La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha acordado iniciar la segunda fase del análisis de la concentración. Según recuerda, la operación consiste en la adquisición del control exclusivo de Banco de Sabadell por parte del BBVA, a través de una oferta pública de adquisición (OPA) hostil que fue anunciada el 9 de mayo de 2024
La CNMC destaca en su análisis sobre la propuesta de OPA que el sector económico afectado por la operación es el financiero, especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos. Y apunta que, adicionalmente, las partes están simultáneamente presentes en el mercado de producción y distribución de seguros, en el de fondos y planes de pensiones y en el mercado de gestión de activos.
Tras este primer análisis, el organismo ha decidido “profundizar en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento”. Según explica en su comunicado, “la apertura de la segunda fase no prejuzga las conclusiones definitivas que la CNMC pueda alcanzar en relación con la operación de concentración. En la primera fase del procedimiento se ha realizado una investigación detallada sobre la situación de competencia en los mercados afectados. Esta redundará en una mayor eficiencia en el análisis durante la segunda fase, cuyo objeto es profundizar en el estudio de la operación”.
Según indican desde la CNMC, el Banco de Sabadell y otros terceros con interés legítimo podrán presentar alegaciones. “También la notificante podrá formular alegaciones y aportar más información. Asimismo, se solicitará un informe preceptivo a las comunidades autónomas en las que la concentración incida de forma significativa. La resolución final que apruebe la CNMC podrá autorizar, aceptar compromisos, imponer condiciones o prohibir la operación”, concluye la nota.
En consecuencia, este proceso se alargará a 2025. A los expertos les ha llamado la atención de que se trata de la primera fusión bancaria que no se resuelve en primera instancia con condiciones, pero hay que tener en cuenta que el sector bancario español viene de experimentar años de una fuerte concentración.
Siguientes pasos y reacciones
Según explican desde Europa Press, “en los supuestos en el que la resolución del Consejo de la CNMC sea de prohibición o subordinación a compromisos, la operación pasaría al Ministerio de Economía que, a su vez, podría elevarla en un plazo de 15 días al Consejo de Ministros”. En cambio, si la operación fuera aprobada ahora por CNMC, “la OPA seguiría el calendario de BBVA, donde se estima un tiempo de entre seis y ocho meses para lograr todas las autorizaciones para lanzar la OPA y cerrar la fusión a mediados de 2025”, añaden.
Por ahora las reacciones de las partes implicadas han sido cautas. «Creemos en el potencial de creación de valor de la operación para los accionistas de Sabadell y de BBVA, así como la sociedad en general», ha afirmado este miércoles el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, durante su participación en el XXXI Encuentro del sector financiero, organizado por ABC y Deloitte. Sobre el proceso, se ha referido a la decisión, el martes 12 de noviembre, de la autoridad española de competencia (CNMC) de extender el análisis a una segunda fase.
«Esperamos que la transacción se apruebe en pocos meses manteniendo todo su potencial de creación de valor”. Si no es así, es decir, si la creación de valor se ve comprometida, BBVA tiene la opción de retirarse: “No dudaremos en retirarnos si no hay creación de valor», ha dicho el consejero delegado. “BBVA continuará colaborando estrechamente con las autoridades para finalizar lo antes posible los compromisos que podrían ser necesarios para aliviar cualquier inquietud que tengan y lograr que se apruebe la transacción”, ha subrayado.
Onur Genç ha resaltado que la banca necesita jugadores con una mayor escala y eficiencia, que le permita aumentar su capacidad de inversión, sobre todo en tecnología. “Y esa gran capacidad de inversión, en nuestra opinión, proviene de ganar escala. Los grandes jugadores son más eficientes porque gastan el mismo dinero en tecnología que los bancos más pequeños, pero obtienen un mayor beneficio porque tienen más clientes. Si son más eficientes, son cada vez más rentables, y si son más rentables, tienen mayor capacidad de inversión”, ha explicado. En ese sentido, “creemos plenamente en el potencial de creación de valor de esta transacción porque crea un jugador fuerte y de gran escala. La lógica económica es innegable”.
En esta misma línea, considera que “Europa necesita campeones financieros”, que ayuden a impulsar el crecimiento de la economía europea. Para ello, “Europa necesita inversiones”, y estas inversiones requieren bancos con la escala suficiente. Onur Genç ha recordado que de los 25 principales bancos del mundo, medidos por su capitalización bursátil, ninguno es de la Unión Europea. “Para crear campeones europeos, primero necesitamos campeones domésticos”, ha concluido.