Solo un pequeño porcentaje de las entidades gestoras de activos han medido y gestionado activamente su propia cultura, de acuerdo con el trabajo de investigación del Thinking Ahead Institute (TAI) llamado “Las entidades gestoras del mañana”. El informe sugiere que las compañías más exitosas reconocen que la cultura es fundamental para atraer y retener el talento, llevar a cabo un desempeño sólido y, en última instancia, crear valor.
Roger Urwin, responsable global de contenido de inversiones en el Thinking Ahead Institute, señala que, «la cultura es un gran diferenciador a la hora de determinar las compañías de gestión de activos más exitosas del futuro. Pero, paradójicamente, muchas empresas están sumamente preparadas para el uso de medidas que omiten por completo la cultura en su estrategia, tratándola como un factor no controlable. Los peligros de esto son particularmente evidentes cuando las organizaciones se enfrentan al crecimiento y los cambios disruptivos, ya que conllevan el retroceso incluso de las culturas más eficaces. En estas situaciones, solo con un aumento considerable en el liderazgo y el foco aplicado a la cultura se podría mantener su calidad y consistencia”.
El informe sostiene que la diversidad y la inclusión se derivan positivamente desde una perspectiva tanto de negocio como de cultura. Centrándonos en negocio, una mayor influencia de los miembros del equipo de origen diverso produce aportaciones cognitivas más profundas, perspectivas más amplias y decisiones mejor informadas. Describe el caso centrado en la cultura como la construcción de una cultura más justa y mejor que conlleve motivación y bienestar. «Creemos que la diversidad y la inclusión se convertirán en la piedra angular de la cultura del gestor de activos en el futuro», afirma Urwin.
El informe destaca otros dos atributos de una cultura eficaz como la cultura del comportamiento según la cual los directores promueven y gestionan activamente la cultura, mientras los empleados viven y experimentan de manera activa la cultura y la cultura sincronizada con la visión y la estrategia según la cual la organización necesita vínculos claros entre estos elementos.
Asimismo, el informe afirma que muchos gestores de activos se están enfocando erróneamente en la planificación a corto plazo, de un año, y no respaldan la creación de valor sostenible a largo plazo, lo que les posiciona ante un elevado riesgo de amenazas de cinco a diez años.
En el informe el Thinking Ahead Institute argumenta, además, que muchas entidades gestoras se han centrado en las presiones a corto plazo y han descuidado la sostenibilidad y la ventaja competitiva de su negocio, incluso menospreciando el papel fundamental que puede jugar una cultura sólida.
El informe también apunta a las disrupciones que plantean los mayores desafíos y oportunidades para la industria. Las mayores disrupciones son: el margen y crecimiento con el viento en contra para las sociedades de inversión; evolución de los datos, la tecnología y la inteligencia artificial; los cambios en la configuración de la cadena de valor de la industria mediante el empleo de nuevos modelos de relaciones estratégicas; además de los nuevos modelos de comisiones. En opinión de Urwin, «tratar con estos cambios será más efectivo a través de una mentalidad cultural positiva, al estar preparado para el cambio».
El informe también destaca la creciente necesidad de más gestoras para innovar en métodos y soluciones multiactivo, lo que implica un mayor énfasis en un enfoque centrado en la definición de objetivos y en la asignación estratégica de activos, para dar lugar a la definición de la cartera total. Urwin cree que «el enfoque de cartera total está liderando una revolución silenciosa en la práctica de la estrategia de inversión al ser mucho más dinámico y orientado hacia los objetivos. La ventaja de este enfoque sobre el pensamiento tradicional basado en índices de referencia es potencialmente enorme. Pero en la mayoría de las situaciones, el cumplimiento de ese potencial requerirá enfrentarse a desafíos de gobernabilidad, comportamiento y cultura tanto como en el dominio de los tecnicismos”.
En palabras de David Cienfuegos, responsable de inversiones de Willis Towers Watson en España, «la cultura de cualquier organización tiene un papel fundamental sobre la toma de decisiones y la implementación de las mismas. Puedes tener un gran plan estratégico, pero si no alineas la cultura con la toma de decisiones de manera adecuada, incorporando los valores y buenas prácticas, puede ser erróneo”