La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe en el que propone cinco áreas sobre las que pueden trabajar los gestores de fondos que tengan una alta exposición a deuda corporativa y activos inmobiliarios con el objetivo de reforzar ciertas áreas prioritarias para estar más preparados ante los futuros shocks del mercado.
En concreto, los cinco ámbitos prioritarios de acción que propone ESMA son: la supervisión continuada de la alineación de las estrategias de inversión con el perfil de liquidez y la política de reembolso; la supervisión continua de la evaluación del riesgo de liquidez; informe del perfil de liquidez del fondo; el aumento de la disponibilidad y uso de LMT; y, por último, la supervisión de procesos de valoración en un contexto de incertidumbre valorativa.
Esta propuesta llega al calor del comportamiento que ha tenido el sector de fondos de la Unión Europea durante el momento más complicado de la crisis del COVID-19. Si bien no se han producido grandes problemas de liquidez, desde ESMA reconocen que la industria europea se enfrentó a un deterioro significativo de la liquidez en algunos segmentos de los mercados de renta fija, así como a la incertidumbre de la valoración en el sector inmobiliario. Ambas circunstancias coincidieron con la salida de inversiones a gran escala de los inversores.
«Desde ESMA hemos coordinado un ejercicio de supervisión con nuestros homólogos nacionales que ha incluido la recopilación y el análisis de datos sobre los fondos expuestos a deuda corporativa y bienes inmuebles. Este estudio ha demostrado que los fondos han respondido adecuadamente a las presiones de los rescates. Sin embargo, también hemos detectado ciertas deficiencias que deben abordarse para mejorar la preparación de los fondos ante futuros shocks y perturbaciones de mercado. Por ello, hemos identificado esas áreas prioritarias de acción en las que los fondos y los supervisores deben trabajar y centrarse para hacer frente a los posibles riesgos de liquidez en el sector. Esto contribuirá a garantizar la protección de los inversores, el orden de los mercados y la estabilidad financiera”, ha explicado Steven Maijoor, presidente de ESMA.
Además, Maijoor ha querido alentar a que se presenten propuestas para enmendar el marco legislativo de la Unión Europea a fin de garantizar que los instrumentos de gestión de la liquidez estén ampliamente disponibles para los gestores de activos en todo el área comunitaria.
Observaciones del informe
Tal y como apunta el responsable de la institución europea, las conclusiones del informe señalan que solo un número limitado de estos fondos suspendió temporalmente las suscripciones y reembolsos. Además, se matiza que los resultados del documento “deben interpretarse con cautela”, ya que la crisis de reembolso vinculada a la pandemia se concentró en un corto período de tiempo, en medio de importantes intervenciones por parte de los gobiernos y cuando el BCE estaba proporcionaron apoyo a los mercados.
En este sentido, destaca que algunos fondos presentaban posibles desajustes de liquidez, por lo que se debe abordar el tema. Según señalan, este es el caso de los fondos que invierten en clases de activos que por su naturaleza son ilíquidos, pero que ofrecen una combinación de alta frecuencia de reembolso y períodos de preaviso cortos.
Por último, las conclusiones del informe reconoce que han surgido preocupaciones en torno a la valoración de los activos de cartera, especialmente en el caso de los fondos inmobiliarios, “para los que la crisis podría tener un impacto más significativo a largo plazo”. Además, los fondos inmobiliarios no adoptan con frecuencia los LMT en su configuración de liquidez.
“En este contexto, los gestores de fondos autorizados en virtud de las directivas sobre UCITS y AIFM deberían mejorar su preparación ante posibles perturbaciones adversas futuras que podrían provocar un deterioro de la liquidez de los mercados financieros y de la incertidumbre de la valoración”, insisten desde ESMA.