Las operaciones corporativas se perfilan en 2014 para alcanzar su valor total más alto desde 2007, según un reciente informe de Fidelity. Si la actividad corporativa internacional sigue creciendo al mismo ritmo que en los cuatro primeros meses del año, dice, en 2014 veríamos la cifra de operaciones corporativas más alta por valor desde hace siete años.
Este repunte de las fusiones y adquisiciones, que es una de las principales predicciones de la Encuesta a analistas 2014 de Fidelity, se origina en diversos factores y probablemente tenga varias implicaciones para la inversión, según explica la gestora en un reciente informe.
¿Qué está impulsando la actividad corporativa?
El repunte de las operaciones corporativas se debe a varios factores favorables, según la gestora. En primer lugar, ahora que la economía mundial se está expandiendo, los riesgos están reduciéndose y los beneficios están aumentando, la confianza empresarial ha mejorado considerablemente y así lo indican un gran número de índices internacionales.
Paralelamente, a pesar de que la Fed ya ha comenzado a reducir sus estímulos cuantitativos, el contexto mundial de liquidez sigue siendo favorable gracias a unos tipos de interés bajos y una buena disponibilidad de crédito. Además, en muchos mercados, el sector empresarial también se ha saneado y reforzado considerablemente sus cuentas. En la Encuesta a analistas 2014 de Fidelity, indican que los balances se han saneado, aunque siguen «sin explotarse al máximo»; sin embargo, esta situación parece estar cambiando ahora.
Un aspecto notable de la mejoría de las cuentas de las empresas ha sido la acumulación de unas reservas de tesorería muy importantes. Las grandes multinacionales, sobre todo las multinacionales de EE.UU. que han estado ganando más con sus ventas en el extranjero, han encabezado esta tendencia. Además, dado que los beneficios de las empresas estadounidenses en el extranjero no tributan hasta que no se repatrian, las empresas estadounidenses han estado considerando alternativas más eficientes desde el punto de vista fiscal para estos fondos en el extranjero, incluidas las adquisiciones de empresas de otros países. Este hecho puede considerarse como un arbitraje de regímenes fiscales internacionales.
Arbitraje de regímenes fiscales internacionales
Los esfuerzos por reducir los pagos de impuestos podrían favorecer la actividad corporativa, según Fidelity. Así, como indica el gráfico que figura debajo, muchas multinacionales estadounidenses han acumulado una importante cantidad de beneficios fuera de EE.UU. Repatriar estos fondos a EE.UU. supondría pagar una factura fiscal elevada y eso está espoleando también la inversión extranjera de las multinacionales de EE.UU., lo que incluye operaciones de fusión y adquisición.
Por ejemplo, recientemente se ha constatado que el arbitraje fiscal fue uno de los motivos principales detrás de la oferta de adquisición lanzada por el gigante farmacéutico Pfizer sobre su homólogo británico AstraZeneca. Lo interesante de este caso es que la lógica fiscal de Pfizer se refuerza aún más por un deseo aparente de volver a trasladar su sede al Reino Unido con el fin de beneficiarse de un impuesto de sociedades considerablemente más bajo que en EE.UU.
Implicaciones para los inversores
Según Fidelity, esto es bueno para los inversores porque es favorable para las valoraciones de las acciones: el aumento de la actividad corporativa debería ser favorable para las cotizaciones en general, ya que los inversores descuentan más probabilidades de ofertas de adquisición en un mayor número de posibles objetivos, explica.
Además, porque hay más atención a los grandes valores: gran parte de las noticias relacionadas con operaciones corporativas se ha referido a los grandes valores; dado que este segmento se ha comportado peor que el de los pequeños y está relativamente barato (por ejemplo, el P-VL relativo del subíndice de gran capitalización del MSCI Europe se encuentra en mínimos de 30 años), este peor comportamiento relativo debería corregirse.
Fidelity dice que es favorable para los beneficios de la banca de inversión y el sector financiero: el aumento de la actividad corporativa debería ser positivo para los ingresos de los bancos de inversión y los beneficios del sector financiero.Y también para la economía y la bolsa británicas: la economía y la bolsa del Reino Unido tienen una exposición relativamente grande al sector financiero. Como han puesto de relieve los últimos acontecimientos, el Reino Unido podría ser un gran beneficiario del arbitraje fiscal internacional gracias a su impuesto de sociedades comparativamente más bajo y en descenso.
Las multinacionales estadounidenses probablemente estén entre los compradores más activos: a consecuencia del importante volumen de tesorería acumulada en el extranjero y del régimen fiscal relativamente poco competitivo en su país, las grandes multinacionales estadounidenses probablemente se sitúen a la cabeza de las empresas compradoras en todo el mundo.
En este contexto, el análisis fundamental de las empresas tendrá más importancia: la actividad corporativa impone un enfoque crítico, ya que no todas las operaciones incrementarán el valor de las empresas. «Creemos que esto pone de relieve la importancia de un análisis detallado de las empresas para evaluar las supuestas sinergias y ventajas», dice la gestora en su informe.