BMO Global Asset Management ha publicado un informe de impacto para las estrategias BMO Responsible Global Equity y BMO Responsible Global Emerging Market Equity. Según las conclusiones del documento, sigue existiendo un alto interés por “promover la salud y el bienestar en el contexto de recuperación tras la pandemia, así como un interés creciente por las ciudades sostenibles en la lucha contra el cambio climático”.
En este sentido, la gestora destaca que los retos a los que se enfrenta el sector de la sanidad nunca han sido más patentes que ahora, y el informe de este año BMO GAM proporciona nuevas ideas sobre inversiones que abordan el aumento de la demanda y alivian las dificultades de suministro que atraviesa este sector a escala mundial.
Según explica, en las dos estrategias, BMO GAM emplea los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU como marco de trabajo para medir el impacto, analizando cómo se corresponden las fuentes de ingresos de cada empresa participada con las 169 metas que subyacen en los ODS de la ONU. Aunque las estrategias pretenden abordar los ODS de manera global, el análisis revela un interés especial permanente en el objetivo ODS 3 – salud y bienestar, así como en las inversiones que sustentan el ODS 11 – ciudades y comunidades sostenibles, dado el empeño de las carteras por respaldar la recuperación sostenible a largo plazo en un mundo pos pandemia.
“Los acontecimientos vividos el año pasado nos han permitido comprender mejor hasta qué punto se han vuelto insostenibles muchos aspectos de la vida moderna en distintos mercados desarrollados y emergentes, desde la infrainversión en sanidad pública y en sistemas de prevención de enfermedades hasta las crecientes desigualdades sociales que las últimas décadas de crecimiento económico han tapado. Creemos que el capital privado tiene una función clara que cumplir para atajar estos problemas, mediante la asignación responsable de capital a las compañías que ofrezcan o diseñen soluciones capaces de respaldar los objetivos ODS. Seguiremos empleando tales objetivos como marco de trabajo para garantizar nuestra actuación activa en la asignación responsable de capital en aras de cumplir esos objetivos”, señala Alice Evans, directora general, jefa adjunta de Inversión Responsable en BMO GAM.
Según destaca la gestora en su informe, gracias a la estrategia BMO Global Responsible Equity participó con 33 compañías, que representan el 65% del valor de la misma, con el propósito de mejorar su gestión en las cuestiones ESG. “La estrategia fue testigo de la consecución de 21 hitos, es decir, casos de cambio positivo a raíz de nuestro activismo accionarial, que abarca todos los pilares ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo). BMO GAM constató avances significativos en la divulgación y presentación de informes sobre cuestiones ESG y de cambio climático en muchas de las empresas mantenidas en cartera. Asimismo, instó a las empresas a alinear sus estrategias de negocio con la transición a cero emisiones globales netas de aquí a 2050”, explican.
Nick Henderson, gestor de cartera de la estrategia BMO Responsible Global Equity, añade: “Nuestra estrategia BMO Responsible Global Equity, que ya está en su tercera década, se esfuerza por contribuir a movilizar capital privado para garantizar un futuro más sostenible para todos. Estamos comprometidos con nuestra tarea. Es totalmente razonable explorar qué tipo de impacto puede lograrse invirtiendo en acciones cotizadas, y nuestra experiencia nos hace estar más convencidos que nunca de que es posible cumplir con nuestra doble ambición de generar una rentabilidad de la inversión ajustada por riesgo atractiva y lograr un impacto no financiero positivo”.
Respecto a su segunda estrategia, BMO Responsible Global Emerging Markets Equity Strategy, la gestora explica que, en el transcurso de participó con 31 compañías, que representan un 87% del valor de la cartera. Además, votó en 64 de las 65 juntas de accionistas de las empresas, votando en contra del equipo directivo en el 13,4% de las resoluciones y siendo las emisiones de capital.
Además, esta estrategia mantiene una posición muy inferior a la de su índice de referencia en términos de intensidad de carbono ponderada de la cartera, a raíz de los rigurosos procesos de filtrado y la ponderación activa mucho más baja en sectores que tradicionalmente emiten altos niveles de carbono, entre ellos materiales, energía y suministros públicos.
“La mayor vulnerabilidad de los mercados emergentes al cambio climático exige que las empresas desarrollen respuestas estratégicas para gestionar los posibles impactos normativos y físicos, así como satisfacer las expectativas cambiantes de la sociedad. Nuestro activismo accionarial en relación con el clima se ha centrado en la gestión de emisiones y de los riesgos climáticos en las cadenas de suministro, para animar a las empresas a tener más en cuenta el riesgo climático”, destaca Gokce Bulut, gestor de cartera principal de la estrategia BMO Responsible Global Emerging Markets Equity.