En un entorno de mercado muy complejo, Artemis, Dunas Capital, EDM, Lazard, LFDE, Man Group, MFS y Oddo BHF AM presentaron sus estrategias en el marco del VI Funds Society Investment Summit, que se celebró los pasados días 10 y 11 de octubre en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid). En el evento brillaron ideas tanto en el universo de renta fija (crédito global y europeo, deuda con grado de inversión, renta fija dinámica…) como en el de renta variable (temática -centrada en inteligencia artificial o el mundo espacial-, bolsa europea con campeones globales o marcas de consumo líderes) o en el espacio multiactivos.
Tras un primer repaso a las estrategias en renta fija y multiactivos, en este segundo artículo analizamos las propuestas de las gestoras en renta variable, centradas tanto en apuestas temáticas (el espacio o la inteligencia artificial) como en acciones de campeones europeos o marcas líderes de consumo, de la mano de Oddo BHF AM, LFDE, EDM y Artemis.
ODDO BHF AM: la inteligencia artificial marca el camino
La inteligencia artificial es una de las temáticas favoritas para ODDO BHF AM, pero no la única. La gestora dibujó un escenario positivo de mercado, de aterrizaje suave y no recesión, en el que podrían brillar inversiones como las medianas compañías europeas (en sectores defensivos o inmobiliarias cotizadas); renta variable temática en segmentos como la IA o la economía verde; estrategias multiactivo; y, también deuda corporativa, buscando carry, no comprensión de diferenciales.
“Vamos hacia un escenario de aterrizaje suave. El mercado laboral ha entrado en zona crítica –relajación, no contracción-, no tanto por la caída de la demanda sino porque los nuevos trabajadores tardan más en encontrar su primer empleo. En EE.UU. el consumo resiste y la Fed lo tiene fácil para recortar tipos, recortes que en noviembre podrían ser de 25 o 50 puntos básicos, pues Powell no quiere limitar el empleo ni la economía y seguirá bajando tasas en los próximos meses, de forma que el tipo de equilibrio estará en torno al 3% por mucho tiempo”, explicaba Leonardo López, Country Head para Iberia y Latam de ODDO BHF Asset Management. Con respecto a las elecciones de EE.UU., considera que generarán volatilidad pero no serán un factor determinante puesto que, independientemente de quien sea el ganador, el déficit empeorará y es muy poco probable que ningún partido domine ambas cámaras, lo que impedirá la implementación de medidas drásticas. Por su parte, Europa ha sorprendido para bien (con el aguante del empleo y el salario real tras el COVID, y con el BCE recortando tipos), mientras Alemania, a pesar de los riesgos, cuenta con margen de maniobra y capacidad de estímulos. El riesgo podría estar en Francia, marcada por la inestabilidad política y la crisis fiscal y de deuda: “Podría ser un factor de alerta para una visión constructiva de la economía europea”, advertía el experto.
Todo este escenario podría beneficiar a la renta variable, si bien López matizaba: “El cómo los recortes de tipos afectarán a las bolsas dependerá de si hay o no recesión: en los últimos años desde 1995, hemos visto que en entornos de recesión la bolsa caía y en caso contrarío subía. Ahora no contemplamos ese escenario de recesión por lo que somos positivos con la bolsa de cara a los próximos seis meses, con predilección por los sectores defensivos, y, por capitalizaciones, puede haber una oportunidad estructural en las medianas compañías europeas. Los recortes de tipos también son positivos para los beneficios por acción, en especial en Europa, donde las firmas son más sensibles al coste de la deuda. Por lo tanto, estamos positivos en renta variable”. En renta fija, considera que los recortes de tasas están descontados en el precio de los bonos a largo y cree que las curvas se empinarán, por lo que no ve valor en la deuda pública a largo plazo. “En los últimos años hemos visto una acumulación de dinero en vehículos monetarios o similares, y ahora los inversores podrían “aparcar” ese capital en segmentos como el crédito IG, que podría ser el nuevo cash (ya como una historia de carry, no de compresión de diferenciales). En su opinión, las empresas están bajando su endeudamiento y mejorando su calidad y rating -sobre todo en Europa-. Así las cosas, ante este escenario de aterrizaje suave, desinflación gradual y rebajas de tipos –y a pesar de la alerta geopolítica-, en ODDO BHF AM buscan fuentes de valor en la rotación de estilos, tamaños y geografías en renta variable, y en carry en renta fija. En el evento, presentaron cuatro ideas de convicción para los próximos meses.
En primer lugar, la renta variable de medianas empresas europeas, en sectores defensivos e inmobiliario cotizado (que ofrece un importante descuento tras verse muy castigado, y presenta potencial por un tema de reversión a la media). “A medio plazo hay que empezar a mirar medianas compañías europeas. Hay que estar en bolsa a través de una gestión activa, y empezamos a ver rotación hacia sectores más defensivos, como salud o consumo, que serán ganadores en este entorno. Las valoraciones son atractivas y las expectativas de beneficios son altas: en Europa y EE.UU. vemos un crecimiento de doble dígito en 2025, y por capitalización, vemos un fuerte descuento de las pequeñas y medianas con respecto a las grandes”, afirmaba López.
En segundo lugar, apuestan por la renta variable desde una perspectiva temática, buscando ideas de crecimiento de carácter secular, los ganadores de las próximas décadas, con dos ideas clave: la inteligencia artificial y la economía verde y sostenibilidad. “El calentamiento global existe y se necesitan inversiones como las ligadas a la energía limpia”, explicaba. Con respecto a la inteligencia artificial, su idea estrella, auguró un crecimiento de patentes y destacó las muchas subtemáticas existentes, para apostar ahora por una rotación desde temas como los semiconductores hacia el software. De hecho, presentó el fondo ODDO BHF Artificial Intelligence, un vehículo de renta variable temática global que invierte en valores de empresas activas en y/o que se benefician del desarrollo de la inteligencia artificial, con una cartera de entre 30 y 60 valores que incluyen compañías de crecimiento, calidad y elevador márgenes, que utilizan la IA en su core o para cambiar sus negocios. Por geografías, se posiciona con más fuerza en EE.UU., por capitalizaciones en grandes firmas -aunque las medianas y pequeñas van ganando protagonismo-, y por sectores en el tecnológico, aunque también en otros como el de semiconductores o ciberseguridad. Eso sí, con la mirada puesta en los ganadores del mañana, los buscan en el sector salud (que pesa el 14% frente al 1% de un año antes), datos y también financiero y automoción (vehículo autónomo).
“La inteligencia artificial supone una disrupción en nuestra vida a todos los niveles, es una revolución en todos los sentidos a la que hay que estar expuestos. Una de las áreas en la que más futuro vemos son los robots humanoides -gracias a la IA han mejorado su calidad pero el coste de fabricación ha caído en picado: Musk prevé 100 millones de robots para 2040 para cubrir la falta de mano de obra- y otra es la salud -la persona que vivirá 1.000 años ya ha nacido, dicen algunos, y hay avances gracias a tratamientos personalizados y que podrán erradicar enfermedades-“, explicaba López.
En tercer lugar, López explicó que es el momento de recoger beneficios en tipos y gobiernos y destinar ese dinero a otros temas, como los vehículos multiactivos, penalizados desde 2022. Y cerró con una cuarta idea: la deuda corporativa, buscando carry, no comprensión de diferenciales, tanto en IG como en HY: “En crédito con grado de inversión a 12 meses, en cualquiera escenario de tipos no vamos a perder, porque las tires son del 4,8%, lo que supone un colchón para las carteras. Por su parte, la tasa default del high yield está en mínimos, por lo que con una gestión activa podremos obtener un carry extra con poco riesgo añadido”.
LFDE: gran potencial en la economía espacial
“El espacio es un viejo-nuevo tema de inversión. Nació hace décadas y ahora ha vuelto a primera línea porque llegan nuevas inversiones desde el sector público y también inversores privados que tratan de desarrollar nuevas actividades del espacio”: fueron las palabras de Christophe Pouchoy, gestor de fondos en La Financièrè de’l Echiquier, para presentar el atractivo de esta temática en renta variable.
Pouchoy, que gestiona los fondos Tocqueville Global Tech ISR, Tocqueville Technology ISR, Echiquier Artificial Intelligence, Echiquier Space y Echiquier Robotics en la entidad, presentó el fondo Echiquier Space, un vehículo de renta variable internacional temática centrado en el espacio. La economía espacial, desarrollada en los años 60, está experimentando una profunda mutación hacia el NewSpace o Espacio 2.0., marcado por la participación de nuevos actores empresariales atraídos por la temática. De hecho, sus perspectivas de desarrollo son exponenciales: con un valor de mercado de 570.000 millones de dólares en la actualidad, se espera que alcance los 2,7 billones en 2045. Se trata de una temática de largo plazo, que se ha vuelto especialmente estratégica con el inicio de una nueva carrera espacial y la participación del sector privado.
“Se trata de una buena oportunidad de mercado: hasta hace poco, la mayoría del ecosistema espacial ha estado financiado por el sector público, sin interés en la rentabilidad, lo que explicaba la falta de innovación, pero en los últimos 10 años, ese nuevo Espacio 2.0 viene catalizado por emprendedores, nuevos inversores y compañías privadas que quieren desarrollar actividades y obtener retornos. Los principales catalizadores son también los costes más bajos de las actividades especiales, los mayores lanzamientos de empresas y una innovación sin límites”, añadía el experto. El gestor habló de nuevas misiones en marcha, haciendo hincapié en el boom de los lanzamientos de satélites de los últimos años, el mayor presupuesto de gasto en países como EE.UU. China, Rusia, India o la UE –con nueva financiación pública- y el interés de la financiación privada, que ya supone un 78% de la actividad total, ante las fuertes perspectivas de desarrollo del ecosistema espacial.
El fondo, creado en 2021, tiene dos objetivos: vida multiplanetaria (que incluye temas como exploración y colonización del espacio, fabricación de satélites y cohetes, lanzamientos comerciales, turismo espacial, energía limpia espacial…) y mejorar la vida en la Tierra desde el espacio (con temas como el internet del espacio, servicios de comunicación con satélites, observación de la Tierra, capacitación de nuevas tecnologías, monitorización del clima o temas de defensa y militares, entre otros).
En total, da acceso a un universo de inversión temático compuesto por alrededor de 200 empresas, pues invierte en empresas internacionales de todas las capitalizaciones tras excluir cuatro sectores, incluidas las armas. El equipo realiza una segmentación propia de este universo en torno a cuatro categorías: «de la Tierra» (compañías basadas en la Tierra que se benefician del desarrollo del ecosistema espacial, como la fabricación de cohetes o satélites) , «del Espacio» (firmas basadas en el espacio y con actividades como exploración, manufactura industrial en el espacio u observación del planeta), «entre la Tierra y el Espacio» (empresas que conectan los dos mundos, como sistemas de telecomunicaciones y lanzamiento de activos espaciales) y «Tecnologías Transversales» (firmas que desarrollan tecnología para permitir el despegue de la revolución espacial, centradas en cloud computing, software industriales o de simulación, etc), para dar lugar a una cartera concentrada de aproximadamente 25-35 valores. Además, la estrategia se basa en un proceso de inversión riguroso que integra los aspectos ESG a través de una carta propia de inversión espacial responsable.
Sobre el posicionamiento, el vehículo está principalmente expuesto a un tema prometedor, que busca maximizar las oportunidades de largo plazo pese a la volatilidad de corto, con una exposición creciente en compañías directamente ligadas a la economía espacial, para beneficiarse de este ecosistema, en nombres como Intuitive Machines, MDA Space o Redwire; también, bajo la perspectiva de que continúa el repunte en el gasto en defensa por problemas geopolíticos, el fondo mantiene una alta exposición a valores expuestos a esta tendencia y que tienen atractivas actividades en el espacio, como Kratos, Leidos o Palantir; con la visión de un mayor compromiso gubernamental en invertir en la reorganización del ecosistema espacial, la cartera ha reforzado la exposición a nombres europeos con posición líder como Thales, Airbus o BAE Systems. Y por último, el gestor explica cómo un escenario económico menos adverso, con bajadas de tipos y normalización de la inflación, beneficiará a nombres sensibles a los tipos de interés como Planet Labs o Rocket Lab. Por geografías, destaca la exposición a EE.UU. (que ocupa más del 70% de la cartera), Canadá, Reino Unido, o Francia.
EDM: el atractivo de los líderes europeos
Más allá de la renta variable temática, las empresas líderes globales también ofrecen una buena oportunidad de inversión. Por eso EDM presentó su estrategia de compañías de calidad y líderes sectoriales globales con sede en Europa, EDM International Strategy Fund. “Presentamos el fondo principal en la casa, un vehículo de renta variable internacional europeo, pero eso no quiere decir que sea un fondo europeo de renta variable internacional sino que invierte en líderes globales con sede en Europa”, explicaba José María Úbeda, responsable de negocio institucional para Iberia/Europa en EDM.
“A veces a los inversores no les interesa Europa frente a EE.UU. y pensamos que la razón esencial es porque la composición del índice es menos atractiva al incluir sectores más maduros con potencial de crecimiento más bajo. Para diversificar de verdad, hay que comprar en Europa una colección de compañías que, con sede en el Viejo Continente, compiten con éxito en los mercados mundiales y son líderes sectoriales globales”, explicaba José Francisco Ruiz, socio y gestor del fondo en EDM, incidiendo en que su fondo es un fondo de renta variable europea pero no al uso: “Seríamos el otro extremo del ETF europeo porque invertimos en una parte de la bolsa europea especialmente atractiva”.
Los gestores, José Francisco Ruiz y Beatriz López, explicaron que aplican un enfoque puramente bottom-up, centrado únicamente en la selección de compañías con calidad y expectativas de crecimiento sostenido a largo plazo, siendo muy disciplinados en las valoraciones. Como consecuencia del análisis y conocimiento de las empresas, surge un fondo de fuertes convicciones, que termina concentrado en una cartera de unos 30-35 valores –y con calificación artículo 8 SFDR-. “Somos inversores en calidad. Buscamos factores específicos que expliquen la evolución de beneficios las firmas, con un active share altísimo, del 80%. Es una propuesta de valor real, con un horizonte de inversión de tres a cinco años. Las compañías están en cartera un promedio de cinco a seis años, cuando otros fondos las tienen de cinco a seis meses”, añade Beatriz López, socia y gestora en EDM
“Todas las firmas cumplen estos requisitos pero no todas tienen el mismo papel en la cartera”, añadía Ruiz. Así, cada compañía tiene un distinto papel distinguiendo tres perfiles que les proporcionan retornos superiores al mercado en distintas situaciones: en primer lugar, compañías con crecimientos elevados respecto a sus comparables y mercado (serían las típicas de un fondo growth pero con la diferencia, matiza el gestor, de la disciplina de valoración, que sí importa en EDM; estas compañías, que ahora suponen el 33% de la cartera, irán bien con las bajadas de tipos); en segundo lugar, compañías de crecimiento estable, con baja correlación con los ciclos económicos, es decir defensivas (que ahora suponen un 37% de la cartera; y, en tercer lugar, compañías de calidad y crecimiento que el mercado no está valorando correctamente, y donde encuentran, además del crecimiento de beneficios, potencial de expansión de múltiplos, correspondiendo estas últimas a su percepción del value, que ahora pesa un 28%. Pero su idea del value difiere de otras: “En España tenemos la sensación de que value hace referencia a firmas con múltiplos muy bajos pero no se trata de eso pues una compañía puede cotizar así porque lo merece. Invertimos si vemos que una firma cotiza a un múltiplo inadecuado –no bajo- para sus previsiones de beneficios”. En resumen, el peso de los tres grupos va cambiando, en función de las perspectivas económicas pero eso no quiere decir que haya análisis top-down: “Que algo vaya mal o bien es consecuencia de tener contacto permanente con las compañías de la cartera. Somos capaces de medir la temperatura del entorno de forma adecuada y de poner el peso adecuado en cada uno de los grupos”, asegura el gestor.
Como consecuencia de todo ello se da forma a una cartera de alta convicción pero también diversificada; y ahora sin bancos o energía. “No somos talibanes de nada: ahora no tenemos porque, al aplicar los criterios de selección, es difícil encontrar oportunidades ahí, pero si eso cambia nada impedirá la inversión. Tenemos una cartera para crecer un 10% al año en los próximos cinco años. Puede haber cisnes negros pero pensamos que tienen que ser muy negros para ser peores que una pandemia mundial que cerró la economía global o que la mayor subida de tipos de la historia que no se veía en Europa tras una guerra”, dice Ruiz.
Y los resultados de este modelo de gestión acompañan: “Desde el 1 de enero de 2019 hemos obtenido retornos un 10% de media anual y superiores al MSCI Europe con dividendos, de forma consistente en el tiempo y con un nivel de riesgo razonablemente bajo. Hemos batido al mercado en periodos en los predominaba el growth o el value, en ciclos alcistas o bajistas. Si seguimos acertando en la selección de valores, si obtenemos conclusiones correctas sobre los líderes globales de los próximos cinco años, debería acompañarnos la rentabilidad”, añadía, matizando que tratar de buscar líderes con un horizonte temporal más amplio puede llegar a ser un ejercicio de fe. “Una de las claves del fondo es la consistencia a la hora de batir al mercado todos años. Y es importante que los mayores contribuidores y detractores a la rentabilidad no sean una o dos acciones: el 70% de la cartera lo ha hecho mejor que el benchmark durante los últimos cinco años y es clave no tener grandes errores”, añadía López.
Artemis: aprovechando las oportunidades de consumo en las economías emergentes
La clase media emergente es un tema que ofrece grandes oportunidades de inversión, sobre todo ante la demanda de los consumidores por marcas líderes. Y esa oportunidad es la que captan desde Artemis Investment Managers, con su estrategia Consumer Brands. Así, el objetivo del fondo Artemis Funds (Lux)-Leading Consumer Brands es aumentar el capital durante un periodo de cinco años aprovechando el potencial de beneficios de la clase media emergente y la evolución de la demanda de los consumidores mediante la inversión en marcas de consumo líderes. El fondo, distribuido en España por el equipo de Capital Strategies Partners, ha conseguido en los últimos años batir a los mercados de renta variable, tanto globales como estadounidense. Su estrategia consiste en centrarse en las marcas de consumo líderes, que ofrecen rentabilidades lineales y consistentes, incluso en periodos complejos como crisis financieras. Hoteles, marcas de bebidas, vino, retail, bienes deportivos… están entre los sectores en cartera.
Las compañías tienen su sede en Europa en la mayoría de los casos pero están expuestas a un catalizador de ingresos que normalmente está fuera de sus fronteras, es decir, tienen exposición al crecimiento del mundo emergente pero sus costes de capital en los mercados desarrollados. Gracias al potencial del consumo, pueden ofrecer crecimientos en sus ingresos anuales de medio-alto dígito, presentan balances conservadores y están controladas por familias en muchos casos, lo que favorece también el retorno en forma de dividendos y recompras de acciones. Se trata de marcas que crean fuertes barreras de entrada, dando a las empresas que las poseen poder de fijación de precios. El resultado son unos márgenes de beneficio elevados, explican en la firma. De hecho, la estrategia busca retornos de bajo doble dígito de forma anualizada.
Entre los catalizadores de crecimiento para las marcas de consumo líderes, Swetha Ramachandran, gestora en Artemis, destacó el auge de la clase media (cinco personas se unen a la clase media a nivel global cada segundo), así como los cambios demográficos, pues los Millennials y la Generación Z ya suponen dos tercios de los ingresos del sector: “Los consumidores jóvenes son más conscientes de las marcas desde una edad temprana. Las generaciones más jóvenes quieren comprar menos pero comprar mejor”, explicaba. De hecho, un tercer catalizador es la sostenibilidad, y ese deseo de comprar menos pero mejor.
La estrategia se beneficia así de un mundo cambiante, donde el poder de la marca está fuertemente correlacionado con la rentabilidad de las acciones de una compañía (“la rentabilidad de una gran marca tiende a ser mayor que el mercado en general, gracias al poder de fijación de precios, lo que supone un círculo virtuoso de rentabilidad”) y donde los nuevos consumidores de las clases medias lideran la adopción de las mismas: solamente 3.000 millones de personas han pasado a formar parte de la clase consumidora en Asia en solo 30 años, recordaba Ramachandran. De hecho, Asia es el mayor mercado para la próxima década para las grandes marcas, pese al momento que atraviesa China. La experta recordó que la desaceleración en el país es cíclica, no estructural, y que el apetito por las marcas sigue siendo alto. Pero, más allá de Asia, otros mercados también están ahí: “Nuevos mercados están emergiendo para las marcas de consumo líderes: los mercados asiáticos son el mayor catalizador para la próxima década pero África y Latinoamérica ofrecen también potencial”, aseguró.
La experta dibujó un escenario en el que la recuperación de China a partir de 2025, el atractivo de los múltiplos (bajos desde un punto de vista histórico) y los mayores márgenes de las marcas líderes de consumo hacen muy atractiva la inversión en la estrategia actualmente. Y también en el futuro, puesto que los gestores tienen en cuenta la evolución del gusto de los consumidores a lo largo de los años: “Los consumidores evolucionan; lo que es interesante en un momento puede no serlo dentro de cinco años y necesitamos ser humildes para capturar esos cambios”. Como ejemplo, hace años muy pocos ciudadanos chinos tenían pasaporte y ahora el gusto por los viajes se ha incrementado mucho, porque el concepto de ocio es relativamente nuevo en el país. “Hace años no interesaba viajar, incluso dentro del país. Ahora, hay nuevas categorías que se benefician del crecimiento y cambios en el consumo chino”, destacaba la experta. Otro ejemplo: si hace años las grandes marcas podían relacionarse con una tienda en París (Hermes), ahora pueden asociarse más a experiencias (Ferrari, restaurantes) e insertarse en la vida diaria (LVMH).
El fondo, lanzado en diciembre de 2023 y que puede catalogarse como quality growth, con sesgo a large caps, se posiciona a través de un approach bottom-up en 25-35 firmas con fuerte exposición a los consumidores pudientes, barreras de entrada, poder de fijación de precios y altos retornos sobre el capital invertido, fuertes márgenes de crecimiento que encuentra en múltiples subsectores. La selección es clave debido a la polarización en los diferentes segmentos, aclara la experta. Como ejemplos en cartera, Ferrari y On Holding, que ofrece una atractiva valoración, fuerte margen y rentabilidad mayor que en el pasado.