Este ha sido uno de los peores años de la historia para los mercados. Todos los activos cierran 2022 en rojo, con la excepción del cash en dólares y las materias primas. El resultado de este año sumado al nuevo marco de inversión al que vamos -tipos, volatilidad e inflación altos- también tiene un impacto en el negocio de las gestoras internacionales. La pregunta es inevitable, ¿qué tendencias marcarán la industria en 2023?
En opinión de Sophie del Campo, directora general Natixis IM para el Sur de Europa, Latam y US Offshore, la volatilidad y la incertidumbre que predominan en el mercado proporcionan una oportunidad a las estrategias de gestión activa. En este sentido, considera que las gestoras de fondos internacionales volcadas en la gestión activa permiten ofrecer estrategias de diversificación y descorrelación de las carteras. “En 2023, la evolución de la inflación va a ser posiblemente uno de los factores que influyan con mayor intensidad en los mercados y, por ende, la volatilidad va a ser una constante durante los próximos meses. Por ello, asesoramos a nuestros clientes en mantener cierta cautela, al menos los próximos meses: la protección en las carteras será la palabra clave”, apunta Del Campo.
Para Ralph Elder, director general de Iberia y América Latina de BNY Mellon IM, estamos en un entorno con un trasfondo distinto, ya que no podemos depender del apoyo incondicional de los bancos centrales. Según explica, es un momento en el que va a destacar la buena gestión, ya que una gestión activa encontrará siempre opciones. “En un contexto como el actual lo importante es ser más selectivos. Hay más volatilidad, sí, pero no es negativa; simplemente tienes que trabajar más para buscar alternativas. La inestabilidad en el mercado crea diferentes momentos de oportunidad y de riesgo que un buen gestor sabrá aprovechar”, defiende Elder.
“En los últimos doce meses hemos asistido a un cambio muy brusco en el entorno de mercado. Esto ha cambiado la percepción de valor de las distintas clases de activos, además de reducir el apetito de riesgo. Las gestoras hemos notado un mayor interés en nuestra visión de mercado que en años anteriores, así como en estrategias de inversión para el cliente más conservador”, añade, por su parte, Sebastián Velasco, director general para España y Portugal de Fidelity International.
Servicios, estrategias y activos
Las gestoras reconocen que este nuevo contexto y situación de mercado tiene reflejo claro en el tipo de servicios, estrategias y activos que resultarán más demandados el próximo año. Por ejemplo, la responsable de Natixis IM para el Sur de Europa, Latam y US Offshore explica que dada la acumulación de factores de riesgo y la perspectiva de un endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras, “una de las tendencias que observamos es la reducción de la exposición de las carteras multiactivas a los mercados de renta variable, tanto en mercados desarrollados como emergentes”.
En cambio, ve claro que para responder a este escenario desafiante y mitigar el riesgo, las inversiones en activos privados emergerán como una solución a la tradicional asignación 60/40, sustituyéndola por un 60% de renta variable; 20% de renta fija y 20% de alternativos. “De la misma manera, los inversores están reorientando sus estrategias a la renta fija de calidad y cómo la ESG vuelve a emerger por su capacidad para generar alfa. En este entorno, donde la política monetaria ha imprimido un giro tan brusco en tan poco tiempo, las valoraciones y la gestión activa cobran una importancia crucial para aprovechar las oportunidades de mercado y controlar el riesgo”, argumenta Del Campo.
En este sentido, el responsable de BNY Mellon IM añade: “Destaca la vuelta de la renta fija en distintos sabores. Y también el income, donde vemos oportunidades por primera vez en varios años. Además vemos la necesidad de diversificar y descorrelacionar la cartera.
Además, se espera bastante interés en sostenibilidad, ASG. También empezamos a notar interés en Income y en estrategias de renta fija”.
Por su parte, Martina Álvarez, responsable de Ventas de Janus Henderson Iberia, vaticina el auge de tres tendencias de negocio para 2023: “El regreso de los fondos de retorno absoluto, ya que años cómo 2022 son los que recuerdan la necesidad de tener en cartera fondos líquidos que descorrelacionen; la llegada de los fondos a vencimiento 2.0, es decir que invierten en deuda corporativa; y, finalmente, la recuperación de la demanda de fondos temáticos, particularmente de aquellos que invierten en tecnología, salud o que son ESG. Los temáticos son una tendencia que ha llegado para quedarse”.
Sobre el potencial de los mercados privados, Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia, afirma que tienen mucho sentido a largo plazo puesto que diversifican y descorrelacionan las carteras. “Ayuda que su acceso se haya democratizado, por ejemplo en Europa con la figura de los fondos ELTIF. Esta claro que los mercados privados y sus activos crecerán cada vez más. Por ejemplo, en EE.UU cada vez hay más compañías privadas y menos comps publicas por todo el trabajo que tienen que cumplir las compañías públicas a la hora de reportar. Tendencias clara a que haya menos compañs públicas en mercados como el usa. En segundo lugar, la banca en algunos mercados se están echando a un lado a la hora de financiera a determinadas compañías, de nuevo USA es un ejemplo.
También falta de inversión en infraestructuras porque los gobiernos ya están muy endeudados y no pueden llevar a cabo todo lo promeetido.
En este sentido,
A la hora de compartir su opinión sobre cuáles serán las estrategias más demandadas en 2023, Velasco matiza que serán distintas en distintos momentos del año. “En una primera fase, la actual, en la que los tipos de interés seguirán al alza en respuesta a la inflación, las estrategias más demandadas serán las más conservadoras. De hecho, es lo que hemos visto en los últimos meses. La buena noticia es que, en este entorno, la renta fija con grado de inversión es una muy buena opción, como también lo puede ser la renta variable global, que es hasta cierto punto más conservadora que la regional o sectorial”, señala.
Pero advierte de que, según su visión, en algún momento de 2023 los bancos centrales girarán en su estrategia de subidas de tipo ante la moderación de la inflación o el temor a una recesión profunda. En este caso, explica: “En ese momento frenarán los aumentos de tipos e, incluso, iniciarán el viaje contrario. Y el mercado se adelantará a la recuperación económica, como siempre hace. La renta variable se convertirá entonces en el activo más demandado y habrá muy buenas oportunidades. Será clave estar atentos a los mensajes de las autoridades monetarias, los datos macroeconómicos y, sobre todo, las decisiones que adopten las compañías para anticipar cuándo se producirá este giro”.
Tendencias que se consolidan
Dejando a un lado las estrategias y tipos de activos, el responsable de ventas de BlackRock para Iberia, considera que en 2023 veremos consolidarse algunas tendencias de negocio propias de la industria que ya se vienen arrastrando desde este año. “Hay una serie de fuerzas que van a seguir impulsando la industria en 2023: las necesidades cambiantes de los clientes; la presión en márgenes y la mayor regulación, el cambio tecnológico y el foco en sostenibilidad”, afirma García-Díaz.
En su opinión, todo ello está impactando directamente en la industria y generando cambios. Por ejemplo, explica que esas necesidades cambiantes de sus clientes está haciendo que BlackRock, cada vez más, vea a sus socios, en este caso sus clientes, “hacer más con menos a un menor coste”. Según señala García-Díaz, “lo que hace que cada vez tengamos más conversaciones en torno a acuerdos estratégicos o partnership, que al final se aterrizan en delegaciones de gestión de inversión, mandatos, o delegación de gestión de riesgos, como por ejemplo a través de plataformas tecnológicas”.
Otra de las tendencias que el responsable de BlackRock cree que seguirá transformando la industria el año que viene es la tecnología. Según explica, al calor del actual contexto de cambio tecnológico, vemos un fortalecimiento de los canales de distribución digital y aparición de neobrokers o neobancos con una propuesta de valor dentro de la industria. “Están ofreciendo propuestas de valor muy interesantes, sobre todo a la población más joven, en donde los ETFs se están erigiendo como el auténtico protagonista, y esto es algo que estamos viendo ya en mercados como el nórdico o el alemán”, matiza.
Por último, tanto García-Díaz como Velasco coinciden en que la sostenibilidad seguirá siendo una tendencia muy presente el próximo año. “Continuará el esfuerzo por adaptarse a una regulación compleja en el ámbito de la sostenibilidad. Son muchos los recursos que dedicamos todas las gestoras a integrar la inversión sostenible en nuestros procesos de decisión”, afirma el director general para España y Portugal de Fidelity International.
A lo cual añade una última observación: “Es previsible que continúe el proceso de consolidación de la industria de gestión de activos. Las gestoras no tenemos la capacidad, existente en otros sectores, de aumentar los precios para mantener nuestros márgenes. Esto, sumado a los reembolsos de fondos con mayor riesgo, puede actuar de catalizador para operaciones corporativas”.