La pandemia del COVID-19 está causando graves estragos en los mercados bursátiles. Además de las caídas en el capital, los fondos que invierten en bolsa desde una perspectiva de dividendos (es decir, que invierten en compañías que ofrecen dividendos altos, sostenibles o que tienen capacidad de incrementarlos, con el objetivo de apostar –además de por la apreciación de capital- por el income que pueden lograr) están contra las cuerdas: las autoridades regulatorias están recomendando a las empresas cotizadas recortar o suspender el reparto de dividendos a los accionistas, con el objetivo de no poner en peligro su viabilidad futura. Y, como respuesta, la avalancha de suspensiones no se está dejando esperar, sobre todo en la banca.
Así las cosas: ¿qué futuro espera a las carteras que invierten en compañías con dividendos? ¿Cómo afrontan un entorno con dividendos cambiantes que podría afectar hasta a un 80% de compañías, según los cálculos más pesimistas? Las gestoras españolas que tienen este tipo de vehículos explican que, aunque la situación supone un reto, siempre hay respuestas posibles: buscan fortalecer sus carteras con firmas con dividendos sostenibles y, ahora, apuestan por valores más defensivos y por tener parte de la cartera en liquidez, en espera de un entorno que ofrezca mejores oportunidades. Por eso sus fondos, aunque atraviesen un escenario más complejo, y con retornos negativos en muchos casos (fruto de las caídas bursátiles generalizadas), seguirán respirando hasta que los dividendos vuelvan a renacer.
Una exigencia de las autoridades
En España, la CNMV ha permitido a las cotizadas modificar su política de dividendos, mientras el Banco Central Europeo -y más tarde la propia Unión Europea- ha pedido a los bancos que no paguen dividendos al menos hasta octubre de 2020. A pesar de los daños para el inversor, son muchas las gestoras que apoyan estas políticas, porque ayudan a la supervivencia de las compañías. “Nos parece adecuada la medida con el objetivo de flexibilizar la política del dividendo y posibilitar la adecuación de la situación de cada compañía a la coyuntura actual. La flexibilidad es adecuada para poder conceder oxigeno ante un acontecimiento grave e inesperado”, dice Miguel Méndez, director de Inversiones de Metagestión.
“La indicación realizada por reguladores y supervisores para modificar la distribución del capital de las compañías es muy comprensible, especialmente en aquellos sectores/empresas que vayan a precisar algún tipo de ayuda o estímulo público. Pero los reguladores y el ciclo económico no van a ser los únicos factores limitadores del pago de dividendos, la imposibilidad de celebrar juntas generales de accionistas que aprueben esos dividendos y no menos importante, la presión social, van a ser también relevantes. En cierto sentido, en algunas compañías el dividendo pasa a ser una herramienta de responsabilidad social corporativa”, defienden en CaixaBank AM.
“Se trata de medidas preventivas ante una situación de incertidumbre extrema y, en gran medida, relacionadas con las diferentes ayudas que están ofreciendo los gobiernos a las empresas para mitigar los efectos de la crisis (retraso de pagos de impuestos, líneas de crédito y medidas de desempleo temporal, entre otras). Son las propias empresas las que mejor conocen sus posibilidades de retribución a los accionistas, pero no son desaconsejables mensajes de cautela por parte de los reguladores”, defiende Juan Luis Martínez Asensio, responsable de la gama renta variable dividendo de BBVA AM.
También algunas gestoras internacionales defienden esta medida: el CEO de Mirova -gestora de Natixis IM-, Philippe Zaouati, avisa en una reciente carta a las empresas de que “es más necesario que nunca enfocarse en la creación de valor a largo plazo” y advierte de que solo apoyarán resoluciones sobre dividendos “si la empresa prueba que estos pagos son consistentes con la continuidad a largo plazo”. También varios gestores de Jupiter AM apoyan la suspensión: «Creemos que esta es una gestión prudente y apoyamos plenamente a nuestras empresas que cancelan o suspenden dividendos en este entorno”, defiende Ben Whitmore, gestor de renta variable value de la gestora.
Otros entienden la situación pero critican el intervencionismo: “En mi opinión, corresponde a las propias compañías y sus equipos directivos decidir si están en disposición de pagar o no los dividendos”, dice José Ramón Contreras, gestor del fondo Santander Dividendo Europa de Santander AM. “En este sentido, cualquier tipo de intervencionismo sin analizar caso a caso no me parece adecuado”, añade.
En Unigest entienden la medida pero consideran que las compañías que se mantienen sólidas deberían seguir retribuyendo al accionista: “La recomendación emitida por algunos organismos reguladores parece razonable en estos momentos. El recorte o incluso la suspensión de dividendos pueden resultar adecuados en aquellas compañías que no alcancen unos ratios de liquidez suficientes o que puedan tener una elevada incertidumbre sobre la evolución de su negocio en el corto plazo. Sin embargo, aquellas entidades que tienen suficiente solidez financiera y una mayor visibilidad sobre la evolución de su negocio a corto plazo, deberían mantener el pago de dividendos como retribución a sus accionistas”, defienden en la gestora.
Janus Henderson pone también un punto crítico: “A las empresas de ciertas partes del mundo y de determinados sectores podría resultarles complicado justificar el reparto de dividendos a los accionistas y el acceso, al mismo tiempo, a préstamos para empresas respaldados por el Gobierno o a planes de remuneración de los empleados. En esta crisis se han aplicado ingentes medidas de estímulo en todo el mundo en una etapa mucho más temprana en comparación con la gran crisis financiera y, en algunos casos, las empresas han recortado sus dividendos por prudencia y consideración política y no por necesidad”.
Suspensiones y recortes
En este contexto, las suspensiones y recortes de dividendos no se han hecho esperar y seguirán esta senda, que podría afectar hasta el 80% de las compañías que pagan dividendos, y reducir los dividendos totales hasta un 60%, según los expertos. De momento, en la bolsa española una veintena de cotizadas han anunciado sus planes para alterar dividendos, compañías pertenecientes a sectores como el bancario, el de las aerolíneas, inmobiliarias, empresas textiles, medios de comunicación, papeleras… restando ya al inversor español más de 10.000 millones de euros en este concepto.
“Pensamos que entre el 70% y 80% de las compañías van a recortar dividendo y estimaciones para los próximos trimestres”, defienden en Metagestión. “Normalmente los dividendos sufren recortes inferiores a las caídas en beneficios. En otras crisis los dividendos han caído menos de la mitad que los beneficios empresariales. En estos últimos días ya hemos visto bastantes compañías que han recortado o cancelado dividendos que incluso habían sido anunciados. Esperamos que el recorte de dividendos sea superior al observado en otros periodos de crisis”, dice Martínez Asensio desde BBVA AM. “Aunque la situación de balance de las empresas sea mejor que al inicio de otras crisis, la presión de los gobiernos y organismos reguladores va a provocar recortes de dividendos superiores», por un tema de prudencia, explica.
“Ahora mismo no hay dividendos seguros. En la crisis de 2008-2009 el 60% de las compañías europeas redujeron dividendos. En las circunstancias actuales no es descabellado pensar en un escenario similar”, dicen en CaixaBank AM. “Los futuros sobre dividendos en Europa están descontando caídas del 50%-60% del dividendo. Ese escenario quizás sea demasiado pesimista, teniendo en cuenta que los dividendos cayeron en la crisis financiera entre un 30% y un 35%. Los balances de las compañías no están en peor situación ahora. Además, hay aún esperanzas de que muchas compañías que han retrasado el dividendo, finalmente puedan pagarlo”, añaden.
Para Contreras, de Santander AM, predecir si habrá recortes masivos de dividendos es complicado pero contextualiza poniendo como ejemplo la crisis de 2008: “La última gran crisis financiera del 2008 supuso para las empresas europeas cotizadas un recorte agregado desde máximos del 43% en los beneficios y del 33% en los dividendos”, dice.
“Todavía es muy pronto para conocer los impactos reales que esta crisis va a tener a nivel de resultados y de salud financiera en las entidades, por lo que cualquier estimación debe tomarse con mucho cuidado”, tampoco se atreven en Unigest a aventurarse en sus predicciones. “En nuestro escenario base, consideramos que, teniendo en cuenta los anuncios de cancelación y de mantenimiento del dividendo realizados hasta la fecha, en 2020 la rentabilidad por dividendo puede situarse en niveles cercanos al 3%, frente al 4% donde se sitúa la rentabilidad histórica del índice. Si esto fuera así, la reducción de dividendos podría suponer en torno a un 25% del total”, dicen en un tono más optimista.
Los sectores más afectados
Los expertos apuntan a banca, materiales básicos y cíclicos como los más afectados, junto con el sector turístico y petrolero, dicen en Metagestión. Pero sobre todo el bancario: “Es uno de los que tiene los resultados muy ligados a la evolución de la economía. Es por ello, que, en estos momentos de gran incertidumbre y como medida de prudencia, algunos reguladores están recomendando o limitando directamente el reparto de dividendo. Esto ayudará a las entidades financieras a cumplir con las exigencias de capital marcadas en Basilea III y a fortalecer sus balances”, dicen en Unigest. En España, ya hemos visto a entidades como Bankia, Liberbank, Sabadell o Caixabank cancelando del dividendo, o Santander retrasando su pago. En Francia, algunas entidades como BNP o Société Générale han anunciado cancelaciones o retrasos en la remuneración al accionista; y, en Italia, Intesa o Unicredit también lo han hecho.
BBVA AM también apunta al sector bancario: “Estamos viendo que todos los bancos de la zona euro anuncian que no van a pagar dividendos de momento, haciendo caso a las recomendaciones de los reguladores. A cambio se han relajado las exigencias de capital al sector y mejorado las condiciones de financiación”. Para Martínez Asensio, también hay presión en el sector de seguros, aunque se observan diferencias según los países.
“Tradicionalmente, los mayores pagadores de dividendos en la industria petrolera y la industria bancaria parecen particularmente vulnerables en este momento, y podría ser más probable que recorten los dividendos en un entorno en el que otros están haciendo lo mismo», añade Richard Carlyle, director de inversión de renta variable de Capital Group.
¿Donde está el dividendo?
Pero no todo está perdido para los fondos de dividendos. Ni mucho menos. Más allá de esos sectores afectados, todavía hay espacio en sectores o compañías que puedan ofrecer altos dividendos. “Hay sectores que, por su estabilidad de negocio y/o por su solidez de balance, es difícil que sus dividendos se vean afectados significativamente. Entre esos sectores se encuentran alimentación, tabaco, telecomunicaciones y utilities”, defiende Contreras desde Santander AM. “Seguiríamos apostando por el sector de utilities y energías renovables donde el grado de afectación del virus va a ser menor en la cuenta de resultados”, añade Méndez desde Metagestión.
“Curiosamente la corrección del mercado ha permitido que compañías de calidad que quizás no cotizaban previamente con rentabilidades por dividendos atractivas las ofrezcan ahora. Ejemplos los encontramos en el sector farmacéutico o en el de alimentación. En el sector minero, en algunas inmobiliarias específicas o en algunas aseguradoras también se siguen encontrando dividendos atractivos”, añaden en CaixaBank AM.
“Aunque es cierto que hay sectores que se van a ver más afectados que otros, creemos que se trata más de realizar una correcta selección de valores. Así, dentro del sector de seguros, hay algunas entidades que tienen un elevado atractivo en cuanto a remuneración al accionista. Otro sector que puede sorprender en este sentido es el de las telecomunicaciones, sobre todo, si logran monetizar ciertos negocios y la inversión en 5G se hace de un modo más racional que en ocasiones anteriores. Si así fuera, podríamos ver sorpresas positivas en cuanto a remuneración al accionista”, explican en Unigest, donde también destacan a las utilities: “Iberdrola, Red Eléctrica, Enagás, Endesa o Gas Natural son entidades a tener en cuenta. Recientemente, hemos visto anuncios por parte de algunas petroleras como Repsol, ENI o Total confirmando el pago de los dividendos, aun a costa de reducir las inversiones. También hay valores interesantes como Logista o, incluso, alguna constructora con rentabilidades por dividendo elevadas”, explican desde la gestora.
“Sectores donde esperamos unos dividendos más sólidos son farmacia, consumo defensivo en general y telecomunicaciones. Pero fuera de ellos es posible también encontrar ideas interesantes que nos permiten construir carteras bien diversificadas. En entornos como el actual, la calidad de la gestión de las compañías es especialmente importante”, añaden en BBVA AM.
Impacto y estrategia para los fondos de dividendos
Por eso, los gestores siempre pueden buscar oportunidades en nombres menos afectados, aunque los precios sean más caros. “Siempre va a haber compañías que ofrezcan interesantes rentabilidades por dividendo. Hay que buscar entidades con modelos de negocio diferenciados y con una situación de balance sólida que les permita retribuir a sus accionistas a la vez que seguir invirtiendo en su negocio. Obviamente, no son compañías especialmente atractivas por valoración pero sí que suponen una alternativa de inversión en el entorno actual”, dice Martínez Asensio.
Otra estrategia que siguen los gestores de fondos de dividendos es apostar por valores defensivos y tener parte de la cartera en liquidez, en espera de un entorno de mejores oportunidades: “En una coyuntura con caídas importantes en todos los activos hay que tratar de contener la caída con posiciones en valores defensivos. Aprovechar la liquidez de los fondos para intentar tomar posiciones en activos cuyo management nos ha demostrado en los últimos ocho años que crean valor y aprovechar los descuentos en compañías solidas que sabemos que en una coyuntura normal mantienen una performance anual con retornos por encima de los índices de referencia”, explica Méndez desde Metagestión.
Buscar valores con dividendos sostenibles y también una postura defensiva es la apuesta de CaixaBank AM: “Los factores que favorecían este tipo de valores, como el demográfico, sus valoraciones atractivas frente a la renta fija, la mayor estabilidad de este tipo de compañías a lo largo del ciclo…, siguen vigentes. El mayor reto de este tipo de fondos es identificar aquellas compañías que no solo ofrezcan una mejor rentabilidad por dividendo que el conjunto del mercado, sino que ese dividendo sea además sostenible y con capacidad de crecimiento”. Y recuerdan: “La rentabilidad por dividendo sigue siendo muy atractiva frente a otras fuentes de rentas tradicionales como la renta fija o las imposiciones a plazo. Recientemente, el fondo CaixaBank Bolsa Dividendo Europa ha desplazado su interés hacia compañías, con quizás una menor rentabilidad por dividendo, pero con una mayor capacidad de defenderlo en el momento actual del ciclo”.
La estrategia de Contreras, gestor del fondo Santander Dividendo Europa de Santander AM, no pasa por invertir en compañías que paguen los dividendos más elevados del mercado, sino por buscar aquellas opciones de inversión con mayor capacidad recurrente para pagar (lo hagan o no) dividendo atractivos a los accionistas. “El principal reto a corto plazo es sortear la incertidumbre que afecta a esa capacidad recurrente de pago. En estos momentos, nuestra gestión se centra en mantener un cartera diversificada en sectores y posiciones, pero con un sesgo hacia valores con perfil defensivo dentro de sus respectivos sectores. Asimismo, mantenemos una elevada liquidez que nos permita ser flexibles a la hora de afrontar opciones de inversión interesantes que puedan ir apareciendo”, explica.
“Unifond Europa Dividendos FI tiene la peculiaridad y el atractivo de remunerar a sus partícipes en efectivo con los dividendos recibidos de las compañías que tiene en cartera. Aunque es lógico pensar en una reducción en la retribución por dividendos a nuestros partícipes, intentaremos que este impacto sea el menor posible, ya que creemos que el fondo está invertido en compañías lo suficientemente sólidas como para minimizar el impacto. Además, no debemos olvidar que se trata de una reducción puntual y que nos ofrece la posibilidad de lograr ingresos futuros por dividendos muy interesantes”, explican en Unigest. Su estrategia ahora pasa por tener acciones con alta rentabilidad por dividendo, con alta capacidad de pago y unos balances saneados: “En este sentido, en líneas generales, rotaremos parte de la cartera hacia sectores y valores que consideremos que puedan mantener dividendos estables y crecientes en el futuro”.
“En este entorno el mercado debería premiar a aquellas compañías que puedan salir reforzadas o menos afectadas por la crisis. Nuestro reto es identificarlas y tomar posiciones en aquellas que todavía puedan ofrecer unas valoraciones relativas atractivas. El mercado se está moviendo muy rápido en las últimas semanas y debería seguir penalizando a las entidades con problemas. Como siempre, recortar o no pagar el dividendo anunciado envía al mercado un mensaje negativo sobre el negocio y es eso lo que queremos evitar en nuestras carteras”, dicen en BBVA AM. La mayoría de los fondos de la Gama Reparto en BBVA AM tienen dos fuentes de ingresos que sirven para pagar el dividendo a los partícipes: los propios dividendos de las compañías y las primas obtenidas con una estrategia de venta sistemática de opciones de compra. “Al no depender exclusivamente de los dividendos de la cartera podemos asegurar que los fondos de la gama Mi Inversión son capaces de pagar el dividendo establecido (6%, 3% o 1,5% anual dependiendo del perfil de riesgo) en cualquier entorno de mercado. Los cambios en cartera obedecen exclusivamente a los fundamentales de las compañías seleccionadas, no a una búsqueda de rentabilidad por dividendo mayor”, explica Martínez Asensio.
¿Rentabilidades más bajas?
A pesar de sus estrategias para afrontar este escenario, la mayoría reconoce que el entorno está lleno de retos y que los retornos podrían tener que adaptarse. De hecho, los fondos de dividendos vienen ofreciendo rentabilidades negativas en los últimos meses -debido a las caídas de mercado-, superiores al 15% a un año en el caso del BBVA Bolsa Plan Dividendo Europa, el Bankia Dividendo Europa, Santander Dividendo Europa o Bankinter Dividendo Europa. En el caso del Ibercaja Dividendo, CaixaBank Bolsa Dividendo Europa o Metavalor Dividendo las caídas son algo más pronunciadas, mientras el Unifond Europa Dividendos cae más del 30% en rentabilidad a un año, según los datos proporcionados por VDOS. Algo que intentan compensar con el pago de dividendos.
De cara al futuro podrían rebajar sus retornos frente a estándares históricos: “Quizás sí habrá menos retornos en el corto plazo, pero creemos que será una situación transitoria. La historia nos demuestra que este tipo de compañías y este estilo de inversión ofrecen mejores rentabilidades que el mercado a largo plazo”, matizan en CaixaBank AM. “La rentabilidad de los fondos va a depender, como es lógico, del comportamiento de los mercados de renta variable. Sí que esperamos que, en el entorno actual de incertidumbre, una cartera como las nuestras, compuesta por compañías líderes en sus negocios y valoraciones razonables, financieramente sólidas y con mayor capacidad de mantener los dividendos que otras, debería tener una rentabilidad mejor que otros productos de un perfil de riesgo similar”, dicen en BBVA.
“El año 2020 ha empezado con una situación que es tremendamente trágica y de la que no existen precedentes. Es obvio que, en general, las perspectivas financieras vendrán condicionadas por la duración de la pandemia, por el impacto que tenga en la actividad económica mundial y por la rapidez en la vuelta a la normalización una vez superada. Mediante la gestión activa que realizamos en el Santander Dividendo Europa intentaremos sortear estas incertidumbres de la mejor manera posible para nuestros partícipes”, dice Contreras.
“Hacer previsiones del resto del ejercicio es aventurado ya que el timing del confinamiento es complicado de prever. En todo caso nuestro compromiso es realizar un seguimiento diario de los activos realizando una selección adecuada a cada momento del mercado. El mensaje para los partícipes es que mantengan la serenidad y aquel que disponga de liquidez aproveche las correcciones para tomar posiciones con un horizonte de inversión de medio plazo”, añaden en Metagestión.
La vuelta de los dividendos, ¿para cuándo?
La recuperación de los dividendos no será rápida, pero hay cierto optimismo: “Hoy por hoy pensamos que los beneficios y, por lo tanto, los dividendos podrían tener una recuperación en un plazo de tiempo menor a lo visto en la crisis financiera de 2008”, dicen en CaixaBank AM. “Dadas las extraordinarias medidas adoptadas tanto a nivel fiscal por los países como a nivel monetario por los bancos centrales, si la situación con el coronavirus se estabiliza en las próximas semanas, podremos ver una fuerte recuperación de los resultados de las compañías y, por tanto, de los dividendos, en especial de aquellos sectores que presentan unos balances más saneados”, añaden en Unigest.
Janus Henderson habla de 2021: “Sigue siendo difícil prever con exactitud la probable magnitud de los recortes de dividendos a nivel mundial en 2020 en vista de la elevada volatilidad de una situación que sigue en curso. De cara al futuro, podríamos asistir a la reanudación del reparto de dividendos en varios sectores en 2021 (si bien a partir de un nivel de base más bajo), siempre que el crecimiento de los contagios del virus llegue a su punto álgido, se ponga fin a la medidas actuales de confinamiento obligatorio y la economía mundial reanude su actividad y se recupere”, dicen en la gestora.