Global X ETFs ha anunciado el lanzamiento del Global X Nasdaq 100 Covered Call UCITS ETF (QYLD) en la Borsa Italiana, la Bolsa de Londres y la Deutsche Börse Xetra. Según explica la gestora, el lanzamiento de QYLD representa el primer producto sintético de Global X, que replicará el índice subyacente mediante un swap de rentabilidad total.
La gestora explica que este fondo es la última incorporación de la empresa a su familia de productos de renta, que “ayudan a los inversores a aumentar o diversificar el potencial de rendimiento de su cartera”. En su opinión, en un contexto marcado por las subidas de tipos, “las estrategias basadas en opciones, como son las opciones cubiertas, pueden proporcionar ingresos a los inversores a través de primas de opciones más elevadas debido a los mayores niveles de volatilidad implícita que se cotizan en el mercado”.
En este sentido, la gestora sostiene que al suscribir opciones de compra sobre una cesta de acciones sin dejar de mantener los activos subyacentes, “las estrategias de compra cubierta limitan la participación al alza, pero pueden generar ingresos constantes durante los periodos de turbulencia”. Estas estrategias, como QYLD, también pueden diversificar las fuentes de ingresos de un inversor, alejándolas de la renta variable y la renta fija, que históricamente han tenido dificultades en entornos de subida de tipos.
«En medio de las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, la inestabilidad geopolítica y la volatilidad de los mercados, las estrategias de llamadas cubiertas pueden ofrecer a los inversores un colchón crítico a través de primas elevadas. Estoy encantado de anunciar que Global X está trayendo QYLD a los inversores como parte de nuestra creciente familia de soluciones basadas en los ingresos que miran más allá de la renta fija tradicional”, ha explicado Rob Oliver, jefe de Desarrollo de Negocios de Global X ETFs en Europa.
Por último desde la firma señalan que, con una ratio de gastos del 0,45%, QYLD se basa en un swap de rentabilidad total para replicar una estrategia de «buy-write» con el objetivo de reducir los errores de seguimiento y minimizar los costes globales.