Arquigest, gestora de activos de Arquia (Caja de Arquitectos española), ha lanzado al mercado un fondo de renta variable europea, su primer fondo de este tipo que se une a su gama de fondos mixtos y renta fija.
Así, ha registrado en la CNMV recientemente Arquiuno Bolsa, un fondo que invierte principalmente en renta variable de la zona euro. Según indica en el folleto, el fondo tendrá una exposición a bolsa de al menos un 75% de su exposición total, centrada principalmente en valores de la zona euro, aunque puede invertir también en el mercado norteamericano, y hasta un 10% en mercados emergentes. En conjunto, al menos el 60% de la exposición total estará invertida en valores emitidos por entidades radicadas en el área euro.
Otra condición es que la suma de las inversiones en valores de renta variable emitidos por entidades radicadas fuera de la área euro, más la exposición al riesgo divisa no superará el 30%, siendo las divisas distinta del euro principalmente el dólar estadounidense.
La gestión toma como referencia la rentabilidad de varios índices: para los valores españoles, el Índice General de la Bolsa de Madrid, para los del resto de la zona euro, el Eurostoxx50, para las acciones norteamericanas, el Standard & Poors 500 y para las de países emergentes, el índice MSCI Emerging Markets.
Además, no establece ninguna limitación respecto a la capitalización o el sector de las acciones en cartera. El fondo, eso sí, tiene un límite del 10% para invertir parte de su patrimonio a través de otros fondos, tanto si son del grupo como si proceden de terceras gestoras.
Según el folleto, el resto de la exposición que no sea bursátil estará invertida en activos de renta fija que serán tanto en renta fija pública de países miembros de la Unión Europea, como en activos de renta fija privada emitida por compañías con sede en países de la OCDE y que estén denominadas en euros. Dentro de la renta fija, además se incluyen depósitos en entidades de crédito e instrumentos del mercado monetario que sean líquidos y negociados o no en mercados organizados. La duración de la cartera no está predeterminada de antemano y los activos no tendrán un nivel de calificación crediticia mínima.