Un año más, los resultados de la encuesta global realizada por Natixis Investment Managers entre inversores institucionales desvelan las principales preocupaciones en materia de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (o criterios ESG, por sus siglas en inglés). La encuesta fue dirigida por CoreData Research, entre los meses de octubre y noviembre de 2018, cuenta con la participación de 500 inversores institucionales con origen en 28 países de América del Norte, América Latina, Reino Unido, Europa Continental, Asia y Oriente Medio.
A nivel global, el 38,6% de los encuestados todavía no están incluyendo factores ESG en sus procesos de inversión. Esta cifra es algo más alta en la región asiática, de los 67 inversores institucionales encuestados, un 46,3% no tiene en cuenta los citados criterios ESG a la hora de invertir. Un porcentaje similar muestran los 39 inversores institucionales encuestados en América Latina y los 26 en Oriente Medio, un 46,2% en ambas regiones tampoco los incorpora.
En la otra cara de la moneda, a nivel global, un 18,8% de los inversores institucionales han incluido de forma sistemática y explícita los factores ESG en su proceso de inversión, teniéndolos en cuenta a la hora de analizar riesgos y oportunidades. En ese sentido, con la participación de 67 inversores institucionales, Reino Unido destaca con un 26,9% de los encuestados afirmando que han incorporado en sus procesos de inversión dichos criterios.
En esa misma línea, un 17,4% de los encuestados a nivel global realizan cribas en sus procesos de selección de valores, excluyendo valores de empresas o países que atenten contra los estándares tradicionales o valores básicos dentro de la moralidad.
Muy pocos encuestados tienen una relación activa de propiedad, entrando en un diálogo con las empresas en materia de criterios ESG y ejerciendo su voz y voto para efectuar un cambio. Tan solo un 8,0% de los encuestados encajan dentro de esta afirmación. Por otro lado, un 7,8% de los encuestados prefiere seleccionar empresas que tienen un mejor rendimiento o que supone una mejora en criterios ESG con respecto a los competidores del sector. La inversión de impacto, la que invierte con la intención declarada de generar y medir los beneficios sociales y medioambientales a la vez que los rendimientos financieros, cuenta con solo el respaldo del 6,0% de los encuestados. Y, por último, un 3,4% de los encuestados describe la inversión temática, la inversión que se basa en tendencias sociales, industriales y demográficas, como su manera de incluir los factores ESG en su proceso de inversión.
Los desafíos de invertir con criterios ESG
Son varios los desafíos que los inversores institucionales identifican dentro de la inversión con criterios ESG. En primer lugar, los inversores nombran la dificultad a la hora de medir los resultados de la gestión de la inversión con criterios ESG, tanto en su vertiente de resultados financieros como en los resultados no financieros, así lo afirman el 43% de los encuestados a nivel global. En un segundo lugar, los inversores perciben la inversión con criterios ESG como algo relativamente nuevo, disponiendo de un menor histórico de rendimientos demostrados que en la inversión tradicional. Entre los inversores institucionales, un 42,8% de los encuestados alude a este motivo. Mientras que, en un tercer plano, a un 40,2% de los encuestados les preocupa que las empresas estén realizando simplemente un lavado de cara con la intención de mejorar su imagen pública, pero sin ningún cambio real a nivel medioambiental, social o en su gobierno corporativo.
Otros desafíos que los inversores institucionales tienen en cuenta son la falta de transparencia en la información proporcionada por las empresas y el conflicto entre los objetivos de rendimientos en el corto plazo y los objetivos de sostenibilidad en el largo plazo, con un 36,6% y un 36,2% de apoyo respectivamente. Por último, a un 26,4% de los encuestados les preocupa que esta tendencia deje de tener importancia en el largo plazo.
La valoración de los criterios ESG en el proceso de inversión
A nivel global, un 47,4% de los encuestados está conforme con que la inversión con criterios ESG mitiga ciertos riesgos, como las pérdidas en los activos derivadas de demandas judiciales, desacuerdo social o daños medioambientales. Aunque todavía un 34,2% está en desacuerdo con esta premisa.
La buena noticia es que un 50% de los inversores institucionales encuestados cree que la incorporación de los criterios ESG será una práctica generalizada para todos los gestores en los próximos años. Además, un 14,8% de los encuestados cree firmemente que ese será el camino que siga la industria.
En cuanto a la posible obtención de alfa a partir de la inversión con criterios ESG, un 46,4% concuerda con esa afirmación. Sin embargo, en los extremos, no está tan claro. El mismo porcentaje de inversores institucionales, un 9,8%, afirman que están en profundo acuerdo y desacuerdo con esta afirmación.
Por último, los criterios de fundamentales financieros siguen teniendo más importancia que los factores ESG en el análisis de una empresa, así lo manifiesta un 41,4% de los encuestados. Sin embargo, no es mucha la distancia con los inversores institucionales que creen que ambas categorías criterios deberían ser igual de importantes al analizar una empresa, con un 33,0% muestran su acuerdo con este criterio.