Competir en un nuevo mundo financiero en el que las bigtech y las fintech ganan protagonismo se ha convertido en una necesidad para la banca tradicional, que no deja de evolucionar. En este sentido, ING España explicó su posicionamiento en el marco de la ponencia “La banca ética y responsable”, dentro del curso ‘Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía’, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), y que se celebra en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
Sobre la competencia fintech, César González Bueno, presidente de ING España, habló de las ventajas de las fintech (como la experiencia con el cliente), pero recordó que tienen desventajas como “un alto coste de financiación y capital y lo seguirán teniendo porque entrar en mundo de las licencias bancarias, con los requisitos de capital y complejidad que ello conlleva, está fuera de su ámbito”, así que su futuro será que sean adquiridas por bancos. “Les va a costar mucho crecer ampliamente en el mundo de las hipotecas, la financiación y el pasivo porque el capital necesario para hacer crecer esos negocios es enorme”, añadió.
En este contexto, también en el que los tipos bajos suponen un reto y hacen “que la forma de competir de los bancos tenga que ser más ingeniosa y adaptarse a su entorno”, apuesta por productos contracíclicos, como las hipotecas (con el propósito de convertirse en el primer banco hipotecario de España) y los productos de inversión. “Es mejor invertir que apostar por productos de ahorro: si estamos construyendo para nuestra jubilación no se puede hoy en día dejar el dinero en una cuenta”, dice.
Así, destacó el lanzamiento de su servicio Inversión Naranja, en el que hacen grandes esfuerzos: “Ofrecemos siete carteras diversificadas en plazos, monedas, instrumentos…, siete fondos de inversión que se ajustan a las necesidades de los clientes en función de su apetito por el riesgo, determinado por el plazo”, explicó, indicando cómo “a largo plazo, tiene todo el sentido hacer una inversión de los ahorros en renta variable fundamentalmente. Hay más rentabilidad y menos riesgo a largo plazo invirtiendo en bolsa que en renta fija o depósitos que hoy en día no pueden batir a la inflación”.
10 gestoras… y en expansión
En concreto, el servicio incluye ahora a 10 gestoras, pero sigue en expansión. Y actualmente, cuenta con cerca de 3.000 clientes, de los que el 50% han pasado a invertir en estos productos procedentes de sus cuentas y productos de ahorro. Sus activos rozan los 150 millones de euros. El modelo es digital y con gestión pasiva a largo plazo; y se basa en un nuevo modelo de relación según el cual el inversor se apoya en un manager, que comparte pantalla con el cliente «y eso ayuda enormemente”.
Sobre la idea de lanzamiento de esta propuesta, indicó que han combinado piezas existentes ya en el banco, con una nueva forma de explicarlo a los clientes: “Cuando lanzamos productos de inversión hace 10 años, lanzamos productos indiciados con gestión pasiva pero con el tiempo, ordenándolo todo y con las nuevas capacidades (porque en nuestra oferta hay elementos de innovación que han introducido los roboadvisors, como el rebalanceo de carteras), hemos hecho este lanzamiento. Este producto no es solo una cuestión de oferta, sino de clientes: les produce verdadera angustia y vértigo el mundo de la inversión y la clave es poder explicar de forma muy sencilla la doctrina de las universidades americanas desde los años 60. Hemos tardado en poder explicarlo y llevarlo a la práctica”, asegura.
En resumen, desde ING España se acercan a los clientes con un nuevo modelo de relación personalizado desde hace varios años, impulsando las hipotecas y los productos de inversión. Y con canales digitales: “Más del 98% de los contactos con los clientes son a través de medios digitales, 80% de los cuales con el móvil. Solo el 1% es en oficinas”, dijo.