State Street Bond Compass es un informe trimestral diseñado para proporcionar una visión única, breve y convincente sobre el mercado de renta fija para los inversores de Estados Unidos y las regiones EMEA y Asia Pacífico. Este informe se sirve del research que realiza State Street Global Markets, una división de State Street, que funciona como unidad independiente de State Street Global Advisors.
Basándose en los datos proporcionados por State Street Global Markets, en el sentimiento del inversor, los flujos y las posiciones de los inversores en renta fija a nivel global, en el tercer trimestre del año, hubo un tira y afloja entre una huida hacia la calidad y la mejora en los fundamentales. Al final, los fundamentales ganaron, creando un entorno desafiante para los rendimientos de la renta fija.
Sin embargo, los datos mostraron algunos matices en el comportamiento de los inversores que siembran las semillas de un cuarto trimestre constructivo, a pesar de un comienzo asustador:
Los flujos de los inversores hacia los bonos del Tesoro fueron débiles, pero sólo modestamente, gracias al cambio en su visión sobre la curva. Habiendo estado posicionados para el aplanamiento de la curva, el tercer trimestre del año vio como los inversores comenzaban a recomprar su infraponderación en el vientre de la curva y vender su sobreponderación en la parte larga de los bonos del Tesoro.
Los flujos de los inversores en Europa fueron más sorprendentes. La debilidad en los flujos en los BTP (Buoni del Tesoro Poliennali) fue bastante moderada, reflejando el hecho de que los inversores ya estaban infraponderados. Mientras tanto, la demanda por los bonos gilts fue basante robusta, sugiriendo que podrían ser percibidos como una posible cobertura contra las consecuencias económicas de que no se llegue a un acuerdo en el Brexit.
Fuera de los bonos soberanos, otros dos flujos tuvieron un desempeño notable. En primer lugar, la demanda por el crédito, incluso el crédito high yield, que mejoró a pesar de la preocupación de que el mercado está entrando en la última parte del ciclo en Estados Unidos. En segundo lugar, la demanda por la protección frente a la inflación ha caído, sugiriendo muy poca preocupación por parte de los inversores de que el crecimiento pueda producir un sobrecalentamiento en la economía estadounidense.
Este es un entorno desafiante para los inversores en renta fija. El temor a un crecimiento más fuerte en los fundamentales está ganando a las preocupaciones por las cuestiones de seguridad, por lo que no es sorprendente ver flujos por debajo del promedio en la mayoría de los productos. Sin embargo, hay tres puntos de comportamiento que destacan y que sugieren unas expectativas de mejora en las condiciones del cuarto trimestre. En primer lugar, la demanda por los bonos corporativos, principalmente en Estados Unidos, han mejorado en la mitad del trimestre. A pesar de todo lo que se dice de que Estados Unidos se encuentra en la última parte del ciclo, la demanda por el crédito sigue siendo saludable, al igual que la economía. En segundo lugar, la demanda por los bonos TIPS se ha debilitado a lo largo del trimestre, lo que sugiere que, con unos datos robustos como han sido los de Estados Unidos, los inversores no están demasiado preocupados por que la economía se esté sobrecalentando en estos momentos. En tercer lugar, los flujos de entrada en los mercados de deuda soberana se han estabilizado hasta cierto punto en uno de los trimestres más débiles en los últimos cinco años durante el segundo trimestre del año.
En términos relativos, la demanda por los bonos del Tesoro se ha mantenido mejor que en otros mercados durante el segundo trimestre del año, gracias a la búsqueda de calidad por parte de los inversores. Mientras que el tercer trimestre ha tenido unos altibajos notables, unos fundamentales robustos han gradualmente roído las posiciones más defensivas de los inversores. La demanda por los bonos del Tesoro ha disminuido en respuesta, los matices de los flujos y de las posiciones a lo largo de la curva de Estados Unidos, quizás explique por qué la fuga de flujos no ha sido tan dramática. El hecho de que los flujos de los bonos gilts no se haya deteriorado aún más durante este trimestre (de hecho, en realidad han mejorado) es otra sorpresa. Los bonos gilts han tenido un menor desempeño en el tercer trimestre del año tras unos datos de inflación firmes y el enigma de los titulares del Brexit. Es posible que para los inversores domésticos o para los inversores internacionales con cobertura total de divisa, los gilts puedan ser percibidos como una cobertura contra el riesgo de recesión que puede aumentar en el caso de un resultado sin acuerdo.