La sociedad gestora de inversiones de la aseguradora española Mapfre ha iniciado un nuevo proyecto, que tiene por objetivos fortalecer la gestión global de inversiones de Mapfre, y preparar el plan para potenciar la gestión de activos de terceros en el grupo, con el fin de aprovechar las oportunidades comerciales que se presentan. Para ello, ha cambiado su denominación y ahora pasa a ser Mapfre Asset Management (Mapfre AM).
Con la creación de Mapfre AM, se busca proyectar la presencia internacional de la gestora y reforzar su visibilidad, en línea con una vocación de gestión global tanto en lo que se refiere a la presencia geográfica como a la oferta de productos y servicios. Para ello, contará con un brazo de gestión en Luxemburgo.
El Grupo Mapfre cuenta con más de 60.000 millones de euros en balance, un equipo de 150 profesionales dedicados a la inversión y con gestión directa en 29 países, aspira a convertirse en un jugador global en la industria de gestión de activos.
Los cambios
La sociedad gestora comenzó a desarrollar sus actividades en el año 1990 y en la actualidad gestiona más de 4.800 millones de euros en manos de 311.000 clientes.La Junta General de accionistas de la sociedad acordó esta re-denominación de la gestora en su reunión del pasado 25 de abril, y el acuerdo se inscribió en el Registro Mercantil el 23 de mayo. En breve, el nuevo nombre también quedará inscrito en el Registro Administrativo de la CNMV.
Estos cambios se enmarcan dentro del plan estratégico del grupo, que se traducen en un incremento de la colaboración, el conocimiento y las capacidades de sus equipos especializados en inversiones a nivel internacional.
Mapfre es una aseguradora global con presencia en los cinco continentes. Compañía de referencia en el mercado asegurador español, es el primer grupo asegurador multinacional en América Latina y uno de los 10 mayores grupos europeos por volumen de primas. Mapfre cuenta con más de 38.000 empleados y con aproximadamente 34 millones de clientes en todo el mundo. En 2015, sus ingresos superaron los 26.700 millones de euros y el beneficio neto se situó en 709 millones.