Las correcciones experimentadas durante el cuarto trimestre de 2018 han vuelto a los inversores españoles mucho más defensivos en cuanto a la asignación de activos de riesgo en las cartera conservadoras. Así se desprende de la última edición del barómetro de carteras españolas de Natixis Investment Managers, que constata la reducción de la exposición en los fondos de renta variable, mixtos y retorno absoluto para incrementar la renta fija.
Con respecto a las tendencias de inversión en España de cara a este año, por una parte, se espera que el aumento de la incertidumbre, unida a la volatilidad de los activos de riesgo, haga que se produzca
una mayor dispersión en la asignación de activos de los inversores.
Juan José Gonzalez de Paz, consultor senior en el equipo de Dynamic Solutions de Natixis Investment Managers, explica que “esta incertidumbre está propiciando que los inversores estén en un modo de “esperar y ver” que puede hacer que puedan no beneficiarse en su totalidad del rebote de mercado de los activos de riesgo”.
Por otra parte, los análisis demuestran que muchos inversores pensaban que el riesgo en la parte de renta fija estaba en la duración y la redujeron de las carteras. Sin embargo, la corrección vino más por la parte de los diferenciales de crédito, debido a la mayor preocupación por una recesión global en años venideros. Ello explica que los inversores hayan vendido posiciones en high yield y convertibles.
Según Almudena Mendaza, directora de ventas para Ibera de Natixis IM, “los inversores en España deben tener cuidado de no juzgar estrategias por su rentabilidad en el corto plazo o rentabilidades pasadas y tampoco frenarse por el miedo a la incertidumbre. De lo contrario, podrían perderse oportunidades de inversión en el camino, como reflejan los datos del barómetro.”
Tendencias de asignación de activos y rentabilidad de las carteras españolas
Durante el cuarto trimestre de 2018 en las carteras conservadoras (46.2%) y moderadas (43.2) cuentan con más activos en España frente a las carteras agresivas (10.6%). En cuanto a la rentabilidad, debido a la corrección de la renta variable, las carteras agresivas (-9,3%) cayeron más que las moderadas (-7,4%) y que las conservadoras (-3,5%).
En renta fija europea se produjo una huida hacia la calidad, por tanto, los bonos gubernamentales terminaron en positivo (1,4%) y el high yield en negativo (-3,7%). En renta variable, se ha producido una reversión a la media, con la renta variable estadounidense corrigiendo más (-14%) que emergentes (-7,8 %) o Europa (-11,6 %). Parece que de momento la mejor evolución de la renta variable estadounidense respecto a otras bolsas globales se ha tomado un respiro.
Según los datos analizados, las correcciones generalizadas en las bolsas globales han hecho que se redujera ligeramente la exposición en renta variable en las carteras moderadas españolas. Además, han reducido la renta variable estadounidense y temática.
Precisamente debido a la volatilidad en los mercados de renta variable, se incrementó la exposición de las carteras conservadoras en las estrategias de renta fija más defensiva, como la renta fija europea de corto plazo. Se redujeron las exposiciones en la renta fija de mayor volatilidad, high yield y convertibles, y se incrementaron los cortos plazos. También se redujeron los bonos ligados a la inflación, ya que las presiones inflacionistas han bajado como consecuencia de la bajada del petróleo y la ralentización económica global.
Los fondos market neutral tanto de deuda como de renta variable cayeron simultáneamente en el último trimestre de 2018, debido a la caída de la renta variable y del crédito. Por esa razón los inversores españoles redujeron su exposición en fondos mixtos y alternativos. A pesar de que, según el barómetro, las estrategias de retorno absoluto han demostrado una relación de rentabilidad-riesgo atractiva en el
largo plazo respecto a los mixtos conservadores.
González de Paz advierte que “los inversores en España podrían estar corriendo el riesgo de estar juzgando una clase de activo por su rentabilidad en el corto plazo, ya que en el largo plazo estas estrategias han mostrado una relación rentabilidad riesgo atractiva con respecto a otras estrategias”
Dos estilos de gestión, dos tipos de asignaciones de activos diferentes
Continua la tendencia observada en el anterior barómetro de dualidad en el estilo de gestión que cambia la asignación de activos. Por un lado, la estrategia “Barbell”, sobrepondera activos de riesgo y defensivos simultáneamente, es decir, renta variable y renta fija a corto plazo y monetarios. Y, por otra parte, la estrategia de “Delegación” de la gestión, sobrepondera multiactivos y retorno absoluto.
En cuanto a las estrategias que podrían aportar valor a las carteras analizadas en el contexto actual Mendaza cree que “en renta variable las estrategias de mínima volatilidad podrían ayudar a proteger al inversor de esta y las estratégicas temáticas podrían ayudar a potenciar la rentabilidad identificando las tendencias de largo plazo. Por otra parte, la renta fija flexible y de retorno absoluto de renta fija podrían desempeñar una buena función en las carteras en el entorno actual de bajos tipos de interés.
Mendazaconcluye que “la gestión activa es más importante que nunca en un momento económico marcado por la volatilidad y la dificultad de conseguir retornos. Sin duda, a la hora de decantarse por un tipo de estrategia u otra, lo fundamental será analizar la cartera del inversor en su conjunto, en función de su objetivo de inversión personalizado y el riesgo. Se trata de analizar de forma minuciosa la correlación de una determinada estrategia con respecto a las otras estrategias que ya forman parte de la cartera del cliente, para asegurarse que dicha estrategia mejoraría el perfil de riesgo y la rentabilidad de esta.”