CECA y AEB organizaron recientemente en Madrid un evento que congregó a más de 120 personas combinando el formato físico y virtual, con el objetivo de analizar el papel del sector bancario en el plan de recuperación ‘España Puede’ y en el actual contexto internacional.
El encuentro, un evento corporativo más de los que organizan ambas asociaciones con el objetivo de crear foros de debate y espacios de reflexión y divulgación para la mejora del sector bancario, y la aportación de éste a la sociedad, ha contado con la participación de Carlos Bastarreche.
Carlos Bastarreche es asesor externo de ambas asociaciones para asuntos europeos y para promover la colaboración de la banca en el plan ‘España Puede’, clave para la modernización del tejido productivo español. Bastarreche es un diplomático español con una dilatada experiencia europea desde 1979. Entre 2002 y 2010 fue Embajador Representante Permanente de España ante la Unión Europea. También ha sido Embajador de España ante Francia y el Reino Unido.
El encuentro comenzó con una exposición a cargo de José María Méndez, director general de CECA, que destacó “el papel clave que ha jugado el sector bancario para mitigar los efectos de la crisis del COVID-19 al canalizar la política monetaria y las iniciativas públicas de impulso a la economía real a la vez que se ha mantenido la provisión de liquidez a las empresas y familias. Medidas como las moratorias (legales y sectoriales) que han beneficiado a casi 1,5 millones de personas, los anticipos de pensiones y prestaciones del SEPE o la financiación a más de 1 millón de empresas ligada a las líneas de avales del ICO, entre otras, ponen de manifiesto la eficaz contribución realizada por la banca en los últimos meses”.
Las entidades asociadas a CECA y AEB quieren adoptar un rol igualmente activo en la implementación del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En ese sentido, el papel de la banca puede ser fundamental como canalizador de los fondos europeos.
José María Roldán, presidente de AEB, considera que “la ejecución del programa de ayudas europeas Next Generation representa un desafío sin precedentes para la economía española. En ese contexto, la capacidad de distribución que tienen los bancos a través de sus redes, así como su experiencia para analizar proyectos y evaluar riesgos, pueden convertirse en un instrumento de gran utilidad para hacer llegar esos fondos a quienes mejor puedan contribuir a ese gran proyecto de transformación de la economía española. Nuestras entidades demostraron con el programa de créditos avalados por el ICO que la colaboración público-privada tiene un gran potencial y puede funcionar muy bien, y ahora vuelven a poner sus medios y capacidades a disposición del programa Next Generation”.
En este sentido, el presidente de la AEB destacó que “uno de los grandes desafíos que plantea la canalización de los fondos europeos es llegar a las pymes, que constituyen el 90% de la economía española y son los grandes creadores de empleo en nuestro país. Hay que modernizar la economía”.
Por su parte, Carlos Bastarreche resaltó que Europa ha resistido a las últimas crisis y ha avanzado en la Unión Bancaria, y las lecciones que hemos aprendido en la pandemia se formalizarán en progresos en la integración. De esta forma, los fondos Next Generation EU son el principio de una capacidad presupuestaria fiscal real de la Unión Europea y Monetaria. La respuesta de la UE ha sido muy positiva.
“España se juega su credibilidad en la distribución de los fondos europeos, es fundamental hacer bien las cosas y no es fácil, pero podemos hacerlo. Hay que modernizar la economía, con la digitalización y la transformación energética. Los bancos españoles pueden, quieren y deben formar parte del desarrollo del programa Next Generation EU en nuestro país y deben hacerlo de forma ordenada y estructurada», sostuvo Carlos Bastarreche.