A punto de cerrar 2024, un año de altos, bajos y volatilidades varias, los artículos preferidos por los lectores de Funds Society en América Latina dan cuenta del amplio abanico de cosas que han demandado la atención de inversionistas y profesionales de las inversiones entre enero y diciembre.
En un contexto de inflación y tasas altas y un sinfín de episodios geopolíticos, la calma relativa y la demografía le han jugado a favor a las perspectivas latinoamericanas, poniéndolas en la mira. Ya en enero Principal Financial Group hablaba favorablemente de la renta variable regional.
Los factores a favor, según describía Seemah Shah, Chief Global Strategist, en su momento, son: bancos centrales en etapa de recorte de tasas; elecciones en Brasil, Chile, México y Colombia que calmaron algo de la incertidumbre local; valorizaciones atractivas; beneficios por la transición energética, dada su producción de litio; y la relocalización de la cadena de suministro, que beneficia principalmente a México.
Por supuesto, el mercado también mantuvo la vista sobre el panorama global. Nuestros lectores se mantuvieron atentos al devenir económico del mundo –particularmente EE.UU.–, con la gran pregunta de la recesión en mente. A inicios de año, según recopila uno de nuestros artículos más leídos del año, Alemania, Reino Unido y Japón se encontraban en recesión técnica y los capitales examinaban los desafíos de EE.UU. y China.
“Vemos una transición más rápida de China hacia un crecimiento menor pero más sostenible a largo plazo”, explicaban desde Grupo Amundi el director de Inversiones, Vincent Mortier, y el director adjunto del área, Matteo Germano. Mientras tanto, en EE.UU. ya se veían los elementos que soportaron su resiliencia este año: “Las encuestas sobre la confianza de los consumidores y los informes de la venta minorista en EE. UU. han sido muy positivos, y el crecimiento del PIB estadounidense supera ampliamente las estimaciones de consenso”, indicó Shannon Saccocia, codirector de inversiones y capital privado de Neuberger Berman, en febrero.
Fuera de los activos tradicionales, la industria financiera cada vez le está poniendo más atención a los criptoactivos. El lunes tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, el bitcoin se empinaba sobre los 84.000 dólares por unidad. Esa cifra probablemente ha hecho que más de algún inversionista se arrepienta, considerando que Syz Private Banking partió esa semana recordando, que hace 14 años, un bitcoin costaba medio dólar.
El auge de inicios de noviembre no sorprende al recordar la variedad de señales de apoyo que ha entregado Trump a ese mercado. “Me aseguraré de que el futuro de las criptomonedas y el bitcoin se haga en EE.UU… Apoyaré el derecho a la autocustodia a los 50 millones de americanos con criptomonedas. Y mantendré a Elizabeth Warren y sus matones lejos de tu bitcoin. Y nunca permitiré la creación de una Moneda digital de Banco Central (CBDC, por sus siglas en inglés)”, dijo el presidente electo en uno de sus mitines.
Negocios locales
En el ámbito de los negocios, dos grandes fusiones llamaron la atención de nuestros lectores durante el año. Primero, el anuncio de la integración de Compass y la brasileña Vinci Partners, que –según indicaron al mercado chileno en mayo– lo convertiría en un “actor líder en la región”, con sobre 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Otra gran operación se fraguó en Chile, donde los grupos financieros BICE y Security anunciaron su fusión. Además de los negocios de banca y seguros, ambas firmas participan en la industria de fondos, y se estima que la integración de ambas operaciones llevaría su participación en fondos mutuos sobre el 10%. Si bien el anuncio se llevó a cabo en enero de este año, la proyección es que la OPA que sellará la operación se lleve a cabo durante la primera mitad de 2025.
Sin duda, una de las historias más llamativas del año se desarrolló en Uruguay, donde un rugbista protagonizó el escándalo financiero que fue la comidilla de Montevideo en el último tramo del año. El exdeportista Gonzalo Campomar –“Lechuga”, para los conocidos– obtuvo unos 65 millones de dólares de parte de prominentes familias de la alta sociedad local. Desde 2021 que venía reuniendo fondos de amigos y allegados para inversiones, con la promesa de criptomonedas y atractivos retornos. Al final, la historia dio a parar a la Fiscalía de Crimen Organizado.
Pero en una nota más alegre, los uruguayos pueden celebrar que su capital tomó la delantera en la región como la ciudad con mejor calidad de vida. La medición la realizó la consultora especializada Mercer y dejó a Montevideo por encima de San Juan y Buenos Aires. A nivel global, la firma coronó a Viena, en Austria.