Durante este primer trimestre de 2023, y pese a las turbulencias vividas en el sector bancario y en algunos mercados de crédito, la renta fija se ha consolidado como el activo que más interés sigue despertando entre los inversores. Según Gerald Rehn, responsable de distribución para la región de EMEA de BNY Mellon IM, la visión a largo plazo de la gestora y su modelo multiboutique le hace estar preparado para dar respuesta a esa demanda. En esta entrevista, apunta cuál cree que son las mejores estrategias para el momento actual.
Empezamos el año hablando de la vuelta del atractivo de la renta fija, ¿cree que aún dura este atractivo?
Creemos que todavía hay bastantes oportunidades en renta fija. Es cierto que los yields actuales, bien sea en activos con duraciones cortas o bonos a largo plazo, aún son bajos respecto al nivel de inflación, pero creemos que el extremo de inflación que hemos vivido el último año será algo transitorio, se corregirá con el tiempo aunque no llegará al nivel anterior. Así que partiendo de esa visión a largo plazo, está claro que empieza a haber valor en renta fija como, por ejemplo, en crédito.
¿Cree que se ha visto perjudicado este atractivo por lo ocurrido en el sector bancario estas últimas semanas?
En nuestra opinión, los problemas que sufren actualmente los mercados son bastante idiosincráticos. Si nos fijamos en los bancos que se han visto afectados, tenían problemas muy específicos, como Silicon Valley Bank o Credit Suisse, que ya estaba débil desde hace tiempo.. La opinión de nuestro economista jefe es que cuando se suben los tipos de esta manera, la Fed, el BCE y el resto de instituciones monetarias, están destapando el exceso del mercado y eso hará que algunas cosas se rompan. En mi opinión, no hay nada que haya demostrado que es un problema sistémico dentro de la industria.
Ante el contexto actual, ¿qué estrategias destacarías?
La estrategia de nuestro fondo BNY Mellon Global Credit contiene una cartera de créditos de calidad muy diversificada, en dólares y con cobertura total en euros para los clientes. Creo que es un área realmente interesante, incluso si los tipos se mantienen altos durante un tiempo o suben más. En el actual contexto de tipos, es un buen lugar donde estar a largo plazo. Consideramos interesante la renta fija, pero también la variable, donde las estrategias de dividendos se han convertido en una fuente de rentabilidad estable y constante, para los inversores que tienen esa visión a largo plazo. En nuestro caso, contamos con el BNY Mellon Global Equity Income Fund, que combina empresas de calidad y que ofrecen dividendos de forma sostenible. Cuando pensamos en una estrategia de este tipo, hay que orientarse hacia empresas de muy alta calidad, estables y con fuertes dividendos. En particular, empresas que, ante el contexto actual, pueden trasladar las presiones inflacionistas a sus productos, ya que creemos que son las que mejor pueden capear el temporal al poder subir sus precios y elevar sus beneficios.
Durante el último año, hemos visto demanda en tendencias como la ESG, la tecnología y activos alternativos. ¿Cómo ves ahora de fuerte estas tendencias, cómo han cambiado y de qué manera van a cambiar?
Sí, han sido tendencias fuertes. Por ejemplo, la ESG es algo que ha mantenido su fortaleza en términos de demanda desde la invasión a Ucrania. Ha continuado en Europa, sobre todo con demanda de fondos del Artículo 9 del SFDR. En cambio, aquellos bajo el Artículo 8 han descendido algo a causa del comportamiento del mercado, lo que explica las salidas de dinero que hemos visto en este tipo de fondos; pero no es porque haya un menor interés por parte del inversor. Seguimos viendo una fuerte demanda de productos responsables, que ahora pivota hacia el Artículo 9. Hemos detectado mucho interés por los bonos de impacto, tipo de activo del que tenemos dos estrategias: uno centrado en Europa y otro en bonos de impacto de mercados emergentes, que hemos lanzado recientemente. Esta última es una estrategia muy oportuna porque son activos que ofrecen más rendimiento que los bonos de impacto europeos. Si tenemos en cuenta el gran crecimiento de población de estos países, creo que es lógico invertir en estas zonas para que tengan un futuro verde.
A nivel de distribución, ¿qué estrategias está potenciando BNY Mellon IM en la región EMEA?
Crédito y renta variable, pero desde la óptica de la calidad. Creemos que cuando la gente está nerviosa por la volatilidad que estamos experimentando, se trata de dos activos en los que el inversor no debería retirarse del todo para no perderse las subidas cuando el mercado cambie de tendencia. Nadie quiere ser el tipo que vendió el día anterior. Así que creemos que permanecer invertidos en lugares de mayor calidad es una forma de lidiar con el contexto actual, para entrar en carteras más agresivas siempre habrá tiempo, por ejemplo, a través de carteras temáticas.
¿Cuándo estarán listos los inversores europeos para ser más agresivos?
Yo diría que los inversores europeos no están siendo excesivamente agresivos, aunque desde finales de enero sí hemos visto una vuelta directa a la renta variable y a la renta fija. Las estrategias que más se han resentido, en este sentido, han sido las de multiactivos. Hemos detectado menos demanda de este tipo de fondos en EE.UU. y en Europa, pero sí vemos como, poco a poco, los inversores vuelven a la renta fija y a la renta variable. Estamos ante un tipo de contexto que nunca había visto en mis años en este negocio: se ha creado una gran liquidez durante tantos años de tipos bajos y a la vez tenemos un entorno muy inflacionista y con una guerra en Europa.
¿Qué nuevas estrategias estáis pensando lanzar para este año?
Algunas en línea con lo que ya mencionado, como por ejemplo estrategias de renta fija de impacto en mercados emergentes, que lanzamos a principio de año y donde ya hemos visto mucho interés de nuestros clientes europeos. Creo es una historia con mucho potencial para los inversores y para posicionarse a largo plazo. También destacan los últimos lanzamientos de fondos multiactivos sostenibles en el Reino Unido. Menciono este ejemplo porque considero relevante la idea de enfocarnos hacia una atención más individual al inversor e intentar adaptar los productos a sus necesidades. Nos gustan también algunos conceptos que vienen de EE.UU., como la indexación directa, que está despegando allí, pero que todavía no es muy popular en Europa. Se puede aplicar a nivel de ISR, ofreciendo al inversor sus puntos de vista y preferencia al programar el índice de referencia. Como puedes ver, cuando pensamos en nuevos lanzamientos y nos dirigimos a las necesidades reales de los inversores particulares y de los gestores y asesores patrimoniales, lo que queremos es poner en sus manos productos mucho más relevantes.