JP Morgan Chase apostó fuertemente por convertirse en uno de los principales bancos de Argentina a principios de 2015, mucho antes de que el país comenzará a atraer la atención y confianza de los inversores de nuevo.
En aquel entonces, el país seguía estando en default y los controles de divisas seguían en pie. En mayo de ese año, JP Morgan anunciaba su intención de triplicar el número de empleados en sus oficinas de Buenos Aires hasta llegar a los 1.000 empleados, con la intención de crear en la ciudad porteña su centro regional de operaciones. Las elecciones presidenciales no serían hasta noviembre, pero la apuesta de JP Morgan por Argentina ya estaba en pie.
La jugada resultó ganadora con la llegada del presidente Mauricio Macri y su proyecto de reformas para restaurar la confianza en el país, terminando con una batalla legal de décadas con los acreedores internacionales de la deuda argentina; y eliminando la mayoría de restricciones que afectaban al peso.
Estas reformas han ayudado a convertir a Argentina en el mayor emisor de bonos de mercados emergentes en este año, con casi 25.000 millones de dólares vendidos entre sus acreedores. JP Morgan ha estado posicionado en primera línea para capitalizar este resurgimiento, convirtiéndose en el mayor suscriptor de la deuda del país con las emisiones de 2016.
Además, JP Morgan está en pleno proceso de contratación, el banco tiene intención de aumentar el número de empleados en Argentina más allá de los niveles alcanzados en 2015. Por lo pronto, ha contratado unos 450 empleados de enero a junio de este año.
Según destacó Bloomberg en su nota “La gran apuesta de JP Morgan por Argentina está empezando a pagar”, el banco con sede en Nueva York espera que las emisiones de bonos de Argentina, tanto públicas como privadas, se disparen en 30.000 millones de dólares a finales de año. En los seis primeros meses de 2016, JP Morgan colocó deuda privada y pública argentina por más de 4.000 millones de dólares, algo por encima de Deustche Bank, HSBC y Citi.
JP Morgan fue uno de los cuatro coordinadores de la emisión récord de Argentina de 16.500 millones de dólares en bonos en el mes de abril. Marcando el retorno a los mercados de financiación internacionales por primera vez desde que se produjera el default en 2001. También fue uno de los bancos extranjeros que prestó a Argentina 5.000 millones para impulsar las reservas en enero, un mes después de que Macri tomara posesión de su cargo.
Muchas de las autoridades financieras argentinas trabajaron en algún momento en JP Morgan. En esta lista estarían incluidos el ministro de Finanzas, Alfonso Prat-Gay, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, el subsecretario de Finanzas, Santiago Bausili y el jefe del gabinete del Ministerio de Finanzas, Vladimir Werning.