La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho público el informe sobre la intermediación financiera no bancaria (IFNB) en España correspondiente a 2022. Entre sus conclusiones, descarta vulnerabilidades o riesgos para la estabilidad financiera en los fondos de inversión e incluso hace hincapié en la mejora de algunos indicadores, como el riesgo de crédito o la buena situación en lo que respecta a la liquidez de estos instrumentos.
Así, el informe concluye que no se observan vulnerabilidades relevantes desde el punto de vista de la estabilidad financiera en las instituciones que forman parte de la IFNB. De hecho, en el caso de los fondos de inversión, algunos indicadores relacionados con el riesgo de crédito y de liquidez apuntan a una mejoría respecto a 2021. Esta se explica, sobre todo, por el aumento de la tenencia de deuda pública en las carteras de los fondos, en consonancia con el notable aumento del rendimiento de estos activos durante 2022.
Por otra parte, el apalancamiento medio estimado para los fondos de la IFNB continuó siendo muy reducido y alejado de los valores máximos que establece la normativa. No se observa un uso generalizado ni intenso del mismo, por lo que el grado de apalancamiento del sector no es relevante en la actualidad desde el punto de vista de la estabilidad financiera.
Es destacable la disponibilidad y uso de herramientas de gestión de liquidez por parte de los gestores de fondos de inversión españoles en los momentos necesarios siempre bajo un marco de comunicación permanente y fluida entre la CNMV y las sociedades gestoras.
Los últimos datos muestran, por ejemplo, que el 84% de los fondos de inversión (en términos de patrimonio) tiene establecida en folleto la posibilidad de exigir preavisos de hasta 10 días hábiles cuando los reembolsos superen los 300.000 euros y que el 41% tiene establecida la posibilidad de usar un mecanismo de swing pricing.
Además, los fondos de inversión continúan mostrando un grado elevado de resistencia de acuerdo con los resultados de las pruebas periódicas de estrés que la CNMV realiza sobre estas instituciones. Estas pruebas simulan escenarios teóricos muy severos en términos de reembolsos y evalúan cuántos fondos podrían atender el incremento de reembolsos teórico con la proporción de activos líquidos que se estima para cada fondo.
El último ejercicio realizado revela que bajo el escenario teórico más severo (hasta 19 veces más severo que el observado en la peor semana de la crisis del COVID-19) solo ocho fondos, cuatro de ellos pertenecientes a la categoría de renta fija de alto rendimiento y otros cuatro en la categoría de “otros”, podrían experimentar dificultades a la hora de atender dichos reembolsos. El patrimonio de estos fondos representa el 0,24% del total de los fondos de la muestra.
Una reducción del 8%
El documento concluye que el conjunto de los activos de estas entidades, una vez descontados aquellos que consolidan en grupos bancarios (lo que se denomina medida “estrecha” en contraposición a la “amplia” que sí incluye los activos incluidos en balances consolidados bancarios), asciende a 300.000 millones de euros, un 8,6% menos que en 2021. Esta cifra supone el 6% del sistema financiero total, proporción que se mantiene bastante estable desde 2014 y que es inferior a la de los países que analiza anualmente el Financial Stability Board (FSB) en su informe sobre la IFNB, próxima al 14% de media.
El 93% de los activos analizados corresponden a instituciones de inversión colectiva y el resto a las titulizaciones (3,8%), los establecimientos financieros de crédito (2,4%), las sociedades de garantía recíproca (0,5%) y las sociedades de valores (0,3%).
Mercados privados
Este monitor incluye también un recuadro que trata un tema de especial interés, los mercados privados de capitales (private finance), un ámbito de financiación que ha crecido de forma notable en los últimos años y que, aunque formalmente no se considera parte de la IFNB, suscita gran interés por parte de los reguladores y otros participantes en los mercados.