimiento a largo plazo sigue siendo muy, muy buena”, aseguró Lin.
Optimismo cauteloso y cartera diversificada
Keith Medlock, Vice President Senior ETF Investment Strategist de State Street Global Advisors presentó en Houston su primer ETF cotizado en EE.UU., el SPY, para evidenciar su posición democrática, rentable y líquida.
Como introducción a su exposición, Medlok recordó que el fondo cotizado existe desde 1993, con lo que sobrevivió a la burbuja de las puntocom, la crisis financiera de 2008 y la crisis del COVID. “Cuando miras cómo se ha negociado el ETF SPI durante todo ese tiempo, ves que la estructura del ETF se mantiene bastante bien”, aseguró.
El Licenciado en Matemáticas y Económicas por la Universidad de Arkansas dijo que el escenario base de State Street sigue siendo de aterrizaje suave, que son “cautelosamente optimistas”, y que irán añadiendo activos de riesgo a lo largo del camino, suponiendo que todavía se tienen muchas herramientas de gestión de efectivo en la cartera de los inversores.
Medlok aseguró que espera un crecimiento del PIB superior al promedio, y que eso debería ser bueno para los activos de riesgo. State Street prevé que EE.UU. mantendrá sus ventajas fundamentales en términos económicos y de ganancias frente al resto de los mercados desarrollados, gracias al impulso del desarrollo de la Inteligencia Artificial y a la nueva agenda política de Trump. Esta última podría beneficiar especialmente a las empresas cíclicas y de pequeña capitalización estadounidenses, según la gestora.
Respecto a la inflación, el escenario más probable que contemplan es 2,5%. “Nuestra preferencia sería comprar las caídas en las acciones. Esa sería nuestra sobreponderación”, indicó, y explicó que las empresas cíclicas obtienen buenos resultados cuando tanto el crecimiento como la inflación están por encima de la media.
La alta incertidumbre y el potencial de una volatilidad al alza en el escenario actual, requiere una asignación más allá del 60-40. En opinión del experto, cuando la reaceleración del crecimiento y la inflación comience, “las carteras que tienen una sobreponderación de acciones pequeñas y medianas, y que tienen una sobreponderación de acciones cíclicas, tendrán una ventaja simplemente en función del historial”.
Las exposiciones cíclicas a empresas centradas en el mercado nacional, incluidas las de pequeña capitalización estadounidense y los bancos regionales, podrían verse menos afectadas por posibles conflictos comerciales y aprovechar más los impulsos del aumento de la inversión y el consumo internos, todo ello mientras cotizan a valoraciones económicas, explicó.
Al pensar en exposiciones de “alta calidad y baja volatilidad”, Medlock indicó que las mejores acciones son del sector de tecnología y biotecnología, y también los sectores de crecimiento y europeos.
Medlock planteó entonces una cartera diversificada en acciones, renta fija manejada activamente (bonos de alta calidad con una duración máxima de 6 años) y activos alternativos, como el oro. “No hay razón para apresurarse a volver a invertir completamente en una cartera de acciones”, subrayó.
Respecto al metal dorado dijo que no esperan un “gran rendimiento alcista, pero las características defensivas del oro aún se mantienen y por eso lo quiero en la cartera. Si las acciones están cayendo y es un entorno de aversión al riesgo en general, y hay una venta masiva de bonos, eso podría ser un doble golpe, ya que las tasas están subiendo porque los diferenciales de venta de bonos también se están ampliando”.
Los ETFS que componen la cartera plantea por Medlock son SPSM (SPDR® Portfolio S&P 600™ Small Cap ETF), KRE (SPDR® S&P®Regional Banking ETF), XNTK (SPDR® NYSE Technology ETF), TEKX (SPDR® Galaxy Transformative Tech Accelerators ETF) y XBI (SPDR® S&P®Biotech ETF) en cuanto a la renta variable.
La parte del portafolio de bonos está compuesta por SPDR® DoubleLine® Total Return Tactical ETF (TOTL), SPDR® Blackstone Senior Loan ETF (SRLN) y SPDR® Portfolio Intermediate Term Corporate Bond ETF (SPIB). Por último, la diversificación con alternativos incluye los ETFS GLD (SPDR® Gold Shares), el GDML (SPDR® Gold MiniShares® Trust), el CERY (SPDR® Bloomberg Enhanced Roll Yield Commodity Strategy No K-1 ETF) y el SPIN (SPDR® SSGA US Equity Premium Income ETF).
Controlar el impulso, mantenerse en el mercado
Ignacio Saralegui, Head of Portfolio Solutions para América Latina de Vanguard, se centró en la parte más difícil de las inversiones: en las emociones y los impulsos que suelen emerger en en los inversores en cada momento bajista del mercado, y apeló al público presente, los asesores financieros, que suelen recibir llamados de sus clientes en las etapas de turbulencia financiera.
Su presentación, bajo el título “Stay the course”, desglosó la filosofía de John Bogle, el fundador de Vanguard. La idea principal es que los mercados bajistas y las correcciones son parte de la vida, por lo que lo más importante para un inversor es mantener un enfoque a largo plazo. Desde 1980 ha habido 12 mercados bajistas, con declives de alrededor de un 20% o más. Sin embargo, los aumentos repentinos del mercado alcista han sido más largos y fuertes que los mercados bajistas que los precedieron, explicó, demostrando la importancia de ser resilientes en los momentos de pánico.
“Los clientes pierden control de sus emociones y de sus decisiones en momentos así, pero mantenerse en el mercado es lo que les permite hacer crecer sus carteras”, señaló. Y dijo otra de las frases favoritas de Bogle: “El impulso es tu enemigo, el tiempo es tu amigo”.
Para guiar esos impulsos, Saralegui propuso cuatro principios, que “son todas cosas que podemos controlar”: crear objetivos de inversión claros y adecuados; mantener una combinación equilibrada y diversificada de inversiones; minimizar costos; y mantener la perspectiva y la disciplina a largo plazo.
El Head of Portfolio Solutions para América Latina habló después del valor de los asesores en relación al inversor, y lo dividió en 3: el valor como armador del portafolio, el valor financiero, y el más importante: el emocional.
Sobre el final, Saralegui sintetizó los puntos clave de su exposición: ante la volatilidad del mercado, la tentación de cambiar nuestra cartera es fuerte y abandonar una estrategia de inversión planificada puede ser costoso. Por eso insistió en mantener la inversión y evitar predecir el mercado; reequilibrar periódicamente; y mantener la estrategia a largo plazo. “Estar en el mercado a largo plazo siempre reditúa”, concluyó.