Representantes del sector institucional de las finanzas uruguayas y de cuatro grandes gestoras internacionales se reunieron en Montevideo durante un evento inédito centrado en las perspectivas de las inversiones ESG.
“La línea del tiempo se acelera para la inversión ESG, aunque pocos saben que el primer fondo sostenible se creó en 1971”, dijo Bárbara Mainzer, CFA, anfitriona de un encuentro que arrancó con datos sobre la problemática del cambio climático como riesgo para el mundo y para el sector finanzas, además de datos sobre la importancia de las cuestiones ambientales, de buena gobernanza social y de igualdad de género.
Mainzer explicó cómo las finanzas tienen un fuerte “poder de impacto” y de presión sobre las empresas: “El capitalismo sacó a la gente de la pobreza, pero hay cosas que el mercado no resuelve, como la desigualdad social o la necesidad de evitar el cambio climático”, dijo durante el evento celebrado en el WTC de Montevideo el pasado 6 de octubre.
La inversión con criterios ESG se enfrenta a grandes dificultades por su complejidad multidisciplinaria y por la falta de métricas, ya que, por ejemplo, las calificadoras no tienen un consenso al respecto, como sí pasa con otros activos o sectores de la economía.
En América Latina los productos ESG son escasos, pero en Estados Unidos y sobre todo Europa, los fondos de este tipo están ganando partes de mercado a pasos agigantados por el impulso de los gobiernos, la mayor demanda de los clientes y los buenos resultados de las estrategias en términos de rentabilidad.
En este sentido, Valeria Gloodtdofsky, Business Development Manager en NN Investment Partners, explicó que la mitad de los activos mundiales ESG están en Europa debido a una voluntad de orientar los flujos de capitales hacia ese tipo de inversión que tiene su origen en los Acuerdos de París contra el cambio climático que se alcanzaron en 2016 y objetivos marcados con la fecha de 2030. Actualmente, el 74% de los activos de NN IP están alineados con las estrategias ESG y Gloodtdofsky detalló el marco regulatorio en el que se está desarrollando este mercado.
Santiago Queirolo, Managing Director de Davinci Trusted Partner y representante de la gestora Jupiter, añadió que “el ESG llegó para quedarse” y que las compañías que no estén preparadas para sumarse a esta tendencia tendrán problemas para financiarse. En este sentido, Queirolo piensa que la gestión activa es esencial para manejar este tipo de inversión debido a que por ahora los criterios no son homogéneos y es complejo seleccionar los activos de un fondo.
Jenna Zegleman, directora de inversiones sostenibles de Jupiter, intervino por videoconferencia desde Londres y explicó cómo la gestora está seleccionando las compañías en la que invierte y detalló los sectores más prometedores a 10 años: inclusión financiera, digitalización, automatización, prevención de enfermedades y sector salud, entre otros.
Durante el encuentro se abordó también la construcción de portafolios con estrategias ESG. Renzo Nuzzachi, Head of Intermediaries Argentina y Uruguay en Compass Group, habló de los fondos de la gestora Wellington y explicó que la inversión pasiva “no da exposición a las inversiones de impacto” y que, en este nuevo mundo, la gestión activa tiene la ventaja de diferenciar entre flujos y buenas inversiones a empresas.
Actualmente, el 70% de las empresas que cubre el MSCI World no cumplen con los criterios ESG.
Para finalizar, Gabriel Gaione, Sales Manager, Southern Cone Latin America de Natixis mostró la herramienta gratuita que la gestora está poniendo a disposición de los inversores para medir el impacto ESG de sus carteras. En una exhibición futurista, desfilaron los modelos de análisis que permiten visualizar qué aspectos de la inversión sostenible están bien representados en un portafolio y en qué radica mejorarlo sin perder rendimiento.