“El futuro del sector bancario español tras la reestructuración”: es el título de uno de los números de la colección de estudios Mediterráneo Económico de Cajamar, que ha sido coordinado por el economista Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia y director adjunto del Ivie. En él, se muestra una radiografía completa de la situación actual del sistema financiero español y de su posible evolución a corto y medio plazo.
Con una perspectiva multidisciplinar y la participación de 21 expertos de primer nivel, la publicación señala los principales retos a los que se enfrenta el sector, que se pueden resumir en cuatro: la escasa rentabilidad en un entorno de tipos de interés negativo, la creciente regulación, la irrupción de nuevos competidores digitales, y la crisis reputacional y la pérdida de confianza desatada durante la última crisis.
El contenido de este volumen se estructura en cuatro bloques temáticos. En el primero se hace una revisión de la reestructuración llevada a cabo por el sector bancario español, su impacto y la situación más reciente en comparativa europea. Y el segundo, se centra en los retos que debe afrontar la banca en los próximos años y que se enmarcan en un entorno complejo para recuperar la rentabilidad.
El tercer bloque está dedicado exclusivamente a la banca cooperativa, su evolución reciente y perspectivas de futuro, analizando la experiencia reciente en España y en otros países europeos con amplia implantación del cooperativismo de crédito. Finalmente, el documento se cierra con un capítulo donde, desde el punto de vista del periodismo y la comunicación, se extraen las principales lecciones de la crisis financiera, que deberán ser tenidas en cuenta para evitar que vuelvan a repetirse las mismas consecuencias en el futuro.
Con los deberes hechos
Según el coordinador de la publicación, Joaquín Maudos, “el eje central en torno al cual se articula el estudio es el gran reto al que se enfrenta el sector bancario: aumentar su nivel de rentabilidad para hacer el negocio viable en un entorno complicado”. La banca española ha realizado un intenso saneamiento, ha incrementado su capitalización y solvencia, y ha corregido su exceso de capacidad instalada en términos de oficinas y empleo”.
A la luz de este trabajo, gracias a estos esfuerzos realizados, el sector financiero está en la actualidad en condiciones de realizar su principal función, que es financiar el crecimiento económico, intermediando eficientemente el ahorro a la inversión. Maudos ha insistido en que la prueba de que la banca española ha hecho sus deberes es que “está bien posicionada en el ranking europeo en términos de eficiencia y rentabilidad y ha elevado sustancialmente su solvencia”.
En su opinión, la reestructuración que ha experimentado el sector bancario español en los últimos años ha permitido corregir los desequilibrios que acumuló en la etapa inmediatamente anterior al estallido de la crisis. Sin embargo, se sigue enfrentando a un entorno complicado como consecuencia de la presión e incertidumbre regulatoria, la creciente competencia, las nuevas reglas de juego de la unión bancaria, la creciente digitalización de la actividad y los reducidos tipos de interés que condicionan alcanzar un nivel de rentabilidad que supere el coste de captar capital.
Por su parte, el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, ha querido señalar a raíz de la publicación de este documento que, a pesar del gran esfuerzo de saneamiento que han hecho las entidades financieras en los últimos años, el negocio convencional de la banca ya no es factible en las condiciones que hemos conocido en las últimas décadas. “En esto coinciden todos los analistas, los responsables políticos y, por qué no decirlo, incluso los profesionales de la banca. La actual coyuntura nos obliga a adecuar el tamaño y el funcionamiento de nuestras entidades a los nuevos requerimientos de la realidad económica; a abordar el problema de la rentabilidad con la solución de la eficiencia, y a olvidarnos de vender productos estandarizados y empezar a pensar en ofrecer servicios individualizados y asesoramiento especializado a nuestros clientes”, afirma.
Banca cooperativa
Baamonde ha querido también hacer especial mención al bloque dedicado a la banca cooperativa, un subsector que es liderado por Cajamar en España, y que constituye un instrumento de primera importancia para el desarrollo local de nuestro país, en concreto para la financiación de las empresas y de la economía familiar especialmente en el medio rural.
En este sentido, indicó que “el Grupo Cooperativo Cajamar está contribuyendo al fortalecimiento del cooperativismo de crédito en España, aportando recursos y contribuyendo a garantizar la solvencia de estas entidades, así como preservando y actualizando la naturaleza y la singularidad propia de las cajas rurales en el mapa bancario”. Para finalizar ha manifestado que “el compromiso de Cajamar es seguir aplicando esta genética propia al nuevo escenario, tanto desde el punto de vista del negocio bancario, impulsando el desarrollo socioeconómico, así como fomentando la generación y el intercambio de conocimiento y cultura a través de nuestro Fondo Social Cooperativo. Siguiendo el modelo de nuestros homólogos europeos, nuestro objetivo es seguir liderando la modernización del crédito cooperativo en España”.
Además, el presidente de Cajamar ha querido recordar que es fundamental que todas las entidades financieras se sometan a las misma regulación y supervisión para que no haya distorsiones en la competencia. “Para el cooperativismo de crédito crezca español es necesario que se lleven a cabo integraciones y se gane tamaño, como está sucediendo en otros países europeos, ya que es un sector que está muy atomizado”, ha asegurado.