Jean Raby, CEO de Natixis Investment Managers (Natixis IM) y miembro senior del comité de administración de Natixis, se unió a la firma hace dieciséis meses. Desde febrero de 2017, supervisa las líneas de negocio de gestión de activos, banca privada y capital privado de Natixis IM. De origen francés y canadiense, Raby comenzó su carrera en 1989 como abogado corporativo en Sullivan & Cromwell en Nueva York, donde trabajó en proyectos de finanzas corporativas basados en Argentina, Chile y México. Más tarde, en 1992, fue transferido a la oficina de París.
Transcurridos cuatro años, se unió a la división de banca de inversión de Goldman Sachs, donde trabajó durante dieciséis años en finanzas corporativas, fusiones y adquisiciones, reestructuración y mercados de capital, así como también trabajó ocasionalmente en proyectos de asset management. Se convirtió en socio de la firma en 2004, fue CEO de la división de Francia, Bélgica y Luxemburgo y jefe de la oficina de París en 2006, antes de convertirse en co-CEO de Goldman Sachs en Rusia en 2011. Luego, en 2013, se desempeñó como vicepresidente ejecutivo y director financiero y oficial jurídico de Alcatel-Lucent, el fabricante global de equipos de telecomunicaciones, en un momento en que la empresa estaba al borde de la bancarrota. Un año y medio después, pudieron vender la compañía a Nokia por 15.000 millones de euros. Posteriormente se desempeñó como director financiero de SFR, un operador de medios integrados en Francia. Pero echó de menos el entorno acelerado y ajetreado de la industria de asset management, por lo que decidió fichar por Natixis.
La propuesta de valor
Jean Raby cree firmemente que Natixis IM ofrece una atractiva propuesta de valor para aquellos administradores de activos que desean expandir sus negocios, pero sienten que han alcanzado un techo de cristal en su crecimiento. “Se sorprenderían si supieran cuántos gestores desean aumentar su negocio, pero debido a la presión de la regulación o a la necesidad de invertir en tecnología, no tienen tiempo o les resulta difícil pasar por el esfuerzo de distribuir sus productos fuera de su nicho de mercado. Es entonces cuando acuden a nosotros. Queremos que hagan lo que mejor saben hacer, que es gestionar dinero y nosotros nos ocupamos de todo lo demás, preservando la autonomía del proceso de inversión. Por otro lado, en Europa, y menor medida en Estados Unidos y Canadá, los gestores de activos suelen ser propiedad de un banco o alguna clase de institución financiera. En su ADN está fijada la huella de la institución financiera a la que pertenecen y hay muy poco impulso o incentivo para hacer algo diferente a su compañía matriz. En nuestro caso, tenemos la fortaleza y la solidez de un gran grupo bancario, pero no estamos constreñidos. De hecho, nos beneficiamos substancialmente de la estabilidad de la estructura del grupo y de su apoyo financiero. En cambio, somos capaces de actuar ágilmente y demostrar el espíritu empresarial de un negocio de terceros. Gestionamos muy poco dinero propio y esta es una característica única, no encontrarás muchas gestoras de activos con nuestro tamaño y pertenecientes a una institución financiera que estén tan enfocadas en el negocio de terceros. Somos los únicos y esto es un valor adicional para nuestros socios, para ofrecer la estabilidad de un accionista en el largo plazo”, afirmó.
En septiembre de 2017, la firma realizó su más reciente transacción. Natixis IM, que tiene una red de 26 filiales autónomas de gestores de activos, adquirió una participación mayoritaria en Investors Mutual Limited, una empresa australiana de gestión de fondos, como parte de sus planes para expandirse en la región asiática. “Me sorprendería mucho que no anunciemos una o dos adquisiciones más para finales de año. Se trata de agregar equipos con carácter empresarial que se unan a nosotros; buscamos gestores de activos que tengan un fuerte historial de generación de rentabilidad y que tengan una marca. Este sería el encaje correcto para nosotros, bien porque les brindamos una solución y el respaldo de un accionista a largo plazo o bien porque nos ofrecen algo nuevo, como una plataforma que puedan utilizar otros de nuestros afiliados, o una estrategia o categoría de inversión que complementa nuestra oferta. Queremos hacer negocio con aquellos equipos de gestión que consideramos nuestros socios”, agregó.
Natixis busca el crecimiento del negocio de sus afiliados. Para ello, les ofrece una distribución centralizada en todo el mundo. «En nuestro modelo de negocio, respetamos la autonomía de nuestros gestores de activos en su proceso de inversión y les permitimos mejorar su negocio. Por ejemplo, en 2015, dimos la bienvenida en el grupo a DNCA Finance, un gestor de renta variable value con base en Francia. En ese momento la empresa tenía 14.000 millones de euros de activos bajo administración. Hoy, la firma tiene más de 25.000 millones de euros. Conseguimos esa cifra en sólo tres años y con una tremenda presión en las comisiones de gestión. Podemos permitirnos mantener las comisiones de gestión porque nuestros clientes ven valor -no vendemos la experiencia en la gestión de activos a cualquier precio- y porque existe una gestión central de la distribución que crea una disciplina saludable. También estamos tratando de mutualizar las inversiones en tecnología, encontrando el equilibrio adecuado entre la autonomía de inversión de los afiliados y los beneficios de compartir los desarrollos tecnológicos. El grupo está definiendo su hoja de ruta digital y vamos a implementar un mayor desarrollo conjunto de innovaciones tecnológicas que esperamos beneficien a todos”.
Gestión de activos activa vs pasiva
Aunque Jean Raby reconoce que los gestores de activos pasivos han dominado la narrativa del mercado en los últimos años, el retorno de la volatilidad puede, en su opinión, volver las tornas. “La inversión pasiva llegó para quedarse, pero no vamos a participar en ese negocio y no vamos a cambiar nuestra estrategia. Volvió la volatilidad, nos podemos encontrar al final de un mercado alcista de bonos de 35 años y al final de un ciclo de 10 años en renta variable. En un entorno más volátil y descorrelacionado, un enfoque activo para la gestión de riesgos y la persecución de oportunidades puede tener más sentido. Los inversores individuales sentirán un brusco llamado de atención cuando se den cuenta de que, con una mayor transparencia y divulgación de comisiones, la inversión pasiva no es tan barata como parece. Se espera que los inversores comiencen a considerar algo más que unas comisiones baratas y estudien la rentabilidad real después de descontar las comisiones, que es lo que realmente importa. Cuando eso ocurra, estoy seguro de que se reconocerá la propuesta de valor de la gestión activa”.
Ahorro a largo plazo
En Europa, el ahorro a largo plazo no se ha privatizado, por el contrario, ese ha sido el caso en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, financiando así el ahorro para la jubilación. Estos cuatro países son los cuatro mayores mercados de gestores de activos en el mundo, siendo China el quinto mercado y, principalmente, porque cuenta con una población de 1.600 millones de personas.
Existe un gran interrogante sobre si, en un plazo de entre diez y veinte años, las personas que confiaron en los planes de contribución definida, y que abandonaron los planes de beneficios definidos, tendrán ahorros suficientes para la jubilación. Según Ruby, la experiencia demuestra que las personas con los incentivos adecuados para el ahorro a largo plazo reservarán lo suficiente para la jubilación, sin tener que depender del gobierno. “Al final del día, si se materializa que los sistemas de jubilación privados no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población, el gobierno tendrá que intervenir. Me gustaría un mayor debate sobre la privatización del ahorro a largo plazo en Europa. Debería haber mayores incentivos fiscales para que las personas ahorren, y que las autoridades se esfuercen por lograr un equilibrio correcto. En Canadá existe una combinación de ambos, se alienta a las personas a ahorrar mediante incentivos fiscales y, sin embargo, también tienen la promesa de un ahorro básico de jubilación para todos. Incluso Estados Unidos creó los planes 401k con muchos incentivos impositivos para hacerlo, con la idea de alentar a las personas a que estén preparadas, y creo que ese es el camino. En el Reino Unido, el debate también está en la calle, pero desafortunadamente no hay suficiente discusión en Europa en este momento. En Francia, estamos teniendo el debate sobre las jubilaciones y las pólizas de seguro, tratando de obtener algo más de flexibilidad, pero me gustaría poder ir más allá y discutir sobre los fondos privados de pensiones”.
Las oportunidades de crecimiento
Natixis IM tiene un historial de 25 años de presencia en Europa y en la región de las Américas. Su llegada a América Latina es más reciente, pero es una pieza fundamental en sus planes de crecimiento: “Cuando me llegué el año pasado a la firma, una de las primeras conversaciones que tuve con Sophie Del Campo, -directora general, responsable de Iberia, América Latina y el negocio US Offshore en Natixis-, fue sobre las oportunidades en la región latinoamericana. Obviamente, queremos tener cuidado, invertir a largo plazo y con un enfoque constante. Por otro lado, pensamos que la región es una oportunidad para desarrollar producto a nivel local, pero de nuevo tenemos que encontrar en la región un socio adecuado con cuatro características: carácter emprendedor, una buena marca, un buen historial de rendimiento y que les podamos aportar algo en términos de sinergias en sus ingresos, o que ellos puedan aportar al grupo, que obviamente existe, pero lleva tiempo encontrarlo”, concluye.