El servicio de gestión discrecional de carteras (GDC) va a más en España: Inverco estima que, al cierre del primer trimestre de 2024, la cifra de patrimonio gestionado bajo esta modalidad se sitúa en torno a 122.000 millones de euros, por encima de los 118.000 millones de finales de 2023. El año pasado, precisamente, el volumen de las instituciones de inversión colectiva distribuidas a través de esta vía experimentó un incremento del 3,4%, según los datos de la patronal de fondos de inversión y pensiones. El negocio va a ir a más, ya que las firmas -principalmente las gestoras de grupos bancarios y aseguradores- han incluido la potenciación de este servicio como palanca de crecimiento y fidelización de clientes.
Muchas firmas lo han incluido en sus últimos planes estratégicos para los próximos años, como Mapfre Gestión Patrimonial, que ha destacado la potenciación de este negocio en su hoja de ruta para el periodo 2024-2026. También Santalucía AM, que ha lanzado el servicio este mismo año.
Más allá del interés de las firmas financieras, el servicio de gestión discrecional de carteras ha ganado protagonismo en el ahorro de las familias hasta la fecha, porque permite invertir en una cartera diversificada de activos que esté en todo momento gestionada y vigilada por profesionales de dilatada experiencia, según explican desde Mutuactivos. “Rotan las inversiones en función de las diferentes condiciones del mercado, tratando de aprovechar siempre las mejores oportunidades que se presenten, seleccionando fondos de primer nivel”, explican.
La razón de que las gestoras hayan puesto el foco en este negocio es, como asegura César Villacampa, jefe de Negocio de Banca Privada de Ibercaja, que este tipo de servicio “ofrece un valor añadido a los clientes” por varias razones. La primera es la comodidad y la tranquilidad, ya que el cliente “puede despreocuparse de la gestión diaria de su cartera, sabiendo que está en manos de expertos”.
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