HSBC está revisando una posible salida de hasta una docena de países, o uno de cada cinco de los mercados en los que opera, para afinar su enfoque en la expansión asiática, según afirmó el director financiero Georges Elhedery a la agencia Reuters en su primera entrevista desde que asumió el cargo.
Las revisiones se producen después de las presiones del accionista chino Ping An Insurance, que quiere que HSBC priorice el crecimiento en Asia, donde el banco británico genera el 78% de su beneficio total. «Algunos de ellos progresarán más lentamente que otros, y ninguno de ellos es lo suficientemente importante por sí solo como para cambiar el perfil del negocio en general, pero a medida que avancemos y ejecutemos estas evaluaciones, esperamos que contribuyan a ese cambio hacia Asia», dijo Elhedery, aunque declinó revelar qué mercados estaban bajo revisión.
El actual giro de HSBC hacia Asia ya ha desencadenado ventas planificadas de la totalidad o parte de sus negocios en Francia, Grecia, Rusia y Canadá, anunciadas en los dos últimos años. Aunque los mercados objeto de revisión pueden ser relativamente pequeños, la medida es significativa al mostrar la presión a la que se enfrenta HSBC para reducir sus negocios bancarios locales, que antes se extendían por todo el mundo, con el fin de aumentar la rentabilidad y apaciguar a sus inversores.
HSBC no desglosa los resultados de cada uno de sus países, lo que dificulta la identificación de los mercados con peores resultados. Pero sus operaciones en Europa y Latinoamérica pueden estar bajo la lupa, ya que la primera registró una pérdida neta en 2022.
Latinoamérica aportó algo menos del 5% del beneficio del grupo
Uno de los países que actualmente no está bajo revisión es México, dijo Elhedery, a pesar del debate entre analistas e inversores sobre la futura presencia del banco en el país. «México está funcionando muy bien para nosotros», dijo el veterano banquero, tras señalar el acuerdo comercial entre EE.UU., México y Canadá y la estrategia China Plus One, que han apoyado su crecimiento.
«Alrededor del 70% de la captación de clientes en el negocio minorista es a través de empleados de las empresas multinacionales que HSBC bancariza en México, por lo que hay fuertes sinergias con el negocio mayorista y el paquete en su conjunto tiene sentido para nosotros», añadió.
Retos más amplios
Ping An fue el único gran inversor de HSBC que respaldó las propuestas para obligarle a publicar evaluaciones periódicas sobre las ventajas de dividir su franquicia en líneas asiáticas y occidentales. Un portavoz de Ping An declinó realizar comentarios al respecto a Reuters. El hecho de que Ping An no haya conseguido más apoyos ha permitido al presidente de HSBC, Mark Tucker, al consejero delegado, Noel Quinn, y al recién ascendido Elhedery un respiro para perseguir un mayor crecimiento de los beneficios en sus propios términos. «Está abrumadoramente claro lo que la mayoría de nuestros accionistas esperan de nosotros y, por tanto, nuestra atención se centra ahora en el negocio y en nuestros clientes», declaró Elhedery.
Según analistas e inversores, entre los retos más claros que afronta la entidad figuran la venta de activos críticos, la gestión de una guerra de precios en plena subida de los tipos de interés y la gestión de las crecientes tensiones políticas entre Oriente y Occidente.
El banco dijo el 14 de abril que un acuerdo nominal de 1 euro (1,10 dólares) para deshacerse de su negocio minorista francés podría tambalearse después de que las subidas de los tipos de interés aumentaran la cantidad de capital que el comprador respaldado por Cerberus, My Money, necesitará para asegurar la aprobación regulatoria. Elhedery dijo que las negociaciones están en curso, pero HSBC no vendería el negocio a cualquier precio si el acuerdo actual fracasa.
La venta de su unidad canadiense, por valor de 10.000 millones de dólares, también se ha retrasado hasta el año que viene, ya que HSBC lucha por garantizar una transición fluida de los sistemas al comprador, Royal Bank of Canada. El fracaso de cualquiera de estas operaciones podría tener consecuencias más amplias para HSBC.
«A corto plazo, el riesgo de que las cesiones de Francia y Canadá no se lleven a cabo… podría poner en peligro su pivote asiático y desencadenar una nueva oleada de activismo», afirmó Susannah Streeter, responsable de Money y Markets de Hargreaves Lansdown.
Más allá de la negociación, Elhedery afirmó que el reto a medio plazo es mantener el impulso en el crecimiento de los ingresos. HSBC aumentará su balance en un porcentaje de un dígito medio, si no en 2023, sí en los próximos años, afirmó. «Tenemos oportunidades de crecimiento, ya sea a través de la adquisición de Silicon Valley Bank UK, India, Oriente Medio… y esperamos que los ingresos por comisiones a través del negocio patrimonial se conviertan en un componente cada vez mayor de nuestra forma de generar ingresos», aseguró.
HSBC está tratando de aumentar los ingresos a través de estos servicios patrimoniales, especialmente en China y Hong Kong, donde las economías están empezando a normalizarse tras el levantamiento de las restricciones de la COVID-19. El banco está en vías de contratar a unos 2.000 gestores de patrimonios privados en el sector de los seguros de China en los próximos dos años, que se sumarán a los 1.000 del año pasado, según Elhedery.