La Bolsa Social, plataforma dedicada a conectar a inversores de impacto y empresas que generan un impacto social y medioambiental positivo, ha obtenido la autorización de la comisión nacional del mercado de valores (CNMV) para operar en la Unión Europea (UE) como plataforma de financiación participativa.
El nuevo reglamento (UE) 2020/1503 de proveedores de servicios de financiación participativa, que se aprobó en noviembre de 2021, permitirá a la Bolsa Social realizar operaciones de inversión de impacto, tanto de préstamos como de capital, en cualquiera de los 27 países de la UE sin necesidad de adaptarse a las normativas locales y de obtener licencia de operación de los distintos reguladores nacionales, aspectos que eran necesarios hasta la modificación de la legislación europea.
La aprobación del reglamento de financiación participativa, además de mantener unos niveles altos de protección de los inversores, reducir los riesgos asociados a la financiación participativa y garantizar un trato imparcial a todos los clientes, asegura que los proveedores de servicios de financiación participativa apliquen garantías para que los proyectos de sus plataformas se seleccionen de forma profesional, imparcial y transparente.
A la espera de inscribir la autorización en el registro, José Moncada, director general de La Bolsa Social, considera que “la luz verde de la CNMV es un gran hito para nosotros, que da continuidad a nuestra razón de ser desde nuestro nacimiento: construir una comunidad abierta de inversores y empresas que tienen una misión transformadora y que trabajan poniendo a las personas y al planeta en el centro de sus decisiones. De este modo, además de seguir invirtiendo en iniciativas de impacto en España, podremos ampliar nuestra actividad a otros países en Europa”.
Precisamente, La Bolsa Social fue la primera plataforma de financiación participativa autorizada por la CNMV en España en 2015, y desde su fundación ha canalizado más de 11,2 millones de euros para 37 empresas de impacto positivo, gracias a una comunidad de 9.500 inversores. Ahora ya solo falta finalizar los cambios de estatutos y registro para poder iniciar las primeras campañas participativas.
“Este reglamento tendrá un doble impacto. Por una parte, promoverá el impulso de la financiación participada en Europa, facilitando el desarrollo de un sector en auge, y por otra, contribuirá a que más empresas de impacto social y medioambiental encuentren financiación para validar su proyecto”, apunta Moncada.
La Bolsa Social, formada por un equipo de nueve personas, ha contribuido a la consolidación de empresas de impacto como AUARA, Hemper, Nostoc Biotech, Mensos, Tucuvi o Satt Arquitectura Abierta.