Un estudio sobre fondos de inversión y ETFs en Estados Unidos, recientemente publicado por Morningstar, revela que, de media, los inversores soportaron comisiones más bajas en 2015 que nunca antes. La comisión media de los activos ponderados en todos los fondos (excluidos los fondos monetarios y fondos de fondos) fue de 0,61% en 2015, por debajo del 0,64% en 2014 y 0,73% de hace cinco años.
Esta disminución se debe a la demanda, por parte de los inversores, de fondos pasivos más baratos (fondos que replican índices y ETFs) y los fuertes flujos hacia las clases institucionales de los fondos, que llevan comisiones más bajas. Vanguard también contribuyó a la disminución de la media de las comisiones, ya que sus fondos pasivos de bajo coste siguen registrando importantes entradas.
Sin embargo, las menores comisiones medias no necesariamente significan que los inversores estén pagando menos por sus inversiones en general, como también muestra el estudio realizado por Patricia Oey y Christina West. En 2015 se registraron las mayores entradas en las clases institucionales a través de plataformas de pensiones y ETFs a través de asesores “fee-only”. Normalmente, estos canales conllevan comisiones adicionales a las de por sí acarreadas por la simple tenencia de un fondo, por lo que los inversores deben tener en cuenta el coste total de la inversión. Los gastos del advisor y de la plataforma de pensiones superan el rango de este estudio, por lo que no se entra en más detalle, “pero son cada vez un componente más importante en el coste, a medida que los inversores migran hacia los servicios y productos libres de comisiones de estructura”, dicen los autores.
La nueva norma fiduciaria, aprobada recientemente por el Departamento de Trabajo (DOL), establece que cualquier profesional de la industria que proporcione asesoramiento sobre inversiones para las cuentas personales de pensiones (IRAs) y planes de pensiones (como el 401k) deben primar el interés del inversor por delante del suyo propio, primordialmente fijándose en los costes. “Esta regla puede traer un mayor control y transparencia en las comisiones totales de las inversiones, que esperamos nos lleve a menores comisiones para el americano medio que está ahorrando para su jubilación”.
El ratio medio de comisiones de los activos ponderados es una medida del coste medio que soportan los particulares más ajustado que una simple media, que puede resultar sesgada por algunos valores atípicos, como los fondos de altos costes con bajo nivel de activos, explican los autores. En 2015, la media simple de gastos -del total de fondos- fue de 1,17%, pero los fondos con una media de gastos superior suponían sólo el 8% de los activos de los fondos a finales de 2015. (Por lo que decir “con costes inferiores a la media” no es muy revelador). En conjunto, los cambios en las comisiones establecidas por las gestoras no están contribuyendo a la caída del ratio de comisiones medio de activos ponderados.
De hecho, los fondos activos han visto mayores caídas medias por activos ponderados de comisiones que los fondos pasivos. Esto podría llevar a la conclusión de que la caída de comisiones en los fondos activos está llevando a la bajada generalizada de éstas, pero esto no ha sido el caso. Más bien han sido los flujos de salida de los fondos más caros (generalmente, activos) y de entrada hacia los más baratos (primordialmente, pasivos) los que se han traducido en menores comisiones medias sobre activos ponderados.