La igualdad de género en el ámbito financiero está lejos, pero se abre paso de la mano de un aliado inesperado, o quizá no tanto: los mejores resultados de las compañías que incorporan mujeres. La gestora Global Social Impact Investments (GSI) ha celebrado un encuentro para ahondar en estos temas, tras su participación en el reciente estudio ‘Gender strategies in investing’, de Esade.
La gestora de fondos, especializada en inversión de impacto, ha querido dar continuidad a esta investigación abriendo el marco de la reflexión en la jornada titulada «Diversidad e inversión: una conversación». En el encuentro, moderado por María López Escorial, han participado, además de Lisa Hehenberger, coautora del estudio y directora del Esade Center for Social Impact, la responsable de medición de impacto de la gestora, María Cruz-Conde; Regina Pallá, subdirectora de sostenibilidad de COFIDES; Maite Ballester, socia fundadora de Nexxus Iberia Private Equity; y Marta González Labián, directora de finanzas de impacto y sostenibles de SpainNAB.
Paridad, la nueva normalidad del ámbito financiero
Cruz-Conde ha explicado que para GSI “la paridad de género es la normalidad”, ya que esa paridad se da en toda la actividad de la gestora, gracias en buena medida a que está fundada y dirigida por una mujer, María Ángeles León. Pero reconoce que muchas compañías en las que invierten no cumplen con estos mismos criterios de diversidad y paridad. Ahí, apuntó, GSI contribuye decisivamente al cambio mediante la asesoría técnica para ayudar a cambiar la visión de las compañías invertidas.
“Somos una gestora gender transformative porque nuestra due dilligence ya lo es: no forzamos la paridad en las empresas en las que invertimos, pero sí les ayudamos a conseguirla”, ha subrayado en su intervención durante la mesa redonda.
Las participantes coincidieron en que una vez en el camino de la igualdad de género, las firmas profundizan su enfoque con el tiempo, yendo más allá de las métricas hacia un cambio cultural que es donde se da la verdadera transformación. Esta, que también es una de las principales conclusiones del estudio, precisa de un cambio de enfoque principalmente de los compañeros masculinos.
La profesora Lisa Hehenberger subrayó que la llegada de mujeres a los equipos inversores induce un cambio positivo, “un círculo virtuoso”, que incluye el aspecto de género pero también más diversidad, “fomentando inversiones en equipos más inclusivos y diversos”. Marta González, de SpainNab, destacó que atraer talento depende en gran parte de “resultar más atractivo para las mujeres, y para eso debemos vincular más el dinero al propósito».
Regina Pallá comentó que COFIDES realiza una aproximación gradual en los requerimientos de enfoque de género en las inversiones según la situación de partida, impulsando el ciclo de evolución responsable-sostenible-impacto que se formula en el estudio de Esade y de acuerdo con la política de género en las inversiones de la compañía.
Según ha explicado la responsable de medición de impacto de GSI, históricamente, las mujeres han trabajado en la esfera privada con labores invisibles y no remuneradas, mientras que los hombres han dominado el ámbito de lo público y remunerado. De ahí que el mundo financiero sea todavía un espacio hipermasculinizado en el que sin embargo los varones tienen un papel clave como aliados para promover la diversidad.
“Todos vamos a terminar en la misma playa”
Los compañeros varones suelen ser impulsores de la igualdad cuando miran los números, que muestran un mejor rendimiento en aquellas compañías que cuentan con equipos diversos. Esto, sumado a la presión externa de legisladores y mercado, consigue ir conquistando terreno para la igualdad. Cruz-Conde cree que “todos vamos a terminar en la misma playa, porque no hay otro modo de ser sostenibles, aunque vamos muy despacio y nos queda mucho para llegar a la orilla”.
“En nuestro caso, que GSI esté fundada y dirigida por una mujer, con un elevado número de mujeres en todos los ámbitos, está siendo decisivo, pero la regulación y el cambio generacional ayudarán a todo el sector a avanzar hacia la igualdad”, ha añadido Cruz-Conde. A su juicio, “podemos y debemos hacerlo mejor porque si la mitad de la población se siente amenazada por la igualdad, encontraremos resistencias”.
Para vencer la resistencia y desconfianza de los compañeros varones a la inclusión de mujeres en los ámbitos de decisión financiera, Cruz-Conde cree que puede ser útil “hablarles en su idioma, con sus palabras, hablarles de resultados para involucrarlos y cambiar la mentalidad”. Para terminar, subrayó que, a partir de ahora, “cada uno de nosotros debe asumir su responsabilidad en el cambio hacia la igualdad, hasta lograrla”.