El empuje de la inversión sostenible es equivalente en intensidad al desarrollo de la legislación a nivel europeo. De hecho, el despliegue normativo ha sido tan amplio que genera confusión no solo a los inversores sino también a los profesionales. Para contribuir a rrojar luz sobre conceptos clave de la inversión sostenible, en materia de estrategias y herramientas, Afi y Allianz GI han presentado la guía práctica “Sostenibilidad y Gestión de Activos”, un documento en el que se contextualiza la evolución de la inversión sostenible en los últimos años. «Si los Gobiernos y los bancos no pueden financiar el cambio hacia una economía sostenible, el cambio lo tendrán que hacer los mercados de capitales. Europa se ha dado cuenta de esto y se ha puesto a legislar», ha señalado Carlos Magán, socio de Afi, durante la presentación de al guía.
En este sentido, Europa quiere preguntar a la industria sobre los criterios extrafinancieros que está teniendo en cuenta a la hora de seleccionar las empresas en las que invierte y qué impacto tienen las inversiones realizadas. «Después de leer multitud de informes y estudios en relación con las inversiones sostenibles, no encontrábamos un patrón común que nos ayudara a identificar las diferentes estrategias y herramientas a nuestro alcance, ni su capacidad para satisfacer los objetivos de los inversores, tanto los puramente éticos o morales, como los vinculados con la optimización en la gestión de sus inversiones», añade Magán.
A lo largo de la guía, se identifican numerosos factores externos que serán palancas clave para dinamizar este cambio, tales como la necesidad de definir un posicionamiento estratégico en esta materia, el cumplimiento de la normativa en desarrollo y la satisfacción de unos inversores cada vez más preocupados por la sostenibilidad. “En una industria tan avanzada y competitiva como esta, esto no será una opción, será una necesidad” afirma.
No es la rentabilidad, es el riesgo
La inversión sostenible es, según Marisa Aguilar, directora general para España de Allianz GI, una amplia gama de verdes entre la inversión tradicional, que busca solo el retorno financiero, y la filantropía, que busca un impacto directo en la sociedad. Así, en esa gama de verdes encontramos desde la exclusión de empresas hasta la inversión de impacto. «Hay muchas estrategias, muchas tonalidades de verde y no hay una mejor que otra», ha explicado.
Una de las principales conclusiones de la guía es que la mayor rentabilidad de las carteras sostenibles frente a las tradicionales radica en la gestión del riesgo. «El análisis de la volatilidad tampoco es concluyente. Lo importante aquí ha resultado ser el ‘drawdown’, la caída desde máximos. Aquí observamos una diferencia del 40% en el caso de las carteras europeas», explica Magán.
Hay varios ejemplos en los que estas fuertes caídas pueden erosionar la rentabilidad de una cartera. El riesgo de gobernanza es ilustrativo en el caso de Volkswagen, con el escándalo de las emisiones y el social en el caso de la crisis de Facebook con la venta de los datos de los usuarios. «Estos riesgos nos pueden afectar de manera importante», afirma Magán.
A este aspecto la guía dedica uno de sus capítulos, en el que se desarrolla un análisis cuantitativo de diferentes índices de mercado – desde los tradicionales a los que usan estrategias de inversión socialmente responsables (ISR)- y en el que se demuestra que la aplicación de estrategias sostenibles tiene una influencia clave sobre los riesgos asumidos en las inversiones. Como indica Aguilar, “la integración de información extrafinanciera nos ayuda a optimizar el control de riesgos de nuestras inversiones y aunque esto no se advierte a primera vista en datos como la volatilidad, sí se verifica claramente en la disminución de riesgos extremos, esto es, riesgos de cola”.
Magán concluye que “este es un primer paso para concienciar al sector de la importancia de avanzar en la inclusión de la sostenibilidad en el proceso de gestión de inversiones, modelo de negocio y posicionamiento estratégico; pero todavía queda mucho camino por delante, por lo que será necesario seguir ahondando en esta materia”.