La expansión de las prácticas y estrategias de inversión sostenible está cogiendo velocidad dentro de la industria de fondos de inversión. Así lo pone de manifiesto el informe de 2016 sobre las tendencias de crecimiento de la inversión socialmente responsable en 13 países que pertenecen a la asociación Eurosif, que acoge los foros nacionales sobre el tema, y del que BNP Paribas Investment Partners se ha hecho eco en su blog.
La estrategia ISR dominante, con más de 10 billones de euros en activos bajo gestión (AUM), es la de exclusión de empresas que participan en actividades como la fabricación de armas, el tabaco, la energía nuclear, la pornografía, los juegos de azar y el alcohol. La cifra supone cerca del 48% del total de activos gestionados por profesionales europeos.
Inversión de impacto, el enfoque más prometedor
Sin embargo, la estrategia de más rápido crecimiento es la inversión de impacto en empresas o fondos que tienen como objetivo de generar un impacto social o medioambiental medible y beneficioso, al mismo tiempo que un retorno financiero. Estos fondos casi cuadruplicaron su tamaño durante el período 2013-2015. El estudio Eurosif señala que la inversión de impacto sigue siendo «el enfoque más dinámico y definitivamente el más prometedor para los inversores».
Aunque los inversores institucionales llevan mucho tiempo liderando el mercado ISR y siguen haciéndolo, el sector minorista está dándole alcance rápidamente, pasando de un 3,4% a un 22%, en lo que Eurosif señala como «un cambio importante en la industria».
Aumento en ‘bonos verdes’
También está cambiando el mix de la asignación de activos en ISR. Mientras que las acciones dominaron en el pasado, el último estudio de Eurosif muestra una caída significativa en esa clase de activos, al 30% desde el 50% del año anterior debido a un gran aumento de los bonos, que pasan ahora a suponer el 64% del total de inversiones en ISR, desde el 40% registrado en diciembre de 2013. Este aumento está relacionado con la mayor oferta de ‘bonos verdes’.
En 2015, la emisión de bonos verdes supuso más de 40.000 millones de dólares y tiene potencial para alcanzar los 100.000 millones de dólares, según estimaciones de la CBI (Climate Bonds Initiative).
Las energías renovables y la eficiencia energética fueron las principales categorías de estrategias de inversión temáticas de sostenibilidad. Crecieron un 146% sin duda beneficiadas por una mayor conciencia social de las implicaciones del cambio climático, especialmente después de los acuerdos COP21 y COP22 de París y Marrakech, respectivamente. Francia registra el crecimiento más significativo en este ámbito, con un aumento del 881% en el periodo 2013-2015, seguido por España, con una subida del 264%.
Enfoque de screening
El screening basado en normas es el segundo enfoque ISR, con más de 5 billones de euros en activos bajo gestión y una tasa de crecimiento constante del 40%. Permite a los inversores evaluar el grado de compromiso de las empresas con la protección del medio ambiente, los derechos humanos, las normas laborales y la lucha contra la corrupción. Los mercados nórdicos han liderado en esta área en el pasado, pero Francia está ahora a la cabeza, con 2,6 billones de euros en activos bajo gestión. Suiza es el país que ha mostrado el mayor crecimiento, con un 618% en los últimos dos años.
Por su parte, las consideraciones de deberes fiduciarios han sido reconocidas como un motor principal para la ISR, enviando un mensaje fuerte a los encargados de formular políticas. En el debate fiduciario, los gestores de fondos han llegado a considerar los factores de ESG como parte de sus obligaciones de inversión de acuerdo con su deber fiduciario.
Desde 1997, BNP Paribas IP ha desarrollado una amplia gama de fondos socialmente responsables, que incluyen fondos invertidos en mercados monetarios, bonos y renta variable, así como fondos diversificados. La firma gestiona y asesora a casi 21.000 millones de euros en activos de ISR.